Don Ricardo Saprissa Ayma fue una persona que tuvo un gran impacto en el fútbol costarricense que se extiende hasta la actualidad, pero también tuvo una destacada participación en varias disciplinas. Demostró la importancia de complementar su vida laboral con el deporte, el valor de la solidaridad y la lealtad, pero además, la necesidad de fomentar espacios de formación y crecimiento educativo y deportivo para la juventud de escasos recursos.
Su aporte trascendió su vida al ser piedra angular en la fundación, desarrollo y fortalecimiento de una institución deportiva como el Deportivo Saprissa, que ha impactado la vida de muchos jóvenes en nuestro país, incentivando no sólo su desarrollo futbolístico sino su preparación académica, para alcanzar una formación integral que les permita ser agentes de cambio, a través de diversas acciones de carácter social.
Su historia como persona y deportista en varias disciplinas
Ricardo Juan Antonio Saprissa Aymá, nacido en El Salvador el 24 de junio de 1901, naturalizado costarricense, fue una persona destacada por su desempeño como deportista y empresario. En su juventud practicó varios deportes destacando como tenista, aunque también era aficionado al béisbol, al hockey sobre césped y principalmente al fútbol, entre otros deportes. El fútbol fue el deporte que le dio más popularidad.
Fue el cuarto de ocho hijos del matrimonio de José Saprissa Llurá, empresario y cónsul honorario de El Salvador en Almería y Carmen Aymá Sagrera, ambos de origen catalán y de clase acomodada, lo que le permitió estudiar en Europa.
A los tres años viajó con su madre a Barcelona, la ciudad natal de su familia en España, donde permaneció hasta los diez años estudiando. Debido a la muerte repentina de su padre retornó a la ciudad de San Salvador en 1910, donde tuvo sus primeros contactos con el deporte. Su disciplina, esfuerzo, responsabilidad y compromiso lo llevaron a destacarse en varias disciplinas deportivas y a desarrollar un negocio familiar que le permitió aportar económicamente a varias causas de su interés.
Diversos artículos relatan que pasaba muchas horas jugando béisbol y que con este deporte empezó a recoger los primeros elogios de la prensa: “Saprissa era una muralla; no dejó pasar la bola por su puesto”. También se convirtió rápidamente en uno de los mejores tenistas de centroamérica, ganando el campeonato centroamericano con 19 años en 1920 representando a El Salvador.
En 1921, después de obtener su título de ingeniero topógrafo en la Escuela Politécnica Militar, regresó nuevamente a Barcelona junto con su madre, en donde siguió cosechando logros.
Empezó su vida deportiva en el beisbol y se incorporó al América, era un notable cátcher y enseguida destacó en este deporte que en la Barcelona de la época era muy minoritario. A su vez, destacó en el tenis, especialmente en la modalidad de dobles junto a Antonio Juanico, con el que fue campeón de España en 1923 y 1924, siendo los primeros campeones de España según la Real Federación Española de Tenis (RFET). Incluso, en esta área participó en los Juegos Olímpicos de París en 1924, por lo que es considerado como el primer centroamericano que ha participado en unos juegos olímpicos, intervenciones que en esa época sólo estaban al alcance de auténticos deportistas fuera de serie. También fue miembro de la selección española en la Copa Davis contra Bélgica en Amberes en 1930.
En hockey hierba, se convirtió en uno de los mejores delanteros del país y en la estrella del Pompeya. Tras la desaparición de la sección de hockey de dicho club en 1924 pasó al Real Club de Polo, en cuyas filas conquistó los campeonatos de España de 1924 y 1925. Además, con el Real Polo Hockey Club también obtuvo el Campeonato Nacional anotando dos goles en la final en 1928 ante el Athletic Club de Madrid y siendo condecorado por el Rey de España, Rey Alfonso XIII, un ferviente seguidor de esta disciplina, que recibió a los campeones en su palacio. En este deporte, también consiguió la internacionalidad absoluta con España.
En otra área de su vida, el exfutbolista fue también un notable filántropo y financió campañas para ayudar a jóvenes desfavorecidos en la capital costarricense. En los últimos años de su vida ingresó voluntariamente en una residencia en Alajuela, donde falleció el 16 de agosto de 1990, con 89 años de edad.
Su impacto en el fútbol
Es en el fútbol donde cimentará su fama, específicamente en el RCD Español de Barcelona donde jugó nueve temporadas (1922-1932). Era un defensa derecho de buena estampa, que junto al mítico guardameta internacional Ricardo Zamora y el defensa izquierdo Conrad Portas formaron una de las mejores defensas de esa época.
Con el equipo RCD Español ganó en 1929 el campeonato de Cataluña. En este torneo consiguieron la victoria ante el Atlético de Madrid en cuartos de final, y el F. C. Barcelona en semifinales. Para la final, vencieron al Real Madrid, con marcador de 2 a 1, y don Ricardo Saprissa destacó por su labor defensiva. Dos títulos de Cataluña y la Copa del Rey (1929) es el saldo de su paso por el equipo español.
El 17 de enero de 1932, ante el Athletic de Bilbao, pone fin a su carrera futbolística, puesto que su hermano mayor, Rogelio, necesitaba ayuda para sacar adelante la fábrica textil que poseía en Costa Rica. Ese mismo año fue nombrado Presidente Honorario del RCD Español, cargo que conservó hasta su muerte.
Lo destacan en varios homenajes que le han realizado por dos datos que hablan más que cualquier otra cosa de su calidad humana y deportiva: nunca fue expulsado o amonestado y jamás cobró un céntimo por jugar.
Entre los costarricenses, don Ricardo se distinguió desde su llegada por ser todo un caballero y excelente deportista. Practicó el fútbol, el béisbol, el softbol y el tenis. Como tenista defendió los colores patrios en 1938, durante los IV Juegos Centroamericanos y del Caribe en Panamá y luego en San Salvador en 1946.
Don Ricardo Saprissa empieza a figurar de manera notable en el fútbol costarricense en clubes de fútbol como el Orión (en el que fue jugador, entrenador y dirigente) y en la Liga Deportiva Alajuelense, Gimnástica y el Club Sport Cartaginés, quienes lo declararon presidente honorario.
Fue entrenador de la selección nacional de fútbol costarricense en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1935 y de 1938, así como en los Panamericanos de 1951.
Deportivo Saprissa: lo deportivo y acción social
Don Ricardo Saprissa Aymá fue un benefactor del deporte costarricense; sin embargo, su mayor legado inicia el 16 de julio de 1935, en la zapatería de Fausto Leiva del Barrio Los Ángeles en San José, donde varios entusiastas del fútbol se reúnen para fundar el Saprissa F.C, por idea de don Roberto “Beto” Fernández, quien entusiasmó a don Ricardo para ser parte y patrocinador del proyecto.
En 1948 el equipo se separó del Club Orión y se estableció como el Deportivo Saprissa F.C, haciendo su ingreso a primera división el 21 de agosto de 1949, siendo don Ricardo su insigne presidente hasta 1981. Fue el primer equipo en realizar una gira mundial con una expedición de más de 74 días y tras 22 partidos en 1959. De igual forma, fue el primero en el país en contar con estadio propio, cuya construcción inició con la colocación de la primera piedra por parte de don Ricardo Saprissa el 12 de octubre de 1966 y culminó con su inauguración el 27 de agosto de 1972.
Como equipo deportivo tiene abundantes logros, ha obtenido 40 campeonatos nacionales (incluyendo un hexacampeonato 1972-1977), doce copas nacionales (siete de Copa, 4 de Supercopa y 1 de Recopa), 9 copas internacionales (3 títulos en la Copa Fraternidad Centroamericana, 1 en el Torneo Grandes de Centroamérica, 1 en la Copa Interclubes de la UNCAF, 3 títulos de campeón en la CONCACAF y 1 en la Liga CONCACAF). En el 2005, obtuvo el tercer lugar de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA.
Además, fue el primer conjunto de la CONCACAF en alcanzar los 30 títulos nacionales y fue escogido como el Equipo del Siglo XX de la CONCACAF, según la IFFHS. Asimismo, ha sido el equipo más joven entre los grandes de Costa Rica y el que posee proporcionalmente más títulos de campeón y subcampeón nacional, poseyendo una de las aficiones más grandes de Centroamérica y la más grande de Costa Rica.
Pero aún mayor que los récords deportivos, se trasladó la enseñanza de su fundador como un hombre de sacrificio, responsabilidad y coraje, un gran empresario en el área textil obsesionado con tutelar y enseñar a los niños y jóvenes más desfavorecidos de la sociedad. Por esto se creó la Fundación Saprissa, mediante la cual se impulsan diversos programas con el fin de enseñar valores y habilidades psicosociales que son de suma importancia para el crecimiento de los niños y niñas que participan, en sedes urbanas y rurales, con temas como la lucha contra la violencia hacia las mujeres, cuido del ambiente (con jornadas de limpieza de ríos y siembra de árboles), campañas pro adultos mayores, apoyo a poblaciones migrantes, recuperación de espacios públicos (pintura y mantenimiento de espacios) y escuela de valores (como perseverancia, tolerancia, disciplina, excelencia académica, trabajo en equipo, entre otros).
En resumen, a don Ricardo Saprissa Aymá se le describe como “un hombre perseverante, sereno y humilde, lleno de paz, amor y visionario”. Fue uno de los principales pioneros en el deporte costarricense y principalmente de las ligas menores, donde los niños a temprana edad se preparaban desde “mosquitos” pasando por todo el proceso de ligas menores, hasta llegar a ser las estrellas de la primera división.
En esa labor, como verdadero observador de jugadores, visitaba los diferentes cantones de Costa Rica con el propósito de escoger con su “ojo clínico” a las promesas más sobresalientes de nuestro máximo deporte nacional. Y es así como muchos niños de bajas condiciones económicas, fueron llevados de la mano de don Ricardo, hasta convertirlos en los más destacados futbolistas del país, no solo del Deportivo Saprissa sino de la Selección Nacional Mayor.
Nunca se interesó por el dinero, porque la satisfacción para don Ricardo fue su ferviente sentimiento de la labor cumplida. ¿No es ese acaso el propósito del hombre en su paso por la tierra? Fue muy amado por los niños, por nuestra juventud, por los vecinos, por los amigos, todos para quienes siempre estará en nuestros corazones.
Entre las principales distinciones podemos mencionar que don Ricardo es Miembro de la Galería Costarricense del Deporte (1969); fue presidente honorario del RCD Español de Barcelona, Orión, Gimnástica Española y Liga Deportiva Alajuelense. El estadio Ricardo Saprissa lleva su nombre desde el 27 de agosto de 1972. En el 2024 el puente sobre el río Virilla en la ruta 32, fue nombrado como puente Ricardo Saprissa Aymá.
Fuente: Proyecto benemeritazgo, Expediente No. 24416
Imágenes :saprissa.com
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