Septiembre 25, 2025
Corresponsal de IPS
Corresponsal de IPS
GINEBRA – El transporte marítimo, que mueve más de 80 por ciento del comercio mundial de mercancías, está entrando en un período de crecimiento frágil, costos en aumento y creciente incertidumbre, según el más reciente informe sobre el sector de ONU Comercio y Desarrollo (Unctad).
Tras un sólido crecimiento el año pasado, se prevé que el comercio marítimo se estanque en 2025, con un ligero aumento en los volúmenes (+0,5 %).
El desvío de rutas de larga distancia, provocado por tensiones geopolíticas, mantuvo la actividad de los buques el año pasado, con un crecimiento récord de casi seis por ciento en ingresos, medidos en toneladas-milla.
Pero las tensiones políticas, los nuevos aranceles, los cambios en los patrones comerciales y las rutas marítimas reconfiguradas están remodelando la geografía del comercio marítimo, según el Informe 2025 del sector, que la Unctad subtituló “Manteniendo el rumbo en aguas turbulentas”.
El resultado es un mayor número de desvíos, escalas en puertos omitidas, viajes más largos y, en última instancia, un aumento de los costos.
Estados Unidos y varios socios comerciales han anunciado medidas políticas, como nuevos aranceles y tasas portuarias para ciertos buques construidos u operados en el extranjero, medidas que podrían afectar aún más los costos y las rutas.
El transporte marítimo de energía también está en transición: los volúmenes de carbón y petróleo se ven presionados por las iniciativas de descarbonización, mientras que el comercio de gas continúa expandiéndose.
Y los minerales críticos, esenciales para las baterías, las energías renovables y la economía digital en su conjunto, se están convirtiendo en una nueva fuente de tensión en el comercio global, con la competencia por asegurar el suministro y añadir valor a nivel nacional.
La logística marítima es clave para que los países en desarrollo aprovechen las oportunidades que ofrecen los minerales y materiales críticos, como litio, cobalto, cromo, cobre, grafito, níquel, magnesio, zinc y las tierras raras.
Los puertos se encuentran bajo presión debido a las interrupciones, lo que provoca congestión y tiempos de espera más largos. También se enfrentan a la necesidad de invertir en operaciones más limpias, eficientes e inteligentes.
Los sistemas digitales, como las ventanillas únicas marítimas y los sistemas comunitarios portuarios, están ayudando a algunos países a reducir costos y retrasos, pero muchas economías en desarrollo aún están rezagadas.
En el contexto de incertidumbre, las tarifas de flete se han vuelto más volátiles, debido a perturbaciones como la crisis del mar Rojo de 2024 -ataques a buques desde la costa norte de Yemen y bombardeos de réplica de Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel- que impulsaron un aumento ese año.
Las tensiones geopolíticas persistentes en 2025 suscitaron preocupación porque podrían interrumpir la actividad marítima en el estrecho de Ormuz, boca de salida de gran parte de la producción petrolera en la zona del golfo árabo-persa.
Las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte marítimo aumentaron cinco por ciento en 2024. Solo ocho por ciento del tonelaje de la flota mundial está equipado para usar combustibles alternativos, y las tasas de reciclaje de buques siguen siendo bajas.
Los costos de cumplimiento ambiental, incluida la tarificación de las emisiones, también están redefiniendo la economía del transporte marítimo.
“Las transiciones futuras -hacia cero emisiones, hacia sistemas digitales, hacia nuevas rutas comerciales- deben ser justas, deben empoderar y no excluir, y fomentar la resiliencia y no profundizar la vulnerabilidad”, afirmó la secretaria general de la Unctad, Rebeca Grynspan.
Ello porque los altos costos persistentes del transporte corren el riesgo de afectar más duramente a los países en desarrollo, en particular a los pequeños Estados insulares en desarrollo y a los países menos adelantados.
El Marco de Cero Emisiones Netas de la Organización Marítima Internacional, cuya adopción está prevista para octubre de 2025, establecerá un estándar global para combustibles e introducirá un mecanismo de fijación de precios de gases de efecto invernadero a partir de 2028, con un fondo para apoyar a los países en desarrollo.
El informe también destaca la necesidad de proteger los derechos de la gente de mar, ya que los casos de abandono (cuando el armador no paga los salarios o deja sin apoyo el regreso a casa de la tripulación) alcanzaron en 2024 un récord de 312 casos, que afectaron a 3133 marinos en 282 buques diferentes.
La enmienda al Convenio sobre el trabajo marítimo que entrará en vigor en 2027 fortalecerá sus derechos a la repatriación y al permiso en tierra, pero se necesita una aplicación efectiva.
La Unctad pide que se adopten medidas específicas para mitigar el aumento de los costos del transporte, fortalecer el rendimiento portuario, impulsar la facilitación del comercio y mejorar la previsibilidad de las políticas comerciales.
A-E/HM