Desde La Mina
Mauricio Castro Salazar
mauricio.castro@costarricense.cr
En mi casa en La Mina leí que hubo una marcha que pedía “no más RECOPE” y también leí y escuché opiniones sobre lo caro que es el combustible y los privilegios que tienen sus empleados.
Hace unos años (2012) cuando se hablaba de lo caro que son los combustibles en Costa Rica, hice una revisión de los costos y los porcentajes del precio final de los combustibles y me daba algo más o menos así:
- 56% costo del producto
- 30% impuestos
- 7% Recope
- 7% gasolineros y transportistas
Y los impuestos se destinan así:
- 30% a CONAVI, que a su vez lo tiene que reinvertir en conservación y construcción de nuevas vías, traspaso a las municipalidades y al LANAME
- 3,5% al pago de servicios ambientales
- Un mínimo de mil millones de colones anuales se deben presupuestar para la Cruz Roja
Vistos los datos anteriores concluyo que la única forma de bajar el precio es reducir algunos componentes del precio, entonces pregunto:
¿Le quito plata a CONAVI?
¿Le quito plata a LANAME o a las municipalidades?
¿Elimino el impuesto para proteger y conservar bosques?
¿Le quito los fondos a la Cruz Roja?
¿Le bajo el % a los gasolineros y transportistas?
¿No compro más hidrocarburos?
¿Bajo los gastos de RECOPE?
Posiblemente la opinión generalizada será bajar los gastos de RECOPE o desaparecerla, ¿cuánto significan del costo total los gastos de RECOPE? ¿del precio al consumidor?
La respuesta es muy fácil: prácticamente nada, por lo que eliminar ese rubro o rebajarlo no reduciría el precio de los combustibles.
Difícilmente una empresa privada en Costa Rica o en el mundo podrá manejar los combustibles con un costo inferior al 7%, entonces, ¿qué hacemos?
¿No más RECOPE?
Claramente la solución no pasa por eliminarla.