Fundación del Partido Comunista de Costa Rica

Por Melchor Benavente

Partido Comunista

Las convulsas décadas de los años 20 y 30 del siglo XX permitió la creación de varios partidos comunistas en Centroamérica. La primera camada surgió en la década de los años 20. En 1922 se fundó el Partido Comunista de Guatemala (PCG), el cual todavía en 1924 no era reconocido por la Internacional Comunista. En 1925, el salvadoreño Agustin Farabundo Martí y otros connotados dirigentes, fundaron el Partido Comunista de Centroamérica (PCCA). No hubo representantes de Nicaragua y Costa Rica ante el PCCA. Ese mismo año se formó el Partido Laborista, que posteriormente se convirtió en Partido Comunista de Panamá (PCP). En 1928 fue fundado el primer Partido Comunista de Honduras (PCH) por Manuel Cálix.

La segunda camada surgió en la década de los años 30. El Partido Comunista Salvadoreño (PCS) fue fundado en 1930. Al año siguiente fue fundado el Partido Comunista de Costa Rica (PCCR) conocido como Bloque de Obreros y Campesinos. Y el más tardío de todos fue el Partido Socialista Nicaragüense (PSN), fundado en 1944.

Las primeras organizaciones sindicales

El periodo entre la finalización de la primera y segunda guerra mundial fue de gran inestabilidad económica y política.

Igual al resto de Centroamérica, en la primera mitad del siglo XX la economía de Costa Rica estaba basada en los enclaves de las compañías transnacionales bananeras y mineras, que crearon una pequeña clase obrera que rápidamente se organizó en sindicatos. La crisis económica obligaba a los trabajadores a librar constantes pequeñas luchas reivindicativas de todos los gremios, pero también se produjeron algunas huelgas generales.

Las primeras federaciones obreras surgieron en 1905. En 1913 se fundó la Confederación General de Trabajadores (CGT), la principal central sindical de ese momento.

En 1919, la dictadura militar de Federico Tinoco fue finalmente derrocada por una huelga general, que mezcló reivindicaciones obreras con planteamientos políticos. En febrero de 1920 una huelga general de empleados públicos logró imponer una jornada laboral de 8 horas y un aumento de salarios del 20% Las huelgas parciales se extendieron a otros gremios y en diciembre de 1920 se legalizó la jornada de trabajo de 8 horas para los jornaleros, artesanos, trabajadores de fincas y empresas similares, y de 10 horas para los empleados de comercio.

En 1921 la Federación de Trabajadores de Limón declaró la huelga general contra la United Fruit Company (UFTCO), demandando suspensión de despidos y aumento de salarios. La huelga duró dos meses, hasta que en febrero estalló una guerra con Panamá, por la delimitación de fronteras, y los dirigentes sindicales llamaron a defender su patria contra la agresión panameña.

Después de la caída de la dictadura de Tinoco, se registraron 5 levantamientos militares (1923, 1926, 1930, 1931, 1932). Entre 1923 y 1928 adquirió forma la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT). En 1928, se constituyó la Unión General de Trabajadores (UGT), con sindicatos y organizaciones de trabajadores que fueron la base social del futuro Partido Comunista de Costa Rica, que fundaría en 1931.

Primeros intentos de construir partidos obreros o socialistas

En 1886 se fundó el Partido de Obreros y Artesanos. En 1893 se fundó el Partido Independiente Demócrata (PID), encabezado por Félix Arcadio Montero, un liberal jacobino que mezclaba concepciones populistas con un discurso a favor de los trabajadores. El PID planteó por primera vez en Costa Rica la necesidad de que los trabajadores tuviesen su propia representación parlamentaria.

En 1912 se fundó el Centro de Estudios Sociales Germinal, fundado por los intelectuales Joaquín García Monge, Omar Dengo, Carmen Lyra y José María Zeledón, con una orientación socialista y anarquista, impulsó en 1913 la primera celebración del 1 de mayo. En 1913 se fundaron pequeños partidos obreros locales en Limón y Grecia, los cuales desaparecieron rápidamente.

En 1919, el Dr. Aniceto Montero, el primer gran marxista costarricense, fundó el Centro Socialista, que propugnaba la necesidad de construir un Partido Socialista y en los hechos actuaba como tal, aunque en la práctica su política era de luchar por reivindicaciones mínimas: control de precios, prestamos no usureros, etc.

El Partido Reformista

Jorge Volio (1882-1955) fue una personalidad realmente controversial. En 1910, todavía siendo cura, se marchó a Nicaragua a combatir la intervención norteamericana, donde recibió el título de “general”. Después de su regreso, en 1919 participó activamente en el derrocamiento de la dictadura de Tinoco. En 1922 ocupo un curul por el Partido Regionalista Independiente (PRI) de San Ramón.

En 1923, Volio fundó el Partido Reformista, apoyándose en la mayor parte de sindicatos de la CGT, que terminó disolviéndose. El PR no llego a constituirse como un partido laborista, aunque se apoyó en los sindicatos de la época. Una parte minoritaria de los sindicatos de la CGT creó la Federación Obrera Costarricense, la que se afilió a la Confederación de Obreros de Centroamérica (COCA), que funcionaba desde 1921.En 1923 la sede de la COCA se trasladó de El Salvador a Costa Rica.

El programa del Partido Reformista propugnaba por una ley de accidentes de trabajo, mejorar la higiene y la salud pública, vivienda popular, el fomento de las sociedades cooperativas, reforma penitenciaria, ley de reforma agraria, reforma Tributaria, Ley de escalafón, control de las compañías extranjeras, nacionalización del suelo y el subsuelo, convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, profundización de la democracia por medio de plebiscitos y mayor autonomía municipal.

A pesar que el Partido Reformista tenía apoyo y base social en los sindicatos, su programa político no era socialista, era sencillamente un programa democrático burgués, nacionalista, inspirado en parte en la famosa Encíclica Rerum Novarum del papa León XIII, que era una repuesta de la Iglesia Católica al crecimiento de las corrientes socialistas en el movimiento obrero mundial.

En las elecciones de 1923, Volio fue el candidato presidencial del Partido Reformista, obteniendo 15.000 votos, mientras el Partido Republicano Nacional (PRN) contó con 30.000 votos y el Partido Agrícola (PA) con 26.000 votos. Debido a que ninguno de los candidatos obtuvo mayoría, correspondió al Congreso elegir al presidente. Los 5 diputados del PR apoyaron la elección de Ricardo Jimenez Oreamuno, candidato del PRN, a cambio de elegir a Jorge Volio como designado presidencial (vicepresidente), y los ministerios de Educación y Fomento.

El PR surgió como una alternativa independiente, apoyada en los trabajadores y las masas populares, contra la oligarquía, pero rápidamente negocio con ella. Lo mismo ocurrió en las elecciones de 1928 y 1932, al no obtener la mayoría necesaria los postulantes, los diputados del PR apoyaron la elección de Cleto González Víquez y Manuel Castro Quesada, respectivamente.

En una década, en tres procesos electorales, el PR estaba actuando de manera contraria a los postulados de su fundación.

Surgimiento y desaparición de otras agrupaciones

También surgió en la ciudad de México, en 1927, el Partido de la Unión de Centro y Sur América y las Antillas, sin mayor trascendencia al interior de Costa Rica.

En agosto de ese mismo año, en El Salvador, surgió el partido “Joven Centroamérica” que llamaba a los pueblos de la región a luchar contra el imperialismo que intervenía militarmente en Nicaragua, y contra la presencia norteamericana en Panamá.

La Liga Cívica y el aprismo

Ante la frustración provocada por el agotamiento del PR, en 1928 un grupo de intelectuales creo la Liga Cívica con una orientación nacionalista, ante los desmandes de las transnacionales en territorio costarricense, especialmente contra el monopolio bananero y de la industria eléctrica.

La Liga Cívica se inspiró en el programa antimperialista y latinoamericanista de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) fundado en 1924, en México, por el peruano Raul Haya de la Torre. El grupo Germinal, de Carmen Lyra, participó activamente en la Liga Cívica y en la creación de una sección costarricense del aprismo. En 1928 Raul haya de la Torre impartió varias conferencias en Costa Rica.

Surge el PAOCI

El vacío que estaba dejando el agotamiento del PR, posibilitó el surgimiento de nuevos grupos políticos. Así en 1929 surgió el Partido Alianza de Obreros, Campesinos e Intelectuales (PAOCI) con el objetivo de participar en las elecciones legislativas de medio periodo al año siguiente, con el mismo programa de reivindicaciones nacionalistas y democráticas. En relación a Centroamérica, planteaba una aduana libre en la región y un sistema de arbitraje para resolver los conflictos entre los Estados. Su principal dirigente fue Joaquín García Monge. Algunos de sus miembros provenían de la Liga Cívica y de la sección costarricense del aprismo.

La fundación del PCCR

El PR y el PAOCI, a pesar de haber obtenido algunos diputados, en el fondo habían fracasado en su objetivo de consolidar un partido independiente de masas.

En diciembre de 1927 un pequeño grupo de artesanos e intelectuales público un manifiesto en nombre del “partido comunista”. En ese grupo participaban Carlos Marín Obando y Gonzalo Montero Berry. En 1929, bajo la influencia del exilado cubano Jorge Vivó se constituyó en Limón otro grupo comunista que editaba el periódico Lucha.

En febrero de 1929, el dirigente sindical Gonzalo Montero Berry, creó la Asociación por la Universidad Popular con el fin de revivir la desaparecida Universidad Popular, que en 1926 había dirigido Joaquín García Monge. Esta organización se convirtió en la Asociación Revolucionaria de Cultura (A.R.C.O.), a la que se incorporaron Manuel Mora Valverde, Jaime Cerdas Mora y Ricardo Coto Conde, quienes editaban el periódico “Revolución”, y organizaban jornadas antimperialistas, desde la Asociación de Estudiantes de Derecho. El grupo que editaba Lucha estableció relaciones con ARCO.

El 5 de agosto de 1930, el diario La Tribuna, informaba que la Unión General de Trabajadores (UGT) se había adherido a la Internacional Sindical Roja con sede en Moscú, lo que patentizaba las simpatías de una parte de los sindicatos costarricenses por la revolución bolchevique. El fracaso del PR y el PAOCI, por un lado, y la existencia de la UGT, por el otro, crearon las condiciones para el nacimiento del PCCR.

En febrero de 1931, la UGT encabezó luchas contra gobierno de Cleto González Víquez. El 16 de junio de 1931 fue fundado Partido Comunista de Costa Rica (PCCR). En realidad, no hubo congreso de fundación, ni elección ni participación de delegados. Fue una proclamación sencilla donde se reunió por primera vez lo que se denominó el “Comité Ejecutivo Provisional” del PCCR, compuesto por joven abogado Manuel Mora Valverde, quien fue nombrado Secretario General, los otros miembros fueron: Luis Carballo Corrales, Ricardo Coto Conde, Jaime Cerdas Mora, Alfredo Valerín Acevedo, José Barquero y Anselmo Soto. Todos eran intelectuales de clase media. Los únicos dirigentes obreros eran: Carlos Marín Obando, afilador de tijeras en un taller y a domicilio, Gonzalo Montero Berry era ebanista y carpintero, y Efraín Jiménez Guerrero era zapatero.

PCCR

El programa mínimo del PCCR

Cuando se fundó el PCCR, el stalinismo había logrado establecer su control burocrático no solo dentro de la URSS, expulsando a León Trotsky en enero de 1929, extendiendo también su control sobre la Internacional Comunista. Por eso, a pesar de denominarse “comunista”, el programa mínimo del PCCR retomó la vieja concepción socialdemócrata de dividir el programa en dos: programa mínino y programa máximo.

El preámbulo del programa mínimo del PCCR fue escrito en lenguaje sencillo, pero resumía magistralmente su concepción de la revolución por etapas, primero la revolución democrática y después la revolución socialista, estableciendo una artificial separación entre ambos procesos. Además, primero debía triunfar la revolución en los países imperialistas, y hasta entonces debía procederse a la revolución social en Costa rica, con el objetivo de evitar intervenciones imperialistas.

La teoría marxista, en el sentido que la revolución proletaria debía realizarse en las metrópolis imperialistas, como precondición material para la consolidación del socialismo como sistema económico mundial, fue distorsionada y colocada a la inversa, patas para arriba, para justificar la imposibilidad de un país semicolonial para realizar la revolución socialista. Era la resurrección de la vieja discusión entre los primeros círculos marxistas rusos, en la que algunos, como Plejanov y Martov, argumentaban que la revolución debía hacerse primero en Alemania, Francia e Inglaterra, y que hasta entonces Rusia estaría madura para hacer su propia revolución. En octubre de 1917 esta teoría quedó en el basurero de la historia, porque los bolcheviques, con Lenin y Trotsky a la cabeza, lograron el triunfo de la revolución proletaria en el país más atrasado de Europa.

Así, dando la espalda a las principales enseñanzas de la revolución rusa, quedaron sentadas las bases teóricas y políticas de lo que se conocería más tarde como el “comunismo a la tica”:

“(…) Costa Rica es un país de economía dependiente o semicolonial, por cuanto su industria, comercio y agricultura están mediatizados por el imperialismo de los grandes países capitalistas (Estados Unidos, Inglaterra, etc.). Debido a este hecho fundamental, la implantación del programa comunista integral (abolición de la propiedad privada, socialización de los medios de producción, etc.), no se pondrá a la orden del día en el país, sin haberse ya realizado revolución social en las metrópolis de que dependemos económicamente o sin la concurrencia de factores especialísimos, que permitieran organizar la economía y la vida social del país, sobre bases totalmente comunitarias sin provocar intervenciones imperialistas. Mientras una u otra de estas dos condiciones objetivas no se realizaren: una revolución social en los grandes países capitalistas o coyuntura tan favorable que nos permitiera realizar íntegramente el programa comunista sin provocar ruinosas intervenciones -el PARTIDO COMUNISTA DE COSTA RICA luchará por la implantación mediante la conquista del poder, del siguiente programa mínimo (…)”.

Los 24 puntos del programa mínimo del PCCR eran casi los mismos planteados por los antecesores Partido Reformista y por el PAOCI, en fin, un clásico programa democrático burgués, con contenidos nacionalistas y tímidamente antiimperialistas.

Las elecciones de 1932 y la huelga bananera de 1934

Teniendo la base social de la UGT, el PCCR realizó un trabajo sistemático entre la clase trabajadora, especialmente entre los bananeros, ampliando su influencia política.

La crisis de la economía mundial y sus repercusiones en Costa Rica creaba condiciones favorables para el crecimiento del PCCR.

Por las restricciones legales del momento, para poder participar en las elecciones de 1932, el PCCR cambió su nombre público por el de Bloque de Obreros y Campesinos (BOC), logrando la inscripción electoral y obteniendo sus primeros dos regidores municipales en 1932, y más adelante dos diputados en las elecciones legislativas de 1934.

La huelga bananera de 1934 fue una prueba de fuego para el recién nacido PCCR. Y la pasó con excelentes calificaciones, lo que se tradujo en un aumento significativo de la votación a favor del BOC. En las elecciones de 1934, el BOC obtuvo 2447 votos, el 5% de un total de 49095 votos válidos. En las elecciones de 1938 obtuvo 4693 votos, el 5,2% de 90766 votos válidos, y en las elecciones de 1938 obtuvo el 12,1% de 84083 votos válidos. En poco tiempo, enraizado en los sindicatos, el PCCR se había convertido en el único partido comunista de Centroamérica, que no solo era legal, sino que también tenía influencia de masas.

Según Iván Molina, el tiraje del periódico “Trabajo” subió de 1.000 a 4.000 ejemplares entre 1931 y 1934, y después a 7.500 ejemplares en 1946. En este último año, el periódico comunista se ubicaba por debajo, pero bastante cerca, de los principales diarios nacionales. La fuerza del BOC era indiscutible: organizó 11 secciones, 39 sectores y 251 células hacia 1946, y reclutó alrededor de 3 000 militantes entre 1945 y 1947.

El reformismo del Partido Vanguardia Popular

No obstante, el PCCR fue adecuando su política, igual que pasó con sus antecesores, el Partido Reformista y el PAOCI, al funcionamiento y estabilidad del sistema capitalista semicolonial.

Siguiendo las instrucciones de la internacional comunista bajo control stalinista, en 1939 apoyó la cuarta candidatura presidencial de Ricardo Jiménez Oreamuno. En 1943 el PCCR cambió su nombre por Partido Vanguardia Popular (PVP) y en las elecciones de 1944, el PCCR apoyó al presidente Rafael Ángel Calderón Guardia, y creó una alianza electoral llamada “Bloque de la Victoria”, que llevó al triunfo abrumador de Teodoro Picado. Posteriormente, el PCCR apoyó las reformas de Teodoro Picado, y en esa luna de miel con los sectores patrióticos de la burguesía, lo sorprendió la revolución de 1948.

Fuente: elsoca.org

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