Era el año 1904. En un pueblecito llamado San Isidro de Coronado, perteneciente a la provincia de San José, se reunían una noche, partidarios de todos los bandos políticos. El Licenciado don Andrés Venegas García, gran visionario político, buen amigo y partidario del Licenciado Cleto González Víquez, asistió a la reunión, y en un discurso vibrante y emotivo, el orador, entre otras cosas dijo, tratando de elevar más la noble figura de su Candidato:
—»Don Cleto es hombre de pie en el suelo»…
Fué entonces, cuando Abraham Madrigal, a quien por cariño sus amigos lo llamaban «El Zapo», ardiente y fanático «zúñiguista», tratando de burlarse de don Andrés y de su candidato el Licenciado González Víquez, y creyendo hacerle un gran daño, ya que la brillante pieza oratoria del señor Venegas parecía haber convencido a los concurrentes a la reunión, de que don Cleto era hombre del momento para suceder a don Ascensión Esquivel, gritó a todo pulmón:
—»¿Ya lo han oído? ¡¡¡DON CLETO NACIO DESCALZO!!!»…