Nos refirió en cierta oportunidad la siguiente anécdota:
Un tipo de esos que les agrada hacer negocios fáciles y ganar mucho dinero, vislumbrando el «gran negocio» que resultaba que la Compañía Bananera iba a trasladar sus negocios de siembra de banano a la Zona Pacífica, se le acercó a doña Amparo para decirle que le vendiera su finca «Pirrís» situada en Parrita. La señora de Zeleddón le manifestó al logrero que la finca valía veinte millones quinientos mil colones. El tipo, al contestarle que se la compraba, le dijo:
—»¿Para qué quiere usted tanta plata, doña Amparo?»…
Y la respuesta de aquella gran mujer costarricense no se hizo esperar:
—»¡Para dársela a los que vos dejás sin ella!».
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Usado con autorización.