Febrero 12, 2024
Antoni Belchi
En los últimos meses, en Texas se ha visto un creciente movimiento separatista conocido como ‘TEXIT’ alimentado por el deseo de declarar a Texas un estado independiente y soberano.Sin embargo, expertos legales argumentan que no hay un camino legal para tal movimiento.
El movimiento ‘TEXIT’ ha suscitado controversia en Texas, con partidarios que abogan por la independencia del estado. ¿Qué barreras legales e históricas se interponen en el camino de Texas para separarse de la Unión?
MIAMI, EEUU — Desde hace varios meses, en Texas ha habido un movimiento independentista que ha ido agarrando más fuerza. Lo han bautizado como ‘TEXIT’ -la combinación de la palabra ‘Texas’ con ‘exit’ (‘salida’ en inglés)- y es una iniciativa encaminada a proclamar la independencia de este estado y declararlo como un estado soberano.
Sin embargo, el abogado constitucionalista Rafael Peñalver, asegura a la Voz de América que esta iniciativa no tendría mucho recorrido legal en tanto que la Constitución no contempla un movimiento de este tipo.
“Ahora se habla de que Texas quiere independizarse, algo que no contempla la Constitución norteamericana”, explica Peñalver insistiendo en que la Carta Magna de EEUU “no concibe que un estado se separe”.
En un principio lo que se pretendía era realizar un referéndum en las próximas elecciones presidenciales de noviembre, para que en la boleta también se preguntara a los ciudadanos de Texas si están de acuerdo o no en seguir adelante con esta propuesta.
Para el profesor de ciencias políticas del Miami-Dade College (MDC), en Florida, Robert Tapia, esta iniciativa tiene muy pocas posibilidades de salir adelante teniendo en cuenta los antecedentes que se han dado en el pasado. “Ningún estado ha logrado la independencia” señala al tiempo que aclara que “en la Constitución no está escrito ni cómo entrar a la Unión Americana ni cómo salir”.
La ley HB 3596 que buscaba la independencia
El representante estatal Bryan Slaton presentó un proyecto de ley en marzo de 2023, que finalmente no salió adelante. La propuesta, denominada como “Ley del Referéndum de Independencia”, de haber sido aprobada, habría convocado a un referéndum estatal sobre la secesión de Texas de Estados Unidos.
La legislación propuesta buscaba permitir que los ciudadanos texanos expresaran su opinión a través de un referéndum sobre si el estado debería separarse de la unión. Sin embargo, la propuesta no logró avanzar más allá del comité, lo que significa que nunca llegó a ser discutida y votada en el pleno de la legislatura estatal.
¿Qué ocurrió hace 200 años?
Hace más de 200 años que ocurrió lo que ahora los historiadores han bautizado como “Independencia de Texas” o “Revolución de Texas”. Fue entre 1835 y 1836 y, en ese entonces, Texas se independizó de México, que era el país que tenía el poder sobre este territorio.
“La guerra que ocurrió entre Estados Unidos y México, en parte, fue porque México no quería respetar que Texas fuera parte de Estados Unidos, además de la frontera entre río Grande de Texas y México. También hubo otras causas, como que EEUU quería expandir y acoger a California, pero parte de la razón fue ese asunto de la frontera entre Texas y México”, dijo el profesor del MDC.
Una década después, en 1846, el estado fue anexado a Estados Unidos bajo la aprobación del presidente James Polk. “En 1845, (Texas) aplicó para ser parte de la Unión de Estados Unidos y el Senado y el Congreso aceptaron a Texas para que fuera parte de la Unión”, señala Tapia.
¿Qué contempla la Constitución sobre la independencia de un estado?
La Constitución de Estados Unidos sería el único vehículo legal que permitiría la independencia de un territorio del país. Sin embargo, como se ha comentado anteriormente, la Carta Magna no contempla una situación de este tipo.
Sin embargo, Tapia señala que en ese texto solo se señala que “cualquier cosa no mencionada por la Constitución debe ser delegada al gobierno estatal”, de manera que sería el gobierno estatal el encargado de sacar adelante una propuesta de independencia.
Para ello, se necesitarían dos pasos indispensables. Por un lado, que la mayoría de los ciudadanos en el estado voten a favor de la independencia de Texas. “El pueblo de Texas tiene que hacer un referéndum y la legislatura estatal tiene que aprobarlo”, indica el experto en ciencias políticas.
Después de que la propuesta haya recibido la luz verde en el estado, la propuesta deberá llegar al Senado. El poder de la Cámara Alta está escrito en los artículos 1 y 2, donde hace referencia a los poderes de la política exterior.
“La Constitución da el poder de los tratados extranjeros, en lo que denomina ‘Ratificación de un Tratado Extranjero’, al Senado”, dice Tapia insistiendo que es la Cámara Alta y no la Cámara de Representantes con el apoyo de los dos tercios.
“Quien negocia y firma el tratado extranjero es el presidente de Estados Unidos. Pero la ratificación de ese tratado extranjero debe ser apoyado por dos tercios del Senado”, comentó.
La resolución de 1845
Además, hay que tener en cuenta los antecedentes legales e históricos que han impedido que Texas obtenga la independencia de forma legal.
La resolución de 1845 por la que se anexó a Estados Unidos señala que el estado puede dividirse en un máximo de cinco nuevos estados, pero no contempla que éste, en su totalidad, pueda formar un nuevo país.
Voz de América