Jose Gabriel Román Madrigal
La renuncia, o destitución, de la ministra de Vivienda y Asentamientos Humanos resulta sorpresiva, pero en absoluto, sorprendente. Era evidente que era un cuadro de un bajo, bajísimo, perfil político dentro del gobierno. Pero además, tuvo una gestión deficiente que llevaba el signo de una destitución en cualquier momento. En general esta gestión se puede resumir en:- Doña Jessica y su equipo (viceministros y directores) evidencian una bajísima experiencia en materia de vivienda, y en particular, de vivienda social. Asimismo, es una persona sin ninguna pericia o formación en materia política. Ella llevó al MIVAH un grupo de amigos que lideraba en materia de urbanismo y desarrollo territorial. Esto definió un grupo leal a ella, pero que le alimentó y no le apoyó en sus falencias. De las entrevistas que se hacen en los primeros días de su gestión se ve claramente su límites en materia solución, pero más, un enorme menosprecio por la institucionalidad y políticas de vivienda vigentes.
- Sume, además, que su designación como Presidente Ejecutiva del INVU, le confiere un poder de conducción de las tres entidades sectoriales, situación que no ha tenido otro jerarca. Sin embargo, su preocupación se centra en el tema de urbanismo, de hecho, define al INVU como su sede y de hecho, se limita en la definición de la política de vivienda al ceder al viceministro la presidencia de la Junta Directiva del BANHVI.
- Su limitación de enfoque más su debilidad política, se hace evidente en la gestión del Proyecto 23450 donde se propone la fusión del BANHVI, MIVAH e INVU. Proyecto de ley sin técnica legislativa, inconstitucional, improcedente y que en definitiva, salvo la Ministra nadie defendió. Se dice en corrillos, que la desaparición tácita del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda y la consecuente desaparición del Bono Familiar de Vivienda fue una exigencia del Presidente Chaves. De se cierto, pone en evidencia la debilidad política de la Ministra, incapaz de oponer al Presidente una razón técnica y jurídica obvia.
- Suma a su incapacidad política, la evidente complacencia, complicidad o incapacidad para enfrentar, el recorte presupuestario que decide el Ministro de Hacienda, en contraposición al mandato legislativo.
- Este recorte, aunado a la impericia en la atención de los grupos organizados, produjo al menos tres manifestaciones, del Bloque y Foro de Vivienda, en una de las cuales se hizo pública la petición de su destitución.
- El resultado de esta forma de gestión no puede ser otro que una débil producción de vivienda social, la más baja en la historia del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda.
- Sin embargo, me parece que el momento culmen llega con el conflicto que deriva del terreno del hospital de Cartago. Sufrió una embarcada técnica por parte del MIVAH, no hay duda. Pero siguió una ruta imposible de concluir satisfactoriamente. Triste resulta recordar las burlas parlamentarias y en redes que se producen cuando, defendiendo lo indefendible, se atreve a señalar que las condiciones de un terreno en Ochomogo justifican la negativa de uso de otro en El Guarco. Creo seriamente que no fue destituida, en esa oportunidad, porque hubiese significado dar la razón a quienes aseguraban que el Presidente Chaves había dado una información falsa y este siempre lo negó.
- Sigue el conflicto con el Liceo de Costa Rica, que por todas las pistas va a terminar en otro fiasco para este gobierno.
- Parece que la copa que derrama el vaso surge de un conflicto con el ministro de Hacienda a raíz del llamado Proyecto de Ciudad Gobierno. De ser así, es claro por donde corrió el cariño del presidente.
Termina doña Jessica como era previsible que iba a terminar. Apenas le conocí. En el MIVAH apenas intercambié un par de saludos en los últimos meses de su gestión. Di mi mejor esfuerzo por colaborar, pero era claro que no formaba parte de los planes. Era una muy buena razón para jubilarme
Viene la designación de un nuevo jerarca. Yo le pido a Santa Bárbara, la patrona de los necesitados de vivienda, un(a) ministro(a) con visión y capacidad política. Si no es mucho pedir, con capacidad de diálogo y concertación. Hay dentro de los actores sectoriales, suficiente conocimiento y capacidades para enfrentar los cambios que el Sector demanda. Si se escucha al Sector mucho se puede avanzar.
Tomado del muro de FB