Cuaderno de Vida
Gustavo Elizondo Fallas
Pero había un sistema aun más injusto, dejar al grupo “arrestado”, ¿qué era eso?, una medida coercitiva para cuando había una parte del grupo que por su mal comportamiento, no dejaba a la maestra impartir la clase, el castigo era no permitir a la totalidad del grupo salir al recreo o si era al final de las lecciones, no se podía salir hasta que la maestra autorizara, algunas veces hasta una hora más. No voy a juzgar a mis recordadas maestras, ellas tenían toda la buena intención de formarnos con disciplina, aunque a toda luz, eran sistemas poco justos.
Retraemos estos recuerdo de infancia a propósito de las medidas que se pretenden aplicar con respecto a la pandemia del covid 19, que me parecen son la forma justa de reconocer a los que se portan bien, los que han completado su esquema de vacunación y que no tienen por qué quedar “arrestados” por aquella minoría de mal portados, que manipulados por informaciones falsas y manipulación de políticos y dirigentes religiosos, se resisten a colocar la vacuna, además del solapado apoyo de la Defensora de los Habitantes.
Los no vacunados deben entender que, si deciden no acceder a la inmunización o sea entrar en el modo rebeldía, están rompiendo su “contrato social” y por lo tanto, deberán aceptar que los que cumplimos con este compromiso intrínseco en los principios de convivencia de una sociedad que tiene que salvaguardar el bienestar de las grandes mayorías.
Por el bien de la reactivación económica y por la seguridad de todos, bienvenidas las medidas que exigen el esquema completo para acceder a lugares públicos, comercios y espectáculos en general, pero también se acompañen de liberar a la población de restricciones, siempre guardando el uso de mascarilla, lavado de manos y el distanciamiento social.