La lección que el PLN debe aprender

Los precandidatos creen que poniendo el corrido a don Pepe volverán a ganar, lamento decirles que mis padres ya no están en este mundo

Armando Céspedes Abarca
armandocespedes@adiceco.com

4 grandes PLN

Nací a mediados de la década de los cincuenta del siglo anterior, en «cuna verde», con Pepe Figueres en la presidencia de la República.

Mi primera infancia y mis años de escuela estuvieron caracterizados por una foto enmarcada del caudillo en la sala de nuestra casa, en Desamparados, bastión liberacionista en los años de la posguerra.

Mi madre y mi padre lo tenían, eufemísticamente hablando, por el beato José. Sin duda, le atribuían el milagro, entre otros, de una nueva Costa Rica sin ejército, ejemplo para el mundo.

Sin riesgo a equivocarme puedo asegurar que mis padres contribuyeron a la presidencia de Chico Orlich, a la tercera administración del caudillo y a la de Daniel Oduber. Seducido por «Un nuevo amanecer» le di mi apoyo a Luis Alberto Monge y por las 80.000 viviendas, a Óscar Arias.

Mi cuarto voto lo estampé al ritmo del buggy buggy de José María Figueres, y al resto de candidatos del PLN hasta llegar a Laura Chinchilla y su campaña reivindicativa del papel de la mujer en la política.

Cambio de papeles

Pero una nueva historia empezaba para el PLN. Luis Guillermo Solís hizo acopio de la experiencia de Ottón Solís y capitalizó el sentimiento del país contra el PLN. La dirigencia del partido no entendió el mensaje del electorado en el 2010.

Está claro que el Partido Acción Ciudadana (PAC) no ha ganado ninguna elección, el electorado castigó al PLN en el 2014 y en el 2018; el terror a un Estado confesional triunfó.

¿Habrá aprendido la lección? El electorado no quiere caudillismo, no quiere figuras de la vieja guardia ni de la nueva con ideas añejas; desconfía del apoyo que ofrecen las figuras tradicionales, convencido de que restan.

Hay una docena o más de posibles precandidatos, de toda suerte y color. Algunos son conocidos y temidos; otros, desconocidos, mas la experiencia de las campañas electorales del nuevo milenio envía un mensaje fuerte: se duda de los partidos y se cree en las personas.

¿Quizás el mejor candidato de PLN sea el menos liberacionista? Los precandidatos creen que poniendo el corrido a don Pepe volverán a ganar. Lamento informarles de que mis papás —para mi desgracia— ya no nos acompañan en este mundo.

Problemas dejados de lado

Costa Rica lucha contra una crisis social, de seguridad y económica crítica. El pueblo está cansado de privilegios ofensivos en el sector público y del altísimo desempleo en el privado.

Una nueva legión de estudiantes han dejado de serlo debido a la indolencia de los huelguistas y a las consecuencias de la pandemia.

Ese es el verdadero duelo de la patria, como acertadamente dijo un expresidente en uno de sus libros, nos pasará una nueva factura en el futuro no tan lejano. De esto ha de estar claro el precandidato que apoye el PLN.

Abogado y periodista.

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