Linda Ronstadt: un gran legado musical

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Carlos Revilla Maroto

“Hay dos clases de hombres en este mundo. Los que están enamorados de Linda Ronstadt y los que nunca han oído hablar de ella”. Willie Nelson.

Hace poco vi en youtube un documental de los que produce CNN (versión doméstica USA) sobre la cantante estadounidense Linda Ronstadt “El sonido de mi voz”, y me inspiró a escribir sobre ella ¡me trajo tantos recuerdos! Pero, ¿y quién es Linda Ronstadt? se preguntarán seguramente la mayoría de mis lectores. Pues ni más menos, que una de las mejores cantantes de la segunda mitad del siglo XX en EE.UU. e inicios del XXI, sino la mejor, y me atrevo a decir que del mundo, sin exagerar. Y cuando digo mejores, es que la voz de ella era increíble, no había otra parecida o que se le acercara. Lo dejo así nada más como introducción, elaboraré más en el artículo.

La otra pregunta, entonces es, y ¿porqué Linda Ronstadt? Ella es uno de mis ídolos de juventud y —en ese entonces— una de las pocas voces femeninas que cantaban rock, y no solo tenía la mejor voz, sino que también era muy bonita, como quien dice le hacía honor al nombre. Junto con Olivia Newton-John y las hermanas Wilson de Heart, son mis amores platónicos de juventud, en cuanto a música se refiere (ah si, también tenía actrices, de las que les escribiré en alguna oportunidad).

Linda Ronstadt era práctimente desconocida en mi juventud en Costa Rica, incluso aún ahora; se podría decir que en ese entonces era una cantante muy gringa, pero una de las más populares en su país por cierto. En detalle, durante su carrera, Ronstadt ha lanzado cerca de 30 álbumes de estudio y 15 recopilaciones. Ingresó a lista de éxitos Billboard Hot 100 en 38 ocasiones: 21 de ellas al top 40, 10 al top 10, tres al segundo puesto y una vez hasta la cima con “You’re no good”, el único de su brillante carrera, del exitoso álbum “Heart Like a Wheel” de 1974. Lo de muy gringa y rockera cambió posteriormente, con un giro impresionante de su carrera.

Linda Ronstadt es hija de padre de ascendencia alemana y de una madre holandesa, descendiente de judíos ingleses. Su bisabuelo Frederick Augustus Ronstadt fue un inmigrante alemán de Hannover que se casó con una señora mexicano-estadounidense, con la cual tuvo varios hijos. Su abuelo se llama Federico José María Ronstadt.

Cuando era una estudiante en la Universidad Estatal de Arizona en Tempe, conoció al guitarrista Bob Kimmel. El dúo se mudó a Los Ángeles donde el guitarrista y cantautor Kenny Edwards se unió a la pareja. Con el nombre de The Stone Poneys, el grupo se convirtió en una atracción taquillera en el circuito de folk de California, grabando su primer álbum en 1967. Entró por primera vez en las listas en 1967 con un sencillo como la voz principal de los Stone Poneys con la canción, “Different Drum” escrita por el miembro de The Monkees, Michael Nesmith. Su primer éxito como solista vino en 1970 con su sencillo “Long, Long time”, una canción donde muestra todo el rango de su voz.

Consiguió su mayor éxito comercial durante la década de 1970 con una cadena de álbumes platino, al desligarse del sonido del country rock primario, para incluir rock más convencional, ocasionalmente versionando clásicos primarios de la década de 1950 y principios de la década de 1960.

En 1977 apareció en la portada de la revista Time bajo el título “Torchy rock”. Ha aparecido en la portada de la revista Rolling Stone 6 veces. Su éxito se vio propulsado al final de la década de 1970 por su relación con el entonces gobernador de California, Jerry Brown. Su romance se convirtió en el tema de muchos artículos de revista. En la década de 1980 tuvo una larga relación con el director George Lucas. A pesar de su asociación con varios hombres famosos a través de los años, nunca se casó, pero adoptó a dos niños.

Su canción “Don’t Know Much” a dúo con el cantante Aaron Neville la devolvió a la cima de las listas de éxito en el mundo en 1989, y su álbum de música ranchera “Canciones de mi Padre” la convirtió en una figura promisoria en la escena musical mexicana, con la canción “Y Ándale” siendo la de mayor difusión.

Ronstadt redujo su actividad a partir del año 2000, cuando sintió que su voz de cantante se deterioraba. Publicó su último álbum de larga duración en 2004 y ofreció su último concierto en directo en 2009. Anunció su retirada en 2011 y poco después reveló que ya no podía cantar como consecuencia de padecer el mal de Parkinson. Desde entonces, Ronstadt ha seguido haciendo apariciones públicas, a pesar de que ahora está también perdiendo su vista y su oído. Ha realizado una serie de giras de conferencias públicas en la década de 2010, e incluso publicó una autobiografía, “Simple Dreams: A Musical Memoir“, en septiembre de 2013, que fue incluida por The New York Times en su lista de best-sellers; además de producir el documental de CNN.

Su registro vocal es impresionante, se aprecia que es una soprano de coloratura. Su nota más alta en voz plena es un Sol#5 mostrado en vivo en la canción “Tumbling Dice”, su nota más baja podría ser un sol#3 o un fa#3 y su nota más alta con voz de cabeza es un do#6 en la canción “I Knew You When”. Su gran pasión es cantar y ya no puede hacerlo debido a la enfermedad, sobre esto ella dijo en el documental de CNN que todavía podía cantar en su mente, pero no hacerlo físicamente.

En los últimos años ha recibido muchos honores. Fue incorporada en 2014 al Salón de la Fama del Rock, evento al que lastimosamente no pudo asistir por su enfermedad, pero el mismísimo Glenn Frey de The Eagles fue quién hizo la presentación de la inducción. Que Frey lo hiciera no fue casualidad, antes de ser The Eagles, fueron la banda de apoyo para Linda, cuando decidió hacerse solista, luego de la desintegración de los Stone Poneys. También en 2014 recibió de manos del entonces presidente Barack Obama la Medalla Nacional de las Artes, y donde Obama probablemente habló a nombre de muchos (me incluyo), cuando admitió ante Ronstadt, durante la ceremonia de entrega, que fue su amor platónico de juventud. En el 2019 el Centro Kennedy le rindió un tributo, con una buena interpretación de Carrie Underwood de la canción icónica de Linda “Blue Bayou”.

El álbum “Canciones de mi padre”, merece un comentario especial de mi parte. Con este, Linda rinde homenaje a su padre y toda esa herencia mexicana obtenida de su familia. En un español perfecto, canta rancheras y huapangos. Cuando en 1987 Linda le dijo a su disquera que quería grabar ese disco, se asustaron creyendo que era solo un capricho suyo, y que nadie lo iba a comprar; incluso le dijeron que grabarlo era un suicidio profesional, pero aún así Linda insistió. Resultó que terminó siendo —hasta el momento— el disco más vendido en un idioma diferente al inglés en EE.UU., certificado doble-platino por más de dos millones de copias vendidas y, con otros 10 millones alrededor del mundo. A ese primer disco le siguieron “Más canciones” y uno de música tropical “Frenesí”. Los mexicanos la criticaron montones por cantar rancheras, pero creo que en realidad, lo que les molestaba era que una gringa cantara rancheras mejor que las de su propio país. La verdad sea dicha, hasta Lola Beltrán conocida como “Lola la Grande”, queda pequeñita a la par de la voz de Linda. También es la única producción discográfica en el mundo que ha utilizado los tres mejores grupos de Mariachi: Mariachi Vargas de Tecatitlán, Mariachi Los Camperos y Mariachi Los Galleros de Pedro Rey. En 2021, se anunció que “Canciones de Mi Padre” había sido incluido en el Salón de la Fama de los Grammy y, en 2022, el álbum fue seleccionado por la Biblioteca del Congreso de EE.UU. para su conservación en el Registro Nacional de Grabaciones.

De estos discos hay tantas canciones tan hermosas, que sería imposible hablar de todas, así que solo voy a mencionar tres de mis favoritas “El crucifijo de piedra”, el “Barco de Guaymas” y, por supuesto “La Cigarra” donde se puede apreciar su magnífica voz, bueno, en realidad es en todas las canciones, pero esta es especial.

Las siguientes canciones son del vídeo de la gira de presentaciones que hizo Linda en Estado Unidos, llamada también “Canciones de mi padre”. Las incluyo, porque solo están disponibles en el vídeo. Son dos pequeñas joyas muy especiales: “Canción Mixteca” y “Volver, volver”.

De la gran cantidad de vídeos que hay en Youtube, escogí para mostrarles de forma directa uno que siempre me ha gustado, tanto visualmente como por la canción, se trata de “Tracks Of My Tears” (Huellas de mis lágrimas).

Como anécdota quiero contarles, que siempre he sido aficionado al beisbol, fan de los Yankees de Nueva York y, en 1977 estaba viendo por televisión un juego de la serie mundial de ese año entre los Dodgers y los Yankees, en el Dodger Stadium. Siempre es tradición que al inicio de los juegos algún reconocido artista cante el himno nacional de los EE. UU., para mi sorpresa y regocijo, en ese juego la artista invitada fue ni más ni menos que Linda Ronstadt. Tenía ese recuerdo grabado en la memoria y, lo increíble es que buscando en Youtube, me encontré el vídeo de ella cantando el himno. Menuda sorpresa me llevé, creí que nunca más volvería a verlo.

Inolvidables también sus participaciones en el Show de los Muppets y Plaza Sésamo.

Incluyo un playlist con sus 50 mejores canciones, según Spotify:

Para no solo escribir de música, en el anexo les dejo la famosa receta de albóndigas de la familia Ronstadt, que aparece en su último libro, para que vean lo versátil que es.

Buscando imágenes para la galería, me encontré —de nuevo— con algo increíble, una reproducción del poster de ella, que tenía pegado en una pared de mi cuarto cuando era adolescente. Ni para que les cuento, quede de nuevo embelesado.

 
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Con la ayuda de Wikipedia y otras fuentes menores usadas como referencia.

Anexo

La receta fue publicada en su libro “Feels Like Home: A Song for the Sonoran Borderlands” que es una combinación de sus memorias y cocina.

La receta es diferente de muchas otras tradicionales de albóndigas, que utilizan arroz o verduras blandas como papas o zanahorias para ligar las albóndigas. Al principio puede parecer que los componentes de las albóndigas no se unen al amasar, pero hay que seguir.

El líquido de escalfar se convierte en un caldo, al que conviene quitarle la poca espuma que aparece antes de servir.

INGREDIENTES

Rinde: 6 a 8 porciones (aproximadamente 65 albóndigas)

• 3 libras de carne de res molida, de preferencia arrachera y redondo
• 6 tomates medianos, preferiblemente ciruela
• ½ taza de menta fresca, finamente picada
• ½ taza de cilantro fresco, picado fino
• 1 cebolleta mediana, picada
• 1 diente de ajo pequeño, picado
• 2 cucharadas de orégano mexicano seco
• Sal marina fina y pimienta negra
• ¾ de taza de aceite de oliva o manteca derretida
• Gajos de lima, para servir

PREPARACIÓN

Paso 1. Caliente la parrilla. Pon la carne picada en un bol grande.

Paso 2. Ase los tomates frescos justo hasta que se puedan quitar la piel con facilidad (la piel se partirá y se carbonizará en algunos puntos), de 7 a 10 minutos. Pelar los tomates, quitar las semillas y hacer un puré con la pulpa en una batidora. Debe quedar aproximadamente 1½ tazas.

Paso 3. Añadir la menta, el culantro, la cebolleta, el ajo, el orégano, 2 cucharaditas de sal y 1 cucharadita de pimienta a la carne; mezclar bien. Añadir el puré de tomate y amasar la mezcla hasta que se incorpore.

Paso 4. Poner a hervir 6 tazas de agua en una olla grande u horno holandés. Añadir el aceite o la manteca de cerdo derretida a la mezcla de carne, incorporándola amasando. La masa no debe quedar ni seca ni demasiado líquida. Pruebe la mezcla formando con un trozo una bola del tamaño de una nuez. Debe mantenerse unida.

Paso 5. Forme bolas del tamaño de una nuez e introduzca unas cuantas en el agua hirviendo. Cocer de 5 a 8 minutos, hasta que todas las albóndigas estén bien cocidas.

Sirva las albóndigas en el líquido en el que se cocieron, con gajos de limón al lado.