La beca de la hija del Presidente

Camilo Rodríguez Chaverri

Hace unos años, recorrí todo el territorio costarricense buscando los casos más extremos de trabajo duro de los médicos.

Así, estuve en Grano de Oro, Chirripó, el distrito más pobre de Costa Rica, y caminé con doctores como Manuel Enrique Rowe, quien anda en la montaña hasta dos días para llegar a comunidades indígenas.

También estuve en Sierpe, donde el médico o la médico tiene que dar visita domiciliar en bote o panga. Fui con el doctor Pablo Gómez a una gira. Él va caminando hasta Punta Burica, frontera con Panamá. Anda a caballo siete horas y después camina otras siete.

Estuve en Bahía Drake donde el médico o la médico camina horas por la playa para llegar a comunidades que no cuentan con carretera.

Dos reportajes que me conmovieron tienen que ver con comunidades del cantón donde me hice periodista, Pococí. Se trata de los reportajes de los médicos que brindan servicio social en Barra del Colorado y Barra del Tortuguero.

Barra del Colorado y Barra del Tortuguero son parte del distrito Colorado, el más grande del cantón cuya cabecera es Guápiles. Cuando yo estaba en el colegio en Guápiles, tuve compañeros que se quedaban entre semana en el internado de la institución. Recuerdo a los hermanos Cajina, quienes vivían en Barra del Colorado. Así conocí esa comunidad, acompañando a adolescentes que compartían conmigo en el colegio. He ido unas treinta o cuarenta veces. Me sobrecoge el abandono de esta comunidad y me asombra su espectacular belleza.

Ahí conocí el gran trabajo de la doctora Mónica Solís Worthforld. A ella también le realizamos un reportaje. Con todos esos reportajes publicamos una serie de libros. Ya llevamos impresos 25 libros de entrevistas a médicos.

Me impactó el hecho de que la doctora Solís organizó un grupo de mujeres de Barra del Colorado y les daba clases de gimnasia y aeróbicos. Me impresionó cómo ella se vinculó con la comunidad y cómo le ayudaba a los niños en los actos cívicos y en las actividades escolares. Ahora, quieren hacer un escándalo porque ella correctamente se ganó una beca. Sé que ha tenido muy buenas calificaciones, sé que es una muchacha carismática y muy servicial, y que todo se lo ha ganado con sus propios méritos. No tiene ella la culpa de ser la hija del presidente de la república. No tiene por qué ver limitado su crecimiento profesional simplemente porque su papá en este momento es el máximo jerarca del país. No veo algo malo en la beca que ganó.

Me parece una grosería hacerle un escándalo al presidente por los méritos bien ganados de su hija mayor, quien es una muchacha valiosa y una gran profesional.

Recordemos que el presidente es, ante todo, un educador. Profesor de Historia. El día de inicio de curso lectivo tuvo un gesto hermoso. Participó en el inicio de las clases del Liceo Costa Rica. Ese colegio está cumpliendo 130 años. El gesto fue el siguiente: fue aula por aula, a dar la bienvenida a todos los muchachos que ingresaron ese día a primer año de colegio.

Ese carisma y esa mística de educador, las llevó al seno de su hogar. Yo, que soy papá, y que tengo un padre educador, que celebra como suyos los títulos y los logros de sus hijos, me imagino lo mal que se siente hoy el presidente, lo indignado que está.

Presidente Solís, usted tiene razón de estar indignado. Su hija mayor tiene el derecho de ser la gran profesional que se está forjando a sí misma, con todo el esfuerzo, las trasnochadas, el sacrificio que implica estudiar Medicina y obtener una especialidad.

https://cambiopolitico.com/el-aporte-social-de-la-hija-mayor-del-presidente-solis/59434/
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