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Berlín, 9 nov (dpa) – El canciller alemán, Olaf Scholz, pidió hoy a los ciudadanos que se opongan activamente a la marginación o persecución de los judíos, con motivo del 85 aniversario del pogromo nazi, también conocido como noche los cristales rotos.
Scholz añadió en un servicio conmemorativo en la sinagoga Beth Zion de Berlín que, a pesar de la estremecedora historia del Holocausto, los judíos siguen sufriendo discriminación y exclusión.
«Es una vergüenza. Me indigna y me avergüenza profundamente», subrayó.
El 9 de noviembre de 1938 ardieron en Alemania las sinagogas. En medio de un ambiente de hostilidad se formaron turbas de alemanes que destruyeron los escaparates de las tiendas y las ventanas de los edificios de propiedad judía. La ola de violencia condujo al exterminio de seis millones de judíos en Europa unos años más tarde.
Por su parte, el presidente del Consejo Central de los Judíos en Alemania, Josef Schuster, señaló durante la ceremonia que, a diferencia de hace 85 años, la vida judía en Alemania está hoy protegida. Sin embargo, también recalcó que la gente no quiere vivir detrás de «escudos protectores».
«Queremos vivir libremente en Alemania, en nuestro país, vivir libremente en esta sociedad abierta», manifestó Schuster. Sus declaraciones hicieron referencia a un aumento de los incidentes antisemitas en Alemania en el mes transcurrido desde que el grupo militante islamista Hamás perpetró atentados terroristas contra Israel.
A mediados de octubre, dos hombres no identificados lanzaron cócteles molotov contra una sinagoga y un centro comunitario judío de Berlín.
El acto celebrado hoy en la sinagoga berlinesa se desarrolló bajo enormes medidas de seguridad. Se acordonaron las calles y la Policía acudió con francotiradores y vehículos blindados.
Entre los asistentes se encontraron el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, la presidenta del Parlamento germano, Bärbel Bas, varios ministros y el embajador de Israel, Ron Prosor, así como familiares de rehenes retenidos por Hamás en la Franja de Gaza.
Scholz hizo una promesa de gran alcance en la ceremonia: «No toleraremos el antisemitismo, en ninguna parte», aseveró.
A pesar de que Alemania repite desde décadas que el antisemitismo en el país no debe tener lugar «nunca más», los manifestantes propalestinos en las calles germanas se las arreglaron para celebrar el ataque terrorista contra Israel perpetrado por terroristas de Hamás el 7 de octubre.
El número de incidentes antisemitas se ha disparado desde entonces. «Quien quiera entender por qué el ataque terrorista contra Israel está causando profundos traumas, miedos e inseguridades también en la comunidad judía de Alemania», apuntó a su vez Schuster, «debe ser consciente de lo que está ocurriendo en las almas judías 85 años después de la noche del pogromo, cuando se vuelven a pintar estrellas de David en casas judías, cuando se vuelven a atacar tiendas judías».
Schuster se refirió a «un paralelismo en la mentalidad» de los islamistas radicales y los extremistas de derecha, y también fustigó el desprecio por las lecciones de la historia que percibe en los círculos de izquierda y extremistas de izquierda.
«Cualquier forma de antisemitismo envenena nuestra sociedad», afirmó asimismo Scholz, amenazando a los inmigrantes con la deportación si incurren en conductas antisemitas.
El canciller dejó claro que, en general, el Estado no podrá hacer frente por sí solo al problema del antisemitismo y que la protección de las instituciones judías por sí sola no es suficiente. «Si los judíos en Alemania tienen que vivir detrás de escudos protectores cada vez más grandes, entonces eso es intolerable», dijo, refiriéndose al discurso de Schuster.
Scholz subrayó que es necesario que todos se «levanten contra el odio» y dio las gracias a quienes dan la cara por la humanidad.
«Alemania se basa en que permanezcamos unidos de forma indivisible, en que los ciudadanos de confesión judía formen parte de ella de forma natural, en que nos enfrentemos juntos al terror y al odio», sostuvo el canciller. «Nunca más, eso es lo que vale, haremos honor a ello. Hoy, mañana y siempre».
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