CUANDO los hermanos Tinoco Granados gobernaron a Costa Rica, y cuando el pueblo mostró inconformidad por ese Gobierno, el General don Joaquín Tinoco Granados, Ministro de la Guerra y brazo derecho de su hermano el Presidente de la República, encaminó sus pasos a la ciudad de Cartago a visitar al «Brujo del Irazú», el Licenciado don Ricardo Jiménez Oreamuno, figura prócer de la Patria, para pedirle consejos y su apoyo moral para poder sostenerse en el poder.
Los hermanos Tinoco Granados tenían dificultades para lograr el reconocimiento del Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica.
Cuando don Joaquín le pidió al gran repúblico el consejo, éste le respondió terminantemente.
—»¡Abandonen el poder!»
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Usado con autorización.