Liberación juega para la gradería de sol

Jorge Urbina Ortega

Jorge Urbina

El liberacionismo está desorientado. El impacto de dos derrotas consecutivas y brutales abruma su espíritu. Las dolorosas circunstancias en que se dieron esas derrotas aumentan el descontrol, una por abandono, otra relegados al tercer lugar por candidatos de horizonte corto y cuya capacidad está por demostrarse.

En medio de tal desazón, la pobre dirección de nuestra cúpula partidista, la debilidad de nuestra voz legislativa y el poco peso de nuestro pensamiento en la escena nacional, no necesitaban de males adicionales para acrecentar la sensación de abandono en que nos vemos sumidos la mayoría de los liberacionistas.

Pero otros males amenazan con castigarnos, la demagogia y la ambición surgen debajo de cada piedra. Las ambiciones de precandidatura y la avidez de protagonismo, amenazan con aumentar todos nuestros males y tal vez por fin, dar al traste con el proyecto de país que nos esforzamos en implementar desde el gobierno, durante más de treinta y siete, de los últimos sesenta y ocho años.

Ayunos de un propósito capaz de conmover el alma nacional, alguien reclama para sí la gloria dudable de llevar a la fiscalía a la Ministra de Hacienda por evitar una debacle de insospechadas consecuencias. Y así procuran ganar el aplauso de los ingenuos, de los que creen que la vida política se agota en la confrontación sin pausa, de quienes a falta de razones, solo confían en los pescozones.

Y otra vez desde el recinto legislativo surge la voz disonante que pueril esgrime la defensa de los más desfavorecidos, para obstaculizar el trámite de un proyecto necesario y respaldado por nuestro grupo legislativo. Atrás quedaron los tiempos de la disciplina de fracción, del debate interno y la defensa de una tesis de Partido. Llegamos a los tiempos del ¡cuidado con yo!

Muchos liberacionistas no nos sentimos representados por todo este sainete; de órganos de partido que instruyen a la fracción legislativa, según dijo el fiscal, para que apoye en votaciones en el parlamento a integrantes de los mismos órganos que instruyen; de jerarcas que amenazan con llevar al Tribunal de Ética a toda la fracción por no acatar la instrucción espuria; de supuestos líderes que se valen de altas posiciones en los andamios partidarios para engordar ambiciones que sustentan en el culto hablar y el juicioso razonamiento; de legisladores que abusan de la tecnología para proclamar liderazgos recién adquiridos en luchas cuya suerte depende de un concierto de voluntades, que excede en mucho su capacidad de convocatoria; de documentales anunciados como epifanías que resultan en un collage anodino, útil para el autobombo. Nada de eso representa al liberacionismo en sus contenidos fundamentales. Son solo fuegos artificiales.

Muchos liberacionistas de base constatamos, lejos del discurso oficial, que la opinión pública mira con recelo a nuestro Partido y que este, tan lejos de la lucha sin fin por alcanzar el bienestar del mayor número, casi solo existe como un tímido e injustificado afán de venganza ante las desventuras del destino. Pareciera que el liberacionismo oficial se regodea en una versión criolla del control político, en la que el grito ambicioso y las más de las veces demagógico, prevalece sobre la prudencia, la suprema virtud política, desde Aristóteles.

¿De qué se trata? ¿solo queda una lírica sin arraigo? ¿es el pedestre quitate vos para ponerme yo? ¿conflictos del terruño? ¿toscas tramas de sicariato político? ¿danza de ambiciones tan desmedidas como descabelladas? Sea lo que sea señores y señoras, sigan su danza macabra, pero sepan que están arrastrando a Liberación Nacional a una muerte lenta, pero inexorable.

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2 comentarios

  1. Que sin vergüenza es usted. Sale a estas alturas y momentos hablando en defensa de los liberacionistas de alto o bajo nivel nivel democrático, no cree usted que ya es tarde, a conocimiento de los CORRUPTOS presidentes y su cúpula diferencia de igual pensamiento divulga un pensamiento para evadir su responsabilidad, primero como ciudadano, y segundo como costarricense, unicamente porque tiene el beneficio de medios de publicidad, sea honesto y pida disculpas por ser de una tendencia estúpida y corrupta como es Liberación Nacional, y conste no soy político ni tampoco tengo tendencia política, simplemente soy una persona que he sido sometido a sistemas corruptos bipartidistas en su momento y en el presente.

  2. Para aquellos egoístas, a los que no les importa el destino del PLN, pero quieren lucrar metidos en la maquinaria electorera, siempre habrá campo para entrar a codazos en las asambleas para postularse para una diputación, sabiendo que hay una masa que para el 2022 será como de un 13-15% a lo sumo, que votará ciegamente por ellos y elegirá una fracción de unos 13-15 diputados(as)… Porque ese es otro problema de nuestro sistema electoral: el tal cociente y subcociente favorece la injusticia y la falta de representatividad real, privilegiando un residuo ridículo frente a miles de votos de otro candidato(a) que no alcanzó el cociente… En fin: el PLN se está auto enterrando con esta alianza con el PRN y lo más rancio y reaccionario del espectro político nacional… Y lo que señala este señor Urbina es un análisis de por qué se están muriendo de a poquitos…

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