Pino bristlecone – Montañas Blancas

Pino bristlecone
Pinos bristlecone de la Gran Cuenca en el antiguo bosque de pinos bristlecone de las Montañas Blancas, California
Dónde California, Estados Unidos
Árbol más antiguo el árbol de Matusalén, de más de 4 700 años
Pino bristlecone más grande el Patriarca, con 11 mt de contorno, aunque quizá sean dos árboles que han crecido juntos
Más parecido a una roca que a una planta, el pino bristlecone es el árbol más longevo del planeta. Estos árboles crecen en las White Mountains, al este de la Sierra Nevada, en California. Los ejemplares más antiguos han logrado sobrevivir en este inhóspito entorno durante casi cinco milenios.

En medio de este prístino paisaje lunar empapado de rayos ultravioleta, los árboles jóvenes medran, con sus ramas pesadamente cargadas de agujas y sus piñas erizadas repletas de resina que exhalan un fresco aroma a pino. Conforme envejecen, el tiempo y los elementos pasan factura al golpear, rociar de arena e ir poco a poco puliendo los ejemplares más resistentes siglo tras siglo. Aquí radica el secreto de la longevidad de estos pinos, puesto que aquellos árboles que crecen en los entornos más duros lo hacen muy lentamente, desarrollando una madera muy densa en el proceso. Cuando los pinos bristlecone finalmente mueren, sus maltratados restos permanecen en pie durante otros mil años o más, hasta que por fin la erosión causada por el viento y el hielo termina con ellos.

Los pinos bristlecone han desempeñado un papel fundamental para comprender el clima del pasado. La cronología de los anillos marcados en el tronco de este tipo de árboles, tanto en los vivos como en los muertos, ha permitido la construcción de un registro de cambios en la climatología que se remontan a hace más de 9.000 años.

El primero en acometer esta labor fue Edmund Schulman, un científico de la Universidad de Arizona que descubrió la asombrosa longevidad de los pinos bristlecone en la década de 1950. Puesto que las diferencias climáticas de un año a otro causan una modificación en el diseño de la línea de crecimiento marcada en el interior del tronco del árbol, es posible deducir condiciones de crecimiento pasadas.

En reconocimiento a la labor de Schulman, un bosque de estos extraños árboles lleva su nombre: el Schulman’s Grove («bosquecillo de Schulman»), que contiene el primer árbol registrado de más de 4 000 años de antigüedad. Cerca de allí, un centro para visitantes, un merendero y otras comodidades permiten al viajero explorar este extraño y bello paisaje. Se puede disfrutar de toda una serie de paseos convenientemente señalizados.

Con la ayuda de la Wikipedia y 1001 sitios que hay que visitar antes de morir

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