Precandidato Partido Liberación Nacional (PLN)
El Dr. Marvin Taylor-Dormond es economista y experto en finanzas públicas y desarrollo internacional, con más de 45 años de experiencia. Hasta hace poco, fue Director Gerente del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB), con sede en Beijing. En este rol, lideró temas de rendición de cuentas, evaluación independiente de la efectividad institucional y lucha anticorrupción a nivel global, cargo al cual renunció para postularse como precandidato a la presidencia de la República de Costa Rica.
Anteriormente, fue Director General del Departamento de Evaluación Independiente del Banco Asiático de Desarrollo (ADB), con la tarea principal de evaluar la efectividad de las políticas y proyectos de desarrollo implementados en Asia y el Pacífico. Antes de su labor en el ADB, ocupó responsabilidades similares en el Grupo del Banco Mundial (WBG), donde fungió como Director de Evaluación Independiente en Finanzas, Sector Privado y Desarrollo Sostenible. Además, lideró la evaluación independiente en la Corporación Financiera Internacional (IFC) y la Agencia Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA), con cobertura geográfica global.
En su trayectoria en Costa Rica, el Dr. Taylor-Dormond ha sido Viceministro de Hacienda, Jefe del Instituto Superior de Estudios Policiales, y miembro del equipo de investigación del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica. También desempeñó varios cargos de alto nivel en el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), incluyendo los roles de Contralor y Economista Jefe, y, en otro momento, Vicepresidente Ejecutivo a.i., Jefe de Evaluación y Jefe de Estudios y Políticas.
Posee una Licenciatura en Economía de la Universidad de Costa Rica; una Maestría en Asuntos Internacionales de la Escuela de Asuntos Internacionales Norman Paterson de la Universidad de Carleton; y un Doctorado en Economía de la Universidad de Carleton y la Universidad de Ottawa, Canadá.
En el ámbito personal, el Dr. Taylor-Dormond está casado con la Sra. Oreana Ebanks Allen y es padre de tres hijos (Marvin, Jonnathan y Sebastián), cuyas esposas son Crystal y Cristyn. Además, tiene cuatro nietas: Alexa, Sofía, Inés y Eden. Entre sus hobbies se encuentran el baloncesto, el buceo, la música (incluyendo composición de canciones) y la lectura.
En sus propias palabras
Con honda preocupación, he venido observando el deterioro de la sana convivencia democrática que ha caracterizado a nuestro país. Somos una sociedad construida sobre la base del diálogo, el consenso y los grandes acuerdos. Eso no lo digo yo, Marvin Taylor, es una realidad y es el posicionamiento a nivel mundial que tenemos. Somos percibidos como una de las democracias más sólidas del planeta, ejemplo mundial en la libertad de expresión, defensa de los derechos humanos, elecciones libres y limpias y el funcionamiento de una estructura institucional sustentada en la división de poderes, lo cual genera un sano balance y minimiza el uso y abuso del poder por ninguna de las partes. Y esto lo digo con conocimiento de causa, no me lo invento. La oportunidad de haber trabajado para varios organismos internacionales, vivir fuera del país, convivir con altas personalidades a nivel global, así me lo confirmaron siempre; nuestra imagen y marca país se sustenta en la fortaleza y solidez de nuestra democracia. Somos un país pequeño, pero grande en el concierto mundial en cuanto a los conceptos de libertad, seguridad, respeto y sana convivencia se refiere.
Renuncié a mi posición en el Banco Asiático y a una carrera de más de 50 años, con todo el costo que eso implica tanto en lo económico, como en lo personal. No lo hice para venir a una aventura electoral. Vengo con un sentido de misión, y es defender y salvaguardar esa democracia ejemplar que hemos construido en los últimos 75 años. Por eso, más que retórica, poses o cálculos personales, yo tomé una decisión: soy hombre de decisiones.
Renuncié a mi zona de confort y vengo en sentido de misión. Por eso soy precandidato del Partido Liberación Nacional, convencido de que ganaré la convención interna en abril 06 del presente y seré candidato nacional por el PLN, y desde ahí daré la lucha para recuperar la ruta y sacar al país de su momento más oscuro. Este momento en el que algunos, obnubilados y cegados por el poder, quieren echar por la borda esa gran construcción que nos pone como un ejemplo mundial y que muchos países quisieran emular. Esa misma construcción de la cual yo, y muchos de ustedes, nos hemos beneficiado gracias a la movilidad social que ese sistema desarrolló exitosamente y siendo un ejemplo mundial en todo sentido. Ese sistema y modelo país, hoy golpeado, vilipendiado y hasta humillado por fuerzas oscuras, que ojalá, y con toda seguridad, desplazaremos en las próximas elecciones 2026.
Pero antes que militante PLN, precandidato y el seguro candidato a la presidencia, soy un ciudadano costarricense. Y el sentido de misión de mi postulación me hace más ciudadano que candidato, porque antes que el partido, está la patria.
Por ello, como ciudadano preocupado y comprometido con la defensa de nuestra democracia, he decidido presentar una denuncia contra quien resulte culpable por la instalación de las vallas en circunvalación norte, con un mensaje claramente incitador y promoviendo la sedición.
En Costa Rica, el delito de sedición se encuentra establecido en el artículo 4 de la Constitución Política, que establece que ninguna persona o grupo de personas puede asumir la representación del pueblo, arrogarse sus derechos o hacer peticiones a su nombre.
Sin embargo, el Código Penal no tiene un tipo penal específico llamado sedición. No obstante, el Título Segundo del Código Penal, que abarca los delitos contra los poderes públicos y el orden constitucional, tiene varios artículos que se refieren a situaciones similares a la sedición. Algunos de los delitos similares a la sedición son: Rebelión, Atentado, Violación del principio de alternabilidad, Propaganda contra el orden constitucional, Motín, Conspiración, y Seducción de fuerzas de seguridad. Las penas para estos delitos pueden ser de entre uno y hasta 10 años de cárcel.
Hago un llamado a la reflexión como país: no podemos permitir que las diferencias ideológicas nos dividan al punto de poner en riesgo nuestra democracia y la paz social que tanto nos ha costado construir. Costa Rica es un ejemplo de diálogo, respeto y consenso, y no podemos dejar que las polarizaciones, los discursos de odio y las prácticas antidemocráticas minen los pilares de nuestra convivencia. Es el momento de unirnos como nación, de defender los valores que nos han hecho grandes y de actuar con responsabilidad para garantizar que el futuro de nuestras generaciones se desarrolle en un país libre, solidario y democrático. Solo trabajando juntos, con respeto y compromiso, podremos superar los retos del presente y construir una Costa Rica más fuerte y próspera.
Fuentes: sitioweb marvintaylo.cr y Cuenta X x.com/conmarvintaylor