DALÍ ATOMICUS │ Philippe Halsman, 1948
CAPTURAR LA ESENCIA de las personas a las que fotografiaba era el trabajo de toda la vida de Philippe Halsman. Así que cuando Halsman se dispuso a fotografiar a su amigo y colaborador durante muchos años, el pintor surrealista Salvador Dalí, sabía que un simple retrato sentado no sería suficiente. lnspirado por el cuadro de Dalí Leda Atómica, Halsman creó una elaborada escena para rodear al artista que incluía la obra original, una silla flotante y un caballete en progreso suspendido por finos cables. Los ayudantes, entre ellos la mujer de Halsman, Yvonne, y sus hijas pequeñas, Irene y Jane, se situaron fuera del encuadre y, a la cuenta del fotógrafo, lanzaron tres gatos y un cubo de agua al aire mientras Dalí saltaba. El elenco reunido necesitó 26 tomas para captar una composición que satisficiera a Halsman. Y no era para menos. El resultado final, publicado en LIFE, evoca la obra del propio Dalí. El artista incluso pintó una imagen directamente sobre la impresión antes de la publicación.
Antes de Halsman, la fotografía de retrato era a menudo rebuscada y suavemente borrosa, con una clara sensación de distanciamiento entre el fotógrafo y el sujeto. El planteamiento de Halsman, que enfocaba nítidamente a sujetos como Albert Einstein, Marilyn Monroe y Alfred Hitchcock mientras se movían ante la cámara, redefinió la fotografía de retrato e inspiró a generaciones de fotógrafos a colaborar con sus sujetos.
Basado en un especial de la revista Time