Director de «Tristán» en Bayreuth promete escapada a un mundo de belleza

Por Britta Schultejans (dpa)

dpa
El director Roland Schwab delante de la Festspielhaus (teatro de ópera de Bayreuth). Schwab abre el Festival de Bayreuth con una nueva producción de «Tristán e Isolda». Foto: Daniel Karmann/dpa

Bayreuth, 24 jul (dpa) – El mundo de la ópera espera desde hace dos años el nuevo «El anillo del nibelungo» en Bayreuth y ahora recibe incluso un «Tristán e Isolda» sorpresa.

Roland Schwab es el director de esta nueva producción, cuyo concepto desarrolló en solo cuatro semanas. En entrevista con dpa, habla de una situación de excepción en la Colina Verde y de por qué no se atreve a tocar en un piano de Bayreuth algo que no haya sido compuesto por Wagner.

dpa: Usted describió su idea de «Tristán» como una especie de huída del mundo, una utopía. ¿Quedó así?

Schwab: Absolutamente. Para mí, «Tristán e Isolda» es la obra de huída del mundo más famosa de toda la historia de la música. Y si hay una época que tiene la necesidad de huir del mundo entonces es la nuestra. Todos quieren hacer este viaje: desprenderse del mundo, superar los límites, perderse, perderse en el otro. No hay más ‘yo’ ni más ‘tú’. Perderse en el universo, en un amor universal. Quiero permitir este anhelo. Especialmente en nuestro contexto actual, esto es muy, muy importante para mí. Hay muchas producciones analíticas de «Tristán», no lo critico, está muy bien que las haya. Pero yo intento responder con poesía a la poesía. Simplemente quiero dejarme llevar por el éxtasis de la obra, esos estados de embriaguez, y generar un éxtasis de belleza en el espectador. Quizá hace diez años lo hubiera hecho diferente. En ese entonces estaba más del lado analítico, desilusionado. Pero la realidad ya tiene suficiente de eso.

dpa: ¿Puede una embriaguez estética como esa marcar una diferencia más allá del momento?

Schwab: Experimentar la belleza es algo que uno lleva consigo de por vida. Ese encanto permanece como un valor. Como en los viajes en los que uno experimentó una belleza real más allá del cliché, una belleza auténtica, honesta. En tiempos más magros uno se alimenta de esa belleza. Y así veo ahora nuestra misión. Porque a «Tristán» el espectador no va a encontrarse, sino a perderse.

dpa: ¿Cómo fue su experiencia trabajando en la Colina Verde?

Schwab: Aquí puedo trabajar libremente y de Katharina Wagner (directora del festival) solo recibo apoyo. Me parece muy inteligente por su parte traer este «Tristán», anticipar que habría una situación tensa y que el festival necesitaría este comodín. Lógicamente en esta situación no tuvimos ensayos de sobra. Quizá tuvimos un tercio de los ensayos finales habituales. Ayuda mucho el contar con pocos debutantes y que todos conozcan sus papeles. Eso es esencial para nuestro «Tristán». Catherine Forster conoce bien a Isolda y si hay alguien que realmente conozca por dentro y por fuera a Tristán, ese es Stephen Gould.

dpa: Su «Tristán» está pensado sobre todo para el caso de que alguna de las grandes óperas corales no pueda representarse a causa del coronavirus. ¿Su idea fue hacerlo lo menos complicado y adaptado a la pandemia posible, la menor cantidad posible de personas sobre el escenario?

Schwab: Algo así, sí. No tengo, como la Ópera Estatal de Viena, más de cien figurantes desnudos.

dpa: Luego de que fuera privado de su director de orquesta (Pietari Inkinen, por motivos de salud) y de que finalmente Cornelius Meister dirija el «Anillo» , ¿cuánto teme por el intérprete de su Tristán Stephen Gould? También canta el «Tannhäuser» y el Sigfrido de «El ocaso de los dioses».

Schwab: Creo que alguien que puede llevar esa carga de trabajo a su edad también puede enfrentarse a un virus así.

dpa: ¿Qué hace que este lugar sea tan especial para usted?

Schwab: Para mí Wagner abre fronteras. Cuando de joven entré en contacto con su música por primera vez, me hizo mucho bien no ver límites. Esta música te transporta lejos. Wagner es junto a Johann Sebastian Bach el artista universal que la mayoría de los pueblos se ha apropiado. Y en Bayreuth culmina todo eso, porque este teatro fue construido para él. La arquitectura y la ubicación son únicas. De haberse levantado en Múnich, sería el Gasteig (Filarmónica de la capital bávara), una atracción entre muchas. Estuvo muy bien pensado crear este lugar de peregrinación. Uno no tiene que encontrarse con gente que diga: Bueno, en realidad me gusta más Verdi. Aquí, en el festival, hay pianos por todas partes, pero la gente no se atreve a sentarse ante uno de ellos y tocar algo que no sea Wagner. Todo el mundo tiene un umbral de inhibición, tal vez suenen brevemente otros compases, pero acaban rápido porque uno se siente culpable, es un sacrilegio.

El festival de música dedicado al compositor germano Richard Wagner, que se celebra en la ciudad alemana de Bayreuth, comienza -como cada año- el 25 de julio, esta vez con la nueva producción de «Tristán e Isolda» dirigida por Roland Schwab.

Roland Schwab trabaja como director independiente en varios escenarios de Alemania y del extranjero. También imparte clases en la Universidad de Música y Artes Escénicas de Fráncfort y en la Academia de Teatro de Baviera.

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Festival de Bayreuth (en inglés)
Equipo artístico y reparto «Tristán e Isolda»

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