EL misterio del Mary Celeste
Un barco abandonado aparece flotando sin rumbo en el Océano Atlántico a cientos de kilómetros de tierra. ¿Qué ocurrió con los pasajeros y la tripulación del malogrado navío?
EL 5 DE DICIEMBRE DE 1872, el mercante británico Dei Gratia avistó un bergantín a la deriva a unos 650 kilómetros al este de las Azores. Cuando el capitán del barco, David Morehouse, maniobró cerca del buque, leyó su nombre, Mary Celeste, que había zarpado hacia Génova, Italia, desde la ciudad de Nueva York el 7 de noviembre.
Morehouse envió un grupo de abordaje al barco. Había un metro de agua bajo cubierta y faltaba el único bote salvavidas del barco. Las pertenencias de la tripulación estaban guardadas en sus camarotes y los armarios contenían provisiones considerables de comida y agua. Una de las dos bombas del barco se encontró desmontada. No había ni una sola persona a bordo. Según el diario de a bordo, el Mary Celeste llevaba casi diez días navegando sin tripulación.
El Mary Celeste había zarpado de Nueva York con siete tripulantes y el capitán Benjamín Spooner Briggs, su esposa Sarah y la hija de la pareja, Sophia Matilda, de dos años. El barco transportaba un cargamento de 1.700 barriles de alcohol crudo.
La tripulación del Dei Gratia navegó con el Mary Celeste unos 1.300 kilómetros hasta Gibraltar, donde ambos barcos llegaron el 13 de diciembre. Las autoridades británicas, que sospechaban que se trataba de un crimen, iniciaron una investigación sobre la desaparición de la tripulación del Celeste. En marzo de 1873, el tribunal declaró que no había encontrado pruebas de delito y concedió una indemnización a la tripulación del Dei Gratia. El propietario del Celeste vendió el bergantín a su regreso a Nueva York.
La saga del Mary Celeste podría haber terminado con la decisión del tribunal si un joven escritor llamado Arthur Conan Doyle no hubiera escrito «La declaración de J. Habakuk Jephson», un relato corto, ficticio y sensacionalista de la tragedia del Celeste. Publicado en Cornhill Magazine en 1884. Publicado de forma anónima, el testimonio del superviviente en primera persona achacaba el incidente a una guerra racial, una ficción que llegó a ser ampliamente aceptada como la verdad.
Hay dos teorías muy extendidas que intentan explicar por qué se abandonó el Celeste. Una afirma que la carga de alcohol crudo, muy volátil, se incendió y provocó una explosión por onda de presión. Otra sugiere que las bombas del barco funcionaron mal. En ambos casos, el capitán Briggs, sin saber si su barco se hundiría, dio la orden de abandonar la nave.
Basado en «100 greatest mysteries» de The History Channel