PEPE TACONES
AUNQUE una buena cantidad de grandes figuras de la historia han sido de baja estatura, para don Pepe resultó un complejo difícil de disimular. Usaba botas con tacones más altos, por lo que sus adversarios aprovecharon para colgarle el mote de «Pepe Tacones».Pocas veces asistía a las recepciones, porque decía que en esas actividades lo único que se hace es beber guaro. Cuando iba, era porque lo obligaban a atender rígidas reglas protocolarias. En una de esas ocasiones, después de un corto lapso, pidió a su anfitrión la venia para retirarse. Por esa época acostumbrada usar sombrero, como lo hizo siempre de joven. Al buscarlo, lo encontró colgando de una de las perchas más altas de la paragüera que se encontraba a la salida de la residencia. Al darse cuenta que el sombrero estaba fuera del alcance del presidente, el embajador corrió a recogerlo y se lo entregó cortésmente. Al despedirse, don Pepe le dijo,
-Sírvase recibir mi agradecimiento por las finas atenciones de que he sido objeto y además por molestarse al alcanzarme el sombrero. Pero le ruego tenerme presente para cuando se le caiga algún objeto al suelo, para venir a recogérselo.
Anécdota de José Rafael Cordero Croceri
Tomado del Anecdotario del elespiritudel48.org