Machu Picchu: La ciudad perdida de los incas

Por Thiago Borges (Especial de Infosurhoy para Cambio Político)

El antropólogo estadounidense Hiram Bingham III llegó a Machu Picchu en 1911, tras una expedición por el Valle Sagrado del río Urubamba. Thiago Borges/Infosurhoy
El antropólogo estadounidense Hiram Bingham III llegó a Machu Picchu en 1911, tras una expedición por el Valle Sagrado del río Urubamba. Thiago Borges/Infosurhoy

Cusco, 29 nov 2012 (Infosurhoy) – Templos, escalinatas, plazas, residencias y terrazas de piedra son el registro de una civilización que vivía en armonía con la naturaleza, en una ciudadela a 2.430 metros sobre el nivel del mar.

El Santuario Histórico de Machu Picchu se localiza entre las montañas peruanas de Huayna Picchu y Machu Picchu, que dio origen al nombre del sitio.

Machu Picchu fue construido durante el siglo XV, a petición del emperador inca Pachacútec. Originarios de las montañas de Perú, los incas habitaron la región occidental de América del Sur, desde Colombia hasta Argentina.

El imperio inca colapsó después de que fuera derrotado por los españoles en 1572.

Machu Picchu fue redescubierto casi 400 años después por el explorador estadounidense Hiram Bingham III en 1911.

Durante una expedición por la región del río Urubamba, Bingham encontró la ciudad perdida de los incas, cubierta por la vegetación. Pero Machu Picchu no había sido completamente olvidada; de hecho, dos familias de campesinos peruanos vivían entre sus ruinas.

El gobierno peruano posteriormente asumió el control de la ciudadela, que fue rápidamente transformada en sitio arqueológico. En el año 1983, la UNESCO reconoció a Machu Picchu como Patrimonio de la Humanidad.

Desde entonces, recibe anualmente cerca de un millón de visitantes, entre ellos muchos investigadores.

En 2011, se registraron 974 mil visitantes, de los cuales un 30% provenían de Perú, según el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo de ese país.

“Machu Picchu representa la existencia de una gran cultura en nuestro país”, expresó la economista peruana Veronnika Muñoz Lisboa, de 24 años, quien viajó en agosto con tres amigas desde Lima, la capital peruana, para visitar el lugar. “Es importante visitar sitios como éste para comprender de dónde venimos”.

Cusco, antigua capital del imperio inca

Machu Picchu es el pináculo de la cultura andina.

Como la mayoría de los turistas que visitan la región, Lisboa y sus amigas se hospedaron en Cusco, la antigua capital del imperio inca. Esta ciudad a menudo es utilizada como base por los turistas que se dirigen al sitio arqueológico.

Con sus iglesias cristianas construidas sobre templos y ruinas incaicos, la ciudad de Cusco es una atracción en sí misma.

El precio del alojamiento en esta ciudad oscila entre US$10 y US$400 dólares por noche.

En cuanto a las comidas, hay una variedad de opciones. El ceviche, plato típico peruano de pescado crudo marinado, se puede conseguir a precios que comienzan en US$15.

Desde Cusco, parten trenes diarios a Machu Picchu, con tarifas que oscilan entre US$76 y US$389.

Otra opción es viajar en taxi durante una hora desde Cusco a Ollantaytambo, donde hay trenes hasta Machu Picchu con pasajes desde US$42.

La admisión al Santuario Histórico de Machu Picchu cuesta US$24 para los peruanos y US$49 para los visitantes extranjeros.

Con su mezcla de historia y misticismo, este lugar arqueológico construido hace seis siglos atrae a casi un millón de turistas cada año.

La mejor época para visitar Machu Picchu es entre abril y octubre, durante la temporada seca.

Las guías de turismo recomiendan ropa y calzado cómodos, protector solar, repelente de insectos, atuendo para la lluvia, bocadillos y abundante agua para los turistas que tienen planes de visitar Machu Picchu.

Con la finalidad de preservar las ruinas, la UNESCO recomienda un límite diario de 800 visitantes. No obstante, el gobierno peruano optó por limitarlo a 2.500 turistas diarios.

Las agencias locales venden paquetes turísticos desde US$155. Los mismos incluyen el viaje en tren y la entrada a Machu Picchu.

Los más aventureros pueden elegir la ruta tradicional: el Camino del Inca, un sendero que se extiende por más de 40 km y que requiere caminar de cuatro a seis días. Este sendero pasa por el Valle Sagrado del río Urubamba, pasando por ruinas, cascadas y densos bosques.

Después de caminar durante cuatro días, Caio Cezar Cunha, un brasileño de 22 años, cruzó la entrada a Machu Picchu, culminando así un viaje con el que había soñado desde que tenía 13 años.

“Las ruinas tienen una fuerte energía que es diferente de los otros sitios turísticos que he visitado”, expresó Cunha, que es estudiante de geografía de la ciudad de Londrina, en el estado de Paraná.

Misterio

Mucha incertidumbre existe sobre la motivación de los incas para construir Machu Picchu.

Dada la falta de evidencia científica, existen variadas hipótesis sobre la fundación de la ciudad. Puede que haya servido como una fortaleza para proteger a la familia real de posibles ataques enemigos; quizás haya sido un lugar para ejecutar rituales religiosos incaicos; o quizás podría haber sido utilizado para realizar pruebas de tecnología agrícola.

La aldea, construida en granito, ha sido dividida por los arqueólogos en tres áreas: agrícola, residencial y sagrada.

Con la finalidad de poder realizar cultivos en el área agrícola, los incas crearon terrazas con muros de piedra y las rellenaron con diferentes materiales, tales como arcilla y barro. Allí se cultivaban al menos veinte tipos de papas, además de alimentos como la quinoa y el maíz.

Con el fin de resistir la lluvia que cae durante todo el año en el lugar, Machu Picchu tiene un sistema hidráulico con 129 canales que irrigan los sembradíos y abastecen este sitio arqueológico hasta el día de hoy, impidiendo así la formación de charcos.

En el área residencial, la cantería muestra diferencias entre las residencias de la clase media y las de la elite. Las residencias de algunos sacerdotes tienen dos pisos.

Conocedores de la astronomía, la política y la agricultura, áreas que consideraban esenciales para dominar otros pueblos, los incas les dedicaron monumentos que simbolizan su sabiduría: el cóndor (que representa el cielo), el puma (el hombre) y la serpiente (la naturaleza).

Hay muchos templos religiosos en honor de los dioses que, según los incas, asegurarían la sostenibilidad de su civilización.

Debajo de la montaña Machu Picchu, también en la zona sagrada, se ubica el Templo del Sol, que era venerado por los incas. Rodeada por las montañas de la cordillera de los Andes, la ciudad misma era un templo de adoración a la Pachamama, o Madre Tierra.

“Machu Picchu es una ciudad mística. Me conmovió muchísimo”, dijo la administradora de empresas Nancy Gisele Soria, de 26 años y oriunda de Mar del Plata, Argentina. “Es un lugar que todo el mundo debería visitar al menos una vez en la vida”.

 

Ubicación

Machu Picchu está localizado a 112 km de Cusco, al sureste de Perú, y a 1.277 km de Lima, la capital.

Cómo llegar

Hay vuelos diarios a Cusco desde Lima (1 hora y 25 minutos) y desde Arequipa (55 minutos).

En tren, el viaje entre Cusco y Machu Picchu demora tres horas y pasa por la aldea de Aguas Calientes, ubicada al pie del sitio arqueológico.

También se puede tomar un autobús o conducir hasta Ollantaytambo, donde hay trenes hasta la aldea (1 hora y 40 minutos).

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