José Figueres y la abolición del ejército

Carlos Roberto Martínez Ulloa

Carlos Roberto Martinez

Hoy celebraremos un aniversario más de la abolición del ejército, los que tuvimos el privilegio de nacer en los finales de los años 40 o inicios de los 50, fuimos privilegiados con la dicha de no ver en nuestras calles, desfilando grupos de hombres armados, tanques de guerra, y muchas de las manifestaciones de poderío castrense que ostentan muchos países en el mundo.

ARTÍCULO 12.- Se proscribe el Ejército como institución permanente. Eso fue lo que nuestros constituyentes, luego meses de deliberación plasmaron en ese instrumento que es la representación de nuestra nacionalidad, la Constitución Política.

Hay muchos costarricenses, sobre todo los jóvenes que no han valorado los efectos que produce en nuestra costarriqueñidad, ese artículo. Ello por que al no conocer o querer obviar la historia de nuestra nación , donde desde que nacen se les ha garantizado la libertad, la paz y la democracia, cosa que en muchos países de mundo no han logrado obtener, debido a la presencia de entidades castrenses, que les reprimen a diario.

Decía don José Figueres, con respecto a la abolición del ejército:

.-‘El improvisado ejército de Liberación Nacional lo integraron los jóvenes más cultos de todas las profesiones.

¡Bolívar y Martí hubieran llorado de emoción al ver los esfuerzos de estos muchachos por alcanzar un rifle! Jamás un ejército contó con mejor calidad de soldados. ¡Esos jóvenes conscientes de mi tierra, cuyo sacrificio me honro hoy en ofrecer a América, cuando están en la vida normal, estudian, trabajan y asumen responsabilidades! ¡Y cuando tienen que pelear en defensa del ideal casi no pueden, porque las balas les temen!’. 1

.-‘Llamamos a gente respetuosa de la ley a levantarse, a gente amante de la paz a pelear, a gente educada a defender por la fuerza la dignidad del sufragio. Nos fuimos a las montañas con un puñado de abogados, empleados de banco y doctores convertidos en soldados, organizamos un ejército de ciudadanos, tomamos un aeropuerto, robamos aviones de líneas comerciales, encargamos armas al exterior, establecimos un territorio, emboscamos al enemigo que atacaba. Durante cinco semanas, mantuvimos un estado de agitación política general mientras toda la población del país, hombres, mujeres y niños peleaban con cuchillos y tijeras, cortaban líneas telefónicas, bloqueaban caminos, escondían comida de las tropas del gobierno’. 2

La primera de las medidas, llamado a una asamblea nacional constituyente, donde, después de muchas deliberaciones, se plasma la Constitución Política del 1949. El jefe supremo del movimiento de Liberación Nacional, luego de una rebelión interna, decide que si el problema son las armas, entonces lo más aconsejable seria desarmarse, entonces plasma en la nueva constitución el siguiente:

ARTÍCULO 12.- Se proscribe el Ejército como institución permanente.

Para la vigilancia y conservación del orden público, habrá las fuerzas de policía necesarias.

Sólo por convenio continental o para la defensa nacional podrán organizarse fuerzas militares; unas y otras estarán siempre subordinadas al poder civil: no podrán deliberar, ni hacer manifestaciones o declaraciones en forma individual o colectiva. 3

Luego de llegar al poder ese ejército de jóvenes estudiantes y profesionales, se retiran para entregar las riendas de la República a quien tendría que llevarlas, pero en un acto supremo en el mundo, extraño para dictadores y sátrapas de derecha y de izquierda don José Figueres dice con todo el amor a nuestro país:

El Presidente, amablemente, llamó a algunos de nosotros a permanecer en su gabinete como ministros y nos rehusamos.La salud de la Democracia de Latinoamérica exige que los hombres que han tomado el poder por la fuerza, se vayan a casa cuando la situación se ha normalizado. Restituimos la normalidad y nos fuimos a casa. 4

Por ello y como un consejo a nuestros jóvenes, que inician su vida en los quehaceres de la política, y que tienen amigos y compañeros extranjeros, que traen ideas de sus países, y quieren cambiar las nuestras por las de ellos, pregúnteles. ¿En su país tienen ejército? Y díganles ante cualquier respuesta positiva, mis abuelos se encargaron de eliminarlo, a mediados del siglo pasado, no lo hemos necesitado, no se como es un tanque de guerra, sólo los he visto en las películas belicistas que nos llegan, no se lo que es un avión artillado, lo que esos viejos abuelos nos legaron fue un país pleno de libertad, de paz y democracia. Aquí podemos hacer, decir y pensar conforme a las reglas de la libre expresión, en muchas oportunidades nos sobrepasamos, pero eso es parte de la democracia.

No se trata de derecha, centro o izquierda, se trata de la libertad, te mentirán, te confundirán, pero como un viejo abuelo que ya va en retiro, te digo Costa Rica no la cambio por ningún país del mundo, por que el legado que me dieron mis padres, tíos, es para siempre y si esto cambiara yo tomaría el mismo camino que ellos tuvieron obligados por las circunstancias que tomar.

Siéntete orgulloso en cualquier lugar del mundo de ser costarricense, que nosotros si tenemos mucho que enseñar a los ciudadanos del mundo.

Conmemoran 67 años de la Abolición del Ejército

Notas

1. Escritos de José Figueres Ferrer. Edición electrónica. Editorial Eloy Morúa Carrillo, Página 359.

2. Escritos de José Figueres Ferrer Página 367.

3. Constitución Política de Costa Rica.

4. Escritos de José Figueres Ferrer Página.368

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