Carlos Manuel Echeverría Esquivel
En la encrucijada en que se encuentra Costa Rica hoy en día, conviene aprender de las experiencias valiosas foráneas, sabiendo tomar lo que nos es útil y desechando lo que no nos es. Una de ellas es la del Estado de Singapur en Asia, isla de 697 KM2, cuya única ventaja competitiva es su localización; con 5.6 millones de habitantes, un PIB calculado en (PPP) US$ 508 millardos, 91 mil $ per cápita, lo que equivale a 51 mil US$ en base a un PIB nominal. Su índice de Desarrollo Humano es el quinto a nivel mundial. En 1959, cuando se funda, tenía un PIB per cápita anual de menos de 200 $ nominales. Esta información es harto conocida, pero vale la pena explorar en este artículo la fuente de tan notable muestra de progreso sostenido, que no es otra que las ideas, perseverancia y férrea voluntad de su líder, el conocido Primer Ministro Lee Kuan Yew.
Aristócrata de origen chino, vivió de 1922 al 2015 y gobernó su país desde su inicio como estado en 1959 hasta 1990; en 1965 se separó de la Federación Malaya. No soy partidario de que personajes se entronicen en el poder; prefiero el sistema mexicano: seis años en el poder y nunca más. Pero toda regla tiene su excepción y Lee Kuan Yew, desde mi punto de vista, la es.
Observé hace pocos días un video donde el mismo Señor Lee se refería al decálogo que lo había inspirado, que listaré a continuación, con comentarios cuando sea necesario:
1. Tenga una visión, adonde queremos llegar, qué queremos ser y a qué plazo; hay que mantenerse y enfocarse en alcanzar los hitos y los indicadores de éxito. Creo allí fallamos los costarricenses; sin una visión clara y compartida, no se llega a un destino seguro, excepto por casualidad. Tenemos un contrato social extraordinario, pero que empieza a “hacer aguas”; no tenemos una visión y menos común, producto de un nuevo contrato social, que está pendiente por elaborarse con el concurso de todas las fuerzas sociales que la ciudadanía presente y obligadamente para beneficio de todos. Muchos creen que una nueva constitución es necesaria: puede ser…tema para otro artículo.
2. No afloje, como decía también nuestro gran José Marín Cañas, en su “No aflojar”.
3. Sea de mente abierta; hay que “salir de la caja”, promover el análisis de las ideas de otros, promover la participación.
4. Haga de su propia vida lo mejor; si los individuos integrantes del colectivo ciudadano lo hacen, el nivel de energía positiva será de alto voltaje.
5. Apasiónese; sin pasión no hay compromiso, sin pasión no hay amor que dure y el desarrollo es un acto de amor patriótico.
6. Mantenga sus posiciones; una vez que estemos seguros de lo que queremos hacer con base en nuestras convicciones y análisis, defendamos nuestras posiciones, individuales y colectivas.
7. Demuestre su esfuerzo; el esfuerzo y el sacrificio es contagioso…hay que demostrarlo.
8. Aprenda de su propia experiencia y la de otros, por supuesto.
9. Sea consistente; la consistencia y la perseverancia rompen barreras y son esenciales para alcanzar las metas que como reflejo de propósitos y objetivos superiores, se implementan por medio de estrategias adecuadamente definidas.
10. Dedique su vida a algo grande, no la pasemos simplemente consumiendo para buscar la felicidad. Si los individuos parte del colectivo ciudadano hacen de su compromiso con grandes logros el camino para encontrar “la felicidad”, tendremos otro efecto sinergético “megawattico”.
Según Lee Kuan Yew, la aplicación de ese decálogo es la clave de su éxito. Creo es válido para cualquier sociedad organizada y más una que tanto ha invertido en educación, aunque últimamente fallando al corporativizarse, con cada gremio persiguiendo sus propios intereses, en contradicción con los mejores intereses patrios, Patria que nos debe cobijar a todos los ciudadanos. El reto de una nación como Costa Rica es lograr lo que Singapur hizo, pero en democracia y absoluto respeto a los Derechos Humanos, con un liderazgo adecuado a aquella, ejercido con firmeza y traspasando el batón de liderazgo, a lo más, como dije, idealmente cada 6 años…si ello fuera lo que la ciudadanía quiere. Imprescindible una mejor educación formativa y una política nacional de incentivos y desincentivos a aplicar con rigurosidad. La vía de las gollerías, privilegios y el “dejar pasar” no funciona.
– Miembro de la COREC I (Comisión de Reforma del Estado Costarricense I)