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UN COLEGA
La familia de don Adán invitó al Dr. Romero López, como lo había hecho varias veces, a pasar un domingo en la finca Atirro, propiedad de un yerno de don Adán, don Alvaro Rojas Quirós.Estando allá, Alvaro les anunció que un helicóptero norteamericano les haría una visita ese domingo. En realidad en el decurso de la mañana domingueña fue un gran acontecimiento para todos el aterrizaje de un nuevo y flamante helicóptero piloteado por dos machitos bastante corpulentos.
Una vez todos celebrando en la casa, don Adán llamó aparte al Dr. don Arturo Romero y le dijo:
-Arturo, ¿ya usted saludó a su colega?
El doctor Romero le dijo:
-¿Cuál colega, don Adán?
-Pues el Patólogo, hombre.
Inmediatamente el Dr. Romero se dirigió a los americanos y muy sorprendido regresó a donde don Adán diciéndole:
Lo engañaron, ninguno de los dos es médico, mi amigo.
No hay necesidad, Arturo, ¿no le vio los pies al más grande? Con esas PATAS lo menos que calza es 55.
Tomado del Anecdotario del Lic. Adán Acosta V.
