Al salir a las vacaciones de medio período lectivo, aquella abnegada educadora llamó a varios de sus alumnos para preguntarles: qué era lo que más les había agradado durante aquel corto período escolar.
Llamó al primero; éste contestó que le había gustado bastante el modo de enseñar de la niña; el segundo dijo que le había agradado los recreos, y así, sucesivamente hasta que un muchacho al ser interrogado se puso «vivo» y la maestra ingenuamente le dijo:
«A usted, niño, qué es lo que más le ha gustado?» El chiquillo se llevó el dedo a la boca, comenzó a balancearse con cierto ribete de maldad y por fin contestó:
Sus pernas, niña…
La maestra bastante enojada le llamó atrevido, y agregó:
-«Usted se quedará arrestado hasta las cinco de la tarde».
Ahora venga usted Aquileo, repitió la maestra e hizo igual pregunta; pero el poeta Echeverría como había nacido para ingenioso y humorista, le respondió :
«¿A mí?… déjeme arrestado hasta las ocho de la noche!!!»…
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora.
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