Efrén Arauz C.
arauzefren@yahoo.com
El tema de nuestro tiempo es el caos vial, los problemas de infraestructura, las presas, la ineficiencia del Mopt, Conavi, Cosevi, aquí pareciera que el numero cuarenta es cabalístico : cada carretera dura más o menos ese periodo para que se concrete. Veamos, Caldera duro mas de cuarenta años para que se hiciera, lo mismo la carretera a Limón, la circunvalación de la capital lleva treinta y ocho años y va por la mitad, a pesar de que en estos días se concluye con la rotonda de Paso Ancho, en quince años ninguna rotonda servirá, toda la circulación estará colapsada, y así sucesivamente, cuanto lleva la nueva carretera a San Carlos, cuarenta años, y la nueva radial San José- San Ramón, cuarenta años, la ampliación de la carretera a Limón va por el mismo camino, mientras que Centroamérica se moderniza, nosotros vamos hacia atrás, en infraestructura, y otras áreas, ya no somos la suiza del istmo, somos la cenicienta, y no hablemos más de Panamá.
¿Qué nos pasa, qué hace el Mopt, qué hace el Conavi, el Cosevi y sus cientos de miles de empleados? ¿Qué hace el ministro del ramo, el Presidente, qué dice Lananme? Ahora resulta que el problema y los atrasos, según aducen, son las expropiaciones, ¿no es cierto que hace dos años se reformó la ley para que el desalojo se realizara en un mes? El pretexto no es de recibo, nos están engañando….y nos la estamos creyendo.
Las inundaciones en el centro de la capital son una vergüenza nacional, las presas diarias en el gran área metropolitana están generando pérdidas por más de seiscientos millones de dólares al año, más el estrés y otras enfermedades sicosomáticas en los conductores.
Para colmo de males, hace unos días se pagaron más de 37.000 millones de colones en un tramo de dos kilómetros en Moin y no ha pasado nada, nadie es responsable, nadie dice nada y nadie hace algo….definitivamente, seguimos domesticados.
Para terminar, ni siquiera somos capaces de tapar los huecos de las calles o arreglar un puente, no somos capaces de demarcar nuestras carreteras y para aliviar el problema de las presas al gobierno se le ocurrió subir arbitrariamente el precio de los combustibles, cuando en todas partes baja, ¿hacia donde vamos a llegar? ¿Qué ocurrirá cuando se acabe el petróleo si regalamos nuestro cemento?
O dejamos de hablar, de teorizar o no competimos, o nos ponemos a hacer o nos quedaremos atascados en el pasado, acaso que para hacer una carretera, un puente, un hospital o una escuela hay que ser de derecha o de izquierda? El problema no es ideológico, es de gestión, de voluntad política, de sana administración, de hacer que las cosas ocurran… o actuamos ya o nos ahogamos en la ineficiencia, en la in -competitividad y en los ríos que inundan nuestras colapsadas calles…barbas en remojo en esas aguas…, aún, estamos a tiempo.
– Abogado y politólogo