¿Pesca o no pesca?

Desde La Mina 2.0

Mauricio Castro Salazar
mauricio.castro.salazar@gmail.com

Mauricio Castro

Qué terrible. Nuevamente se vuelve a demostrar que el Gobierno gobierna para la meseta central. Se vuelve a demostrar que la única forma en que el Gobierno atienda sus demandas o al menos a conversar es irse a la calle.

Yo pienso que todo el mundo debería tener la misma opción de negociación que tiene el sector privado: una llamada, una invitación a conversar, un ministro encargado…El día en que veamos a la UCCAEP desfilando por la calles apague y vámonos y que el último le ponga el candado a la puerta. Eso significaría que el Gobierno de verdad que no habla con nadie.

He tratado de recordar cuando se paró la tala en Costa Rica. Deben haber habido muchos leñadores protestando y diciendo que no tenían otra opción y sin duda empresarios mostrando sus números y su bancarrota.

La tala rasa se eliminó por eso: dejaban al bosque pobre porque se volaban todo y más. Para parar la tala el Gobierno siguió un programa de Estado, que hoy urbi et orbi es reconocido y vemos que Costa Rica es reconocida por recuperar su cobertura forestal del 21 al 56% y sigue creciendo.

Costa Rica sí permite la corta de árboles bajo esquemas de manejo o en zonas que fueron reforestadas con fines comerciales. En las zonas protegidas no se permite la corta de ningún árbol. Costa Rica decidió parar la tala y para ello puso plata.

¿Por qué no se sigue un modelo igual con la pesca?

En las zonas protegidas cero pesca, manejo racional donde se pueda y en zonas “repobladas” con fines comerciales se pesca sin restricción.

La gran diferencia entre la tala y la pesca son las zonas donde se realiza. La recuperación de los bosques se debió en mucho que la ganadería dejó de ser un buen negocio, ocupaba poca mano de obra y se pudo pasar de ganado a conservar bosque, se empezaron a pagar servicios ambientales y se ayudó a paliar la quiebra de la ganadería.

La pesca se concentra en las zonas costeras, y el punto de mayor concentración es el Golfo de Nicoya. En algún momento (circa 2010) se llegó a considerar que solo en el Golfo la gente que dependía de la pesca artesanal y comercial se aproximaba a 100 mil. Y 100 mil es un montonón de gente y más en una zona deprimida como Puntarenas.

Yo no soy ambientalista. Estoy lejos de serlo. Yo creo en el desarrollo sostenible. Yo creo que debe hacerse un balance entre lo ambiental, lo económico y lo social y ahora, incluyo lo cultural. No pueden hacerse análisis unidimensionales.

No es posible que la gente de la costa no tenga soluciones a sus problemas, que la única respuesta sea el silencio o un no. Un no irrestricto. La Sala Constitucional, que es la que de verdad gobierna el país, instruyó que se debían hacer estudios para determinar el estado de los caladeros y decidir si habría más pesca. ¿Se hicieron los estudios?

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