El Oráculo de Rohrmoser

El Escorpión

Pitonisa

Relata la mitología griega, que hace miles de años, no había ningún ciudadano que emprendiera una empresa importante, sin antes consultar el Oráculo de Delfos.

El Oráculo era un recinto sagrado, consagrado al dios Apolo y estaba ubicado en el Valle del rio Peisto, junto al monte Parnaso.

Los griegos elegían a una mujer, doncella, denominada Pitia o Pitonisa, que debía de comprometerse a vivir en ese lugar el resto de su vida. Luego de que la pitonisa fue secuestrada por un joven de Tesalia, los griegos acordaron elegir en esa posición, a una mujer, mayor de 50 años, pero que debía vestir el resto de su vida, como doncella.

Ante la confianza y la experiencia que reconocían los griegos en la Pitonisa, el Oráculo constituía un lugar de consulta obligada.

La palabra del oráculo se respetaba y su criterio guiaba el accionar de los ciudadanos.

Hoy día, parece ser que el Oráculo ni es de Delfos, ni está ubicado cerca del monte Parnaso. Sino que es de Rohrmoser y está situado cerca de la Nunciatura. Ya no tenemos Pitonisa, sino que tenemos Pitoniso: en los tiempos que vivimos, el Oráculo es de Arias y el Pitoniso es Rodrigo.

Comentan los entendidos en política, que la casa de Rodrigo Arias, se ha convertido en lugar obligado de peregrinaje, para postular candidatos, designar diputados, presidentes y hasta para tomar decisiones relacionadas con la economía y el futuro post pandémico de Costa Rica.

Según relatan nuestras fuentes en la Asamblea Legislativa, los actuales diputados del Partido Liberación Nacional, fueron avalados y ninguno de ellos vetado por el Oráculo. Parece ser que fue el consejo y la “bendición” de Rodrigo Arias, más que la designación en manos de la Asamblea Plenaria del Partido Liberación Nacional o del eterno candidato Alvarez Desanti, lo que les permitió sentarse en las curules que ocupan en el Congreso.

Su influencia, tal como ocurría en Delfos, ya sobrepasó los ámbitos liberacionistas.

Se comenta que ante la crisis económica provocada por el Covid-19, el equipo económico y social del Gobierno también realizó la obligada peregrinación por el Oráculo de Rohrmoser.

Esperemos que el consejo de Rodrigo Arias y las medidas que decidan ejecutar quienes consultan el Oráculo sean tan acertadas como los del antiguo en Delfos. Qué sus recomendaciones se conviertan en el mejor instrumento para superar los problemas económicos y sociales, que se ciernen, como nubes tormentosas, en el horizonte de nuestro país.

El problema de todo esto es que el Oráculo de Rohrmoser no es el de Delfos, y la pitosina tampoco es doncella.

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