99 CENTAVOS │ Andreas Gursky, 1999
Puede parecer irónico que una fotografía de productos baratos haya batido el récord de la fotografía contemporánea más cara jamás vendida, pero «99 Cent», de Andreas Gursky, es mucho más que un inventario visual. En una única imagen a gran escala, creada digitalmente a partir de múltiples fotografías tomadas en una tienda 99 Cents Only de Los Ángeles, las filas aparentemente interminables de productos, con las cabezas de los compradores flotando anónimamente sobre la mercancía, se asemejan más a una pintura abstracta o impresionista que a la fotografía contemporánea. Y eso era precisamente lo que Gursky pretendía. Desde la bolsa de Tokio hasta un vertedero de Ciudad de México, el arquitecto y fotógrafo alemán utiliza la manipulación digital y un sentido distintivo de la composición para convertir las experiencias cotidianas en arte. Como escribió el comisario Peter Galassi en el catálogo de una retrospectiva de la obra de Gursky en 2001 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York: «El arte elevado frente al comercio, el rigor conceptual frente a la observación espontánea, la fotografía frente a la pintura… para Gursky, todos ellos son elementos dados, no oponentes, sino compañeros». Esa capacidad de representar lo artificial y lo mundano con una mirada fresca ha ayudado a la fotografía moderna a entrar en la élite del mundo del arte. En 2006, en los días previos a la Gran Recesión, 99 Cent se vendió por 2,3 millones de dólares en una subasta. El récord de una fotografía contemporánea ha sido superado desde entonces (por el propio Gursky), pero la venta contribuyó más que ninguna otra a catapultar la fotografía moderna a las páginas de los catálogos de subastas, junto a las pinturas al óleo y las esculturas de mármol de los antiguos maestros.
Basado en un especial de la revista Time