André Challe, benefactor de Moravia

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Carlos Revilla Maroto

Carlos Revilla

He vivido buena parte de mi vida en Moravia, de hecho me considero un moraviano. Entre muchas otras cosas, este cantón es conocido por la gran cantidad de colegios de segunda enseñanza que tiene. De hecho, hay una urbanización que se llama Los Colegios, precisamente porque ahí están ubicados varios de ellos, a saber los colegios Nuestra Señora de Sion y el Saint Francis. También estuvo por muchos años el colegio Lincoln, pero este se pasó hace algún tiempo al barrio el Socorro en San Miguel de Santo Domingo de Heredia, y en lo que fueron sus instalaciones se construyó el mall Plaza Lincoln. Siempre supe, que las terrenos para esos colegios fueron donados por un señor llamado André Challe, un cafetalero de la localidad. Pero eso era todo, no tenía mayores datos o información sobre él.

Hace unos meses, estuve en una reunión de compañeros de colegio en el Club La Guaria, y me llevé la sorpresa que a la entrada había un retrato del señor Challe. Entonces pregunté, y me dijeron que el terreno para las instalaciones del club, las había donado ese señor, y que también la propia urbanización La Guaria, se había construido en una finca suya. Me quedé, como se dice popularmente, con “la espinita” de averiguar más sobre su vida. En estos días revisando unas fotos antiguas de barrio Amón, me topé con una de principios del siglo 20 que decía Casa de la familia Challe, y pensé, tiene que ser la familia de André Challe, y efectivamente era la casa de sus papás; entonces me dije, ahora sí llegó el momento, y me puse a investigar y recabar información.

Para tener todo el panorama sobre André Challe, hay que conocer primero un poco de su familia, especialmente sus padres, que fueron Émile Challe Loubet, y Ubaldina Penaforte Texeira, él francés y ella brasileña.

Resulta que en noviembre de 1898, Costa Rica recibió a un grupo de inmigrantes franceses, algunos recién llegados y otros ya establecidos en el país. Entre los recién llegados se encontraba Émile Challe y su esposa. Al llegar al país, Émile pasó a ser conocido como Emilio y se hicieron muy amigos de otros inmigrante franceses ya establecidos en Costa Rica, como el señor Amón Fasileau-Duplantier, que se había convertido en empresario cafetalero, con grandes extensiones de terreno en San José originalmente sembradas de café. También administraba las de otro inmigrante francés Hipólito Tournón. De hecho Monseiur Amón, se había puesto de acuerdo con la municipalidad de San José, para urbanizar los terrenos de su propiedad, que dieron origen al barrio que lleva su nombre, y dónde se pasaron a vivir los Challe poco tiempo después de arribar al país, en una casa, contiguo al Beneficio Torres, de la empresa de Tournón.

Por consejo del propio Amón se dedicó a la actividad cafetalera, y entonces compró terrenos en para sembrar café. Estas relaciones, junto con su participación en diversos negocios, fortalecieron su patrimonio y le permitieron conformar un importante conglomerado de fincas en Coronado, Heredia y especialmente Moravia (ver Anexo), consolidándose como uno de los principales cultivadores y exportadores de café en Costa Rica. Su llegada marcaría, en la primera década del siglo XX, el inicio de la presencia de un empresario cafetalero en la zona de Moravia, lo que generó nuevas oportunidades de empleo en una comunidad predominantemente rural, con escasas fuentes de trabajo; convirtiéndose en la principal actividad familiar. También incursionó en los sectores minero y financiero, estableciendo vínculos con destacados grupos políticos y económicos.

A su muerte, su hijo, André Challe Penaforte, continuó con el legado empresarial de su padre, ampliándolo con sus propios esfuerzos en la región de Coto Brus, por entonces un área remota e inhóspita. En la década de 1950, André transformó el uso y la tenencia de la tierra en Moravia mediante donaciones y ventas de terrenos a precios simbólicos. Gracias a estas acciones, el cantón experimentó un notable desarrollo, con la creación de centros educativos de alta calidad, ya mencionados, y el establecimiento de zonas residenciales que atrajeron a nuevos habitantes, contribuyendo a su transición de una localidad rural a un entorno urbano.

Sobre André Challe se puede decir que fue un empresario y hombre de negocios nacido en San José, cuyas actividades abarcaron la producción de café, el urbanismo y la exploración, siendo también pionero en la colonización de las tierras del sur del país.​ Sus actividades comerciales y filantrópicas tuvieron un profundo impacto en el cantón de Moravia y sus alrededores, las cuales se desarrollaron durante la segunda mitad del siglo XX.

Nació en Costa Rica. Realizó su primaria y secundaria en Francia; y los estudios universitarios en Inglaterra, graduándose como ingeniero civil del Trinity College (Cambridge). Se enlistó en el ejército francés, participando en la segunda guerra mundial, fue herido y tomado prisionero por los nazis, siendo rescatado por la resistencia francesa, y en 1942 volvió a pelear en calidad de capitán hasta 1945, año en que finalizó la guerra. Volvió a Costa Rica en ese mismo año, radicándose en Moravia, donde vivió gran parte de su vida.

Junto a la familia Sansonetti iniciaron la colonización de Coto Brus, pero dicha actividad no fructificó de su lado, por lo que abandonó el proyecto y se dedicó a la caficultura, actividad por la cual sentía gran respeto al ser esta la base de la economía costarricense. Se preocupó por mejorar las técnicas de ese cultivo y opinaba “que el valor del café no se iba determinar por su cantidad sino por su calidad”, palabras que resultaron ser proféticas.

En las siguientes décadas se transformaría también en uno de los desarrolladores urbanos más importantes de Costa Rica, teniendo como foco la zona norte de San José, especialmente el cantón de Moravia.

Se casó en segundas nupcias con Mary Johnston White en 1939, con quien tuvo su única hija, Géneviève, conocida como Jenny, nacida en Francia en 1940.

Fue propietario de un yate llamado “El Papagayo” con el que hizo una serie de expediciones, entre ellas la más especial fue la que realizó a la isla del Coco del 8 al 17 de abril de 1960.

Su labor de beneficencia se ve reflejada en toda Moravia, en San Vito de Java y Golfito. Fue fundador del Automóvil Club de Costa Rica, socio y presidente de los clubes del Costa Rica Country Club y del Rotario. Le agradaban los trenes eléctricos, las fotografías y los automóviles.

Su acción empresarial fue disminuyendo paulatinamente debido a cambios desfavorables en la coyuntura de sus actividades, tales como las erupciones del volcán Irazú en la década de 1960, así como un distanciamiento en la gestión y control de los diferentes negocios que abarcaba.

André Challe destacó como pionero en varios ámbitos, entre los cuales podemos mencionar:

  • La colonización de las tierras de Coto Brus
  • Urbanización de San Vicente de Moravia
  • Exploración de la Isla del Coco
  • Benefactor de los terrenos donde se construyeron el antiguo colegio Lincoln, el actual colegio Saint Francis, el actual colegio de Sion y el antiguo colegio Saint Clare, hoy sede principal de la Universidad Católica de Costa Rica
  • Fundador y benefactor de los terrenos donde se construyó el actual Club La Guaria
  • Donador del frontispicio, obra de Louis Féron, y órgano de la iglesia de San Vicente de Moravia
  • Miembro fundador y benefactor de la Alianza Francesa
  • Fundador y presidente del Automóvil Club de Costa Rica
  • Benefactor de las expediciones científicas del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura en el Golfo de Nicoya
  • Benefactor del Hospicio de Huérfanos
  • Benefactor del Club Rotario de Costa Rica

En vida, y después de muerto, don André ha recibido varios reconocimientos:

  • El estrecho Challe de la Isla del Coco lleva este nombre en su honor
  • Condecorado por el gobierno de Francia como Caballero de la Legión de Honor
  • La calle de ingreso a la Iglesia de San Vicente de Moravia lleva su nombre desde 1965
  • En su honor el auditorio del salón parroquial de San Vicente de Moravia lleva su nombre
  • Una urbanización en Los Sitios de Moravia lleva su nombre.
  • Benemérito de los colegios Lincoln y Saint Francis de Costa Rica
  • La planta del AyA de tratamiento aguas residuales y abastecimiento de agua en Los Sitios de Moravia lleva su nombre (André Challe)
  • Benefactor de Moravia por decisión unánime del Consejo Municipal de Moravia, 2015

Donde está el supermercado Peribásico, diagonal a la esquina noroeste del parque de Moravia, en las misma cuadra de la sucursal del Banco Nacional, estaba la casa donde vivió muchos años. En esa casa y patios estuvo la escuela Humboldt, la primaria del Saint Francis, y por un tiempo, a mediados de los años 70, el Liceo Laboratorio de la UCR.

Recientemente estuve en el colegio Saint Francis, y le tomé una fotografía a la placa de agradecimiento a André Challe, por la donación del terreno para la construcción del colegio.

En el anexo incluyo un resumen de Moravia… al paso de los Challe, que es un estudio histórico-genealógico muy completo de la familia Challe, escrito por el genealogista Emilio Gerardo Obando Cairol. Un Pdf con el trabajo completo, y muchas imágenes, algunas de las cuales no incluyo en este artículo, incluido un mapa de todas las fincas que tenía en San Vicente; pueden verlo aquí.

Un gran personaje, a quien Moravia le debe mucho, aunque el reconocimiento a su labor en pro del cantón quizás fue un poco tardío. Resalto la declaración de benemérito hecho por los colegios Lincoln y Saint Francis, y por supuesto, la declaración de benemérito del cantón de Moravia otorgada por la municipalidad en el 2015. Es más, el parque central de Moravia debería llevar su nombre, y no el insípido de Abraham Lincoln. Honor a quien honor merece.

La galería está muy completa. Incluso algunas imágenes muy antiguas, las traté digitalmente con IA, para mejorarlas y resaltarlas. Algunas imágenes las tomé del Grupo de Facebook “Moravia y sus matices”, a quienes de antemano mi agradecimiento. Otras de la familia Challe las tomé del ya mencionado “Moravia… al paso de los Challe”, y fueron aportadas directamente por los descendientes de don André.

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Referencias

Obando Cairol, Emilio Gerardo (2016). Moravia… al paso de los Challe. Un estudio histórico-genealógico (1 edición). San José, Costa Rica.
Grupo de Facebook “Moravia y sus matices”
La Wikipedia https://es.wikipedia.org/wiki/Andr%C3%A9_Challe_Penaforte

Anexo

Los Challe, pioneros en el desarrollo rural y urbano de Moravia

Por Emilio Gerardo Obando Cairol
Genealogista

Emilio Challe

Costa Rica fue el país de destino el 10 de noviembre de 1898 de un grupo de inmigrantes procedentes de Marsella, Francia, cuyo barco hizo una escala en la isla caribeña de Martinica, perteneciente a esa nación y de ahí enrumbaron a Colón, Panamá, de donde zarparon para nuestro país. Entre ellos venía el francés Émile Challe Loubet con su esposa Ubaldina Penaforte. Su arribo constituiría en la primera década del siglo XX la presencia de un empresario cafetalero en la zona de Moravia, que significaría una fuente de empleo en una población entonces rural, ayuna de oportunidades de trabajo.

Émile había nacido en la ciudad de París, Francia, un 1° de junio de 1863, en el hogar de André Challe y Margarita Loubet, Obtuvo el 7 de agosto de 1885 un Diploma de la Enseñanza Superior de la Agricultura, en el Instituto Agronómico Nacional, bajo la tutela del Ministerio de Agricultura de Francia. Contrajo matrimonio con su esposa Ubaldina, natural de Brasil, el 6 de enero de 1889 en la ciudad de Uruguaiana, situada en el extremo occidental del estado de Río Grande do Sul.

¿Por qué, Costa Rica? Al igual que otros países de América, como Brasil, Uruguay y Argentina, Costa Rica propició en el siglo XIX la inmigración extranjera, especialmente europea, con el fin de procurar mano de obra para sus actividades agrícolas, así como estimular la inversión en actividades financieras e incipientes industrias que empezaban a desarrollarse a fines del siglo XIX y principios del XX.

En ausencia de datos o fuentes de historia familiar que nos faculten para conocer el motivo que indujo a Emilio Challe para venir a Costa Rica, este autor plantea la hipótesis que había alguna relación o amistad de éste con Hipólito Tournón Captenat, ciudadano francés que desde 1877 había incursionado en el negocio del café. Hipólito era armador y comerciante, vecino de Burdeos, Francia. Había venido al país en 1856 y después encargó a su cuñado Amón Fasileau Duplantier la administración de sus empresas en Costa Rica. Bien pudo ser Hipólito o incluso Amón quien le brindó referencias a Challe sobre las ventajas de iniciar negocios en este país. Challe y Tournón participaron conjuntamente en actividades bancarias y financieras en esta nación.

Una de ellas fue la constitución del Banco Comercial de Costa Rica, el 17 de mayo de 1905, con otros inversionistas como Minor C. Keith, Francisco Montealegre Gallegos y William Le Lacheur Lyon, que se dedicaría a todo género de operaciones bancarias; duraría diez años, prorrogables por períodos iguales.

Luego de funcionar con éxito durante casi una década, esa entidad bancaria se aventuró a financiar la campaña electoral de don Máximo Fernández Alvarado, candidato del Partido Republicano para las elecciones del año 1914, que ascendió a ₡420 000 00. Al presentar después su renuncia al Congreso como candidato presidencial, don Máximo no honró la deuda, lo que puso al Banco en una angustiante situación económica, que, junto con graves errores cometidos por la Gerencia, incidió en la quiebra de la entidad el 2 de febrero de 1915.

La Administración del Lic. Alfredo González Flores liquidó el Banco Comercial, asumiendo el Banco Mercantil el proceso de quiebra, para lo cual logró la intervención del Gobierno, de modo que los otros bancos existentes recibieran los billetes de aquel como propios. En 1922 el Banco Internacional se encargó de dicho proceso, pues venció el contrato que tenía el Banco Mercantil para liquidar el activo.

Aunque el señor Challe seguía siendo socio del Banco Comercial, ya desde el 28 de abril de 1910 no era directivo del citado banco. Sin embargo, don Emilio asumió nuevamente la administración del Banco Comercial durante el período de tramitación judicial de la quiebra, tratando de recuperar créditos adeudados a la Entidad por personas físicas y jurídicas, labor que se extendió hasta el año 1918, algunos de los cuales se recuperaron parcial o totalmente mediante la adjudicación de fincas.

Paralelamente a sus negocios bancarios, Challe, aunque ciudadano francés, tenía también la nacionalidad brasileña y como tal fue acreditado el 15 de agosto de 1903 como Cónsul Honorario de Brasil en Costa Rica, siendo así el primer diplomático aquí de ese país, cargo que desempeñó hasta el 3 de junio de 1914.

Al igual que la empresa Tournón, Challe tuvo en cuenta cuatro factores relevantes para la adquisición de tierras en el Valle Central: la fertilidad de la tierra, la abundancia de agua para el riego y la industrialización del café, así como la ubicación de las fincas, que permitiera una rápida movilización del cafetal al beneficio y evitar así la fermentación del producto, y la presencia de mano de obra para el trabajo agrícola y la recolección del café. Don Emilio concentró sus propiedades en Moravia, Heredia, Goicoechea y Coronado.

La concentración de sus fincas se dio en Moravia, y estas fueron:

  • San Vicente. Esta hacienda fue comprada al señor Isidro Alfaro en 1900. Constituyó la joya de la corona del conglomerado de fincas de Emilio Challe. Esta finca, en la que se hallaba el beneficio del conglomerado, se ubicaba en un amplio sector cuya entrada principal iniciaba donde hoy se ubica Perimercados, en Moravia y se extendía hacia el oeste y hacia el noroeste. Hacia el oeste comprendía hasta el costado este del Liceo Laboratorio, excluyendo una lengüeta que pertenecía a la familia Alvarado. Hacia el noroeste incluía los actuales Condominios El Roble, hacia Pequeño Mundo y luego toda la zona norte hasta la esquina diagonal a Condominios Topacio.
  • Los Sitios, ubicada en Guayabal, ahora La Trinidad, Moravia.
  • El Ruano, situada en Guayabal, ahora La Trinidad, Moravia.
  • La Guaria, llamada también Los Quirós, posiblemente sus anteriores propietarios, situada en el actual Barrio la Guaria.
  • La Ladrillera, colindante con la finca San Vicente. En ella había casas para los empleados y una caballeriza, su superficie comprendía lo que hoy es la urbanización Los Robles y el Parque Infantil. Se hallaba en el sector sur de San Vicente, colindando con la Quebrada Barreal. En la actualidad es el barrio La Guaria Oriental.
  • Finca La Estaca, que se extendía en cuadrantes que iban desde la esquina frente al BAC San José hasta el Scotiabank, abarcando hacia el sur donde hoy está el condominio La Carolina, hasta el colegio Saint Francis.
  • Los Bajos. Era una finca de 60 manzanas. Iniciaba en el actual Plaza Lincoln y se extendía hasta lo que hoy es la urbanización Los Colegios, lindando con la calle Chile de Perro al sur y al oeste colindando con terrenos en donde actualmente se ubica PriceSmart, cercano a Llorente de Tibás.
  • Jardines de Moravia. En esta finca se instaló posteriormente la institución educativa Saint Clare College.

Challe abre una fuente de empleo para los jornaleros de Moravia y de otros poblados vecinos como Guadalupe, San Isidro y Santo Domingo, ambas de Heredia, y Coronado. Asimismo, el establecimiento de un beneficio permite a los pequeños productores entregar sus cosechas y adherirse al sistema de financiamiento por adelantado que ofrecían los exportadores del grano, como E. Challe & Co. y, más tarde, Challe & Sucesores S. A., para la venta del producto a mercados internacionales, principalmente europeos. En 1927, la población de Moravia ascendía a 2 778 habitantes, de los cuales 1 881 residían en San Vicente, 452 en San Jerónimo y 445 en Guayabal, luego renombrado La Trinidad.

Gran parte de los moravianos de hoy tuvieron ancestros suyos que laboraron en las fincas de don Emilio Challe, quien fue empresario cafetalero desde 1900 hasta su muerte, acaecida en San Vicente de Moravia el 4 de agosto de 1949.

André Challe

André, único hijo de la familia Challe Penaforte, nacido en el barrio Amón, en San José, el 12 de febrero de 1905, se hizo cargo, a la muerte de su padre, del emporio cafetalero. La limitación más preocupante para la sociedad estaba en que don Emilio no había participado en vida a su hijo André en la administración de su empresa cafetalera, a lo que se agregaba que este último no tenía una formación agrícola ni administrativa, ya que profesión, obtenida en Inglaterra, era la de ingeniero civil, que tampoco ejerció. André contrajo matrimonio con Mary Johnston White, costarricense de ascendencia escocesa, en la Iglesia San Francisco de Asís, Guadalupe el 4-de febrero de 1939.

Don André agregó algunas fincas a la empresa cafetalera, siendo la más importante de ellas la Finca San Jorge, hoy Urbanización San Jorge, que se extendía desde el Templo Bíblico, en San Rafael, Moravia hacia el oeste hasta llegar al Hogar de ancianos Nazareth, contiguo a la Capilla Sagrado Corazón y hacia el norte hasta el río Ipís.

Aún en 1950, la población de Moravia, en especial la rural, sigue teniendo fuertes limitaciones en la variedad de empleos. El cultivo del café continúa siendo relevante en la zona e hijos y nietos de quienes trabajaron en las fincas de don Emilio Challe constituyen mano de obra para prestar servicios como jornaleros y recolectores en las fincas que ahora pertenecían a su hijo André Challe.

Costa Rica, a partir de la década de los cuarenta del pasado siglo, experimenta transformaciones en los sectores social y económico que conducen a mayores oportunidades en el campo educativo, a un contexto legal de garantías sociales y laborales para los trabajadores, a una nueva composición de la sociedad costarricense, y a una nueva estructura en su sector productivo.

Moravia, zona rural por excelencia, experimentaba un cambio importante en cuanto a que los hijos de sus agricultores y jornaleros podían aspirar al menos a concluir sus estudios primarios y con ello, aprender a leer y escribir. Sus oportunidades seguían siendo limitadas, y más aún lejanas para estudiar en colegios mayormente situados en la capital y cabeceras de provincias y severamente restringidas para cursar estudios superiores.

André Challe no era ajeno al contexto económico y social al que iba evolucionando Costa Rica. Sabía, además, que el uso del suelo iniciaba en nuestro país su transformación para utilizarlo como zonas residenciales, comerciales e industriales. Con las nuevas fuentes de empleo en el sector público y la posibilidad de que, por su formación académica, miembros de la clase media ocuparan cargos mejor remunerados, era casi predecible que surgirían nuevas necesidades de vivienda en zonas más acordes con el estatus económico y social que correspondía a esos nuevos integrantes de la clase media costarricense. En línea con ello, Challe inicia la urbanización de sus fincas en 1949, siendo la principal el desarrollo de la urbanización La Guaria.

La escasa historiografía relativa a la evolución geográfica e histórica de Moravia le asigna un rol principal a la donación de terrenos que hizo André Challe para la instalación de colegios en la ciudad de Moravia. En 1951, dispuso donar al Colegio de Nuestra Señora de Sion un terreno comprendido en la finca Los Bajos, Moravia, con una extensión de 29 488m², sean 4.22 manzanas; al Saint Francis College, dona una propiedad de 38 400 m2, , sean cinco manzanas y media, parte de lo que fue la Finca La Estaca; al Lincoln School, dona 31 970.2 m2, sean 4.57 manzanas, y vende a un precio simbólico otro terreno de la misma extensión, ambos contiguos y en la finca Los Bajos, Moravia; vende a un precio muy especial los terrenos que ocupó el Saint Clare College, en Moravia, con una extensión de 38 670 39 m2 ó 5 ½ manzanas; y finalmente dona un terreno con una extensión de 34 945 m2, sean 5 manzanas, donde se establece el Club La Guaria.

Con la conversión de sus fincas cafetaleras a zonas residenciales, centros educativos, y espacios recreativos y deportivos, Challe dio inicio en Moravia en la década de los cincuenta del siglo pasado a un cantón más urbano, más integrado por hijos y nietos de agricultores, jornaleros y recolectores de café que ya no querían seguir los pasos de sus ancestros, sino que aspiraban a seguir estudios secundarios y aún universitarios, para lograr una posición social y económica superior, formar parte de una nueva sociedad de profesionales que se abría camino también en el campo político y en un sector comercial que buscaba clientes en una mayor etapa de consumismo y de atracción por productos en un mercado de mayor diversificación.

Moravia por espacio de poco más de sesenta años anduvo al paso de los Challe, evolución que no era ajena al cambio geográfico y económico que se fue dando en el Valle Central, donde el uso del suelo y la tenencia de la tierra se apartó del tradicionalmente aplicado, de tal manera que los antiguos cafetales comenzaron a ser reemplazados por urbanizaciones, industrias y comercios, y la tierra, generalmente poseída por pocos propietarios quedó distribuida proporcionalmente en lotes y zonas, en poder de muchas personas físicas y algunas personas jurídicas.

Tal como lo retrata su única hija Jenny, André Challe “Caballero elegante, sobrio y con una generosidad extraordinaria, pero pésimo hombre de negocios”, muere en Moravia, a la edad de 85 años, el 26 de noviembre de 1990. Fue el artífice del cambio en la década de los cincuenta del siglo pasado, cuando Moravia pasó de ser una zona estrictamente rural y campechana para convertirse en una ciudad con educación de alta calidad y con espacios urbanizados que sirvieron de asentamiento a nuevos pobladores de clase media y alta, con formación educativa superior, pero también con más arraigo en sus campos de trabajo y en sus ciudades nativas. Con el tiempo se integrarían y llegarían también a ser moravianos, deseosos de conocer y convivir con la historia de este pueblo lleno de historias y de personajes de leyenda como lo fueron don Emilio y don André Challe.

Más detalles de la vida y obra de Emilio y André Challe pueden ser observados en el ensayo de mi autoría “Moravia…al paso de los Challe”, disponible en Genearcas.

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Un comentario

  1. A raíz de mi columna sobre don André Challe, los lectores me escriben con algunos aportes, de los cuales paso a comentar los más interesantes.

    1. Como exalumno del Saint Francis (ingresé en 1972) les puedo decir que la escuela que estaba en las instalaciones en el costado este del colegio, a la par de la cancha de fútbol, eran las de la primaria del Saint Anthony. La primaria del Saint Francis estaba no estaba todavía en los terrenos del colegio. Si no me equivoco había un convenio de alquiler de esas instalaciones con el Saint Anthony, que cuando se venció, hizo que compraran un terreno en Chile de Perros, cerca del Pricesmart de Llorente, donde construyeron y se pasaron. Después de eso se botó el viejo edificio, y se construyeron las actuales instalaciones de la primaria del Saint Francis. Antes de eso la primaria del Saint Francis estuvo en varios lugares, incluido en Moravia, diagonal al parque que fue la casa por un tiempo de don André Challe (ver punto 4).

    2. En cuanto al convento “Casa de Espiritualidad María Caterina Di Maggio Religiosas Oblatas al Divino Amor” y la “Capilla de las Oblatas del Divino Amor”, que están ubicadas en el costado norte del colegio Saint Francas, en terrenos que fueron de una de las fincas del señor Challe llamada “Las Estacas”, hay dudas sobre quien les donó el terreno. Tenía la duda de que don André hubiera donado esos terrenos, debido a que nunca se ha mencionado que fuera él, en cambio sí se habla mucho de las otras donaciones. Así, que llamé por teléfono al convento, y pregunté quien les había donado el terreno. Lo primero fue que no sabían quien era André Challe (por lo menos eso me dijo quien me atendió), y lo segundo es que me dijeron que los restos de quien donó el terreno están enterrados en los jardines del convento, aunque no me dijeron el nombre de la persona. Así que decidí que ante la duda, mejor no mencionarlo en el artículo.

    3. También hay dudas sobre la donación del terreno para el estadio de Moravia que lleva el nombre de Luis Ángel “Pipilo” Umaña. Mientras unas fuentes consultadas dicen que fue una donación de Challe, hay documentos que más bien dicen que fue una donación del INVU, que seguramente los obtuvo de Challe, dado que eran parte de una de sus fincas. Así que también ante la duda, tampoco lo menciono en el artículo.

    4. En cuanto el terreno donde estuvo el colegio Humboldt (Humboldt Schule), que en realidad en ese momento era solo la primaria, parece que no fue una donación. En parte de esos terrenos estuvo el patio de secado y el beneficio de café de don André Challe, y los edificios incluían la casa donde por muchos años vivió él con su familia. Parece que esos terrenos se los había adjudicado el Estado, quien se los pasó al Club Alemán en algún monento de los años 60, como indemnisación por la expropiación -durante la segunda guerra mundial- de los terrenos donde actualmente está el Liceo Napoleón Quesada en Guadalupe, y que nunca devolvieron. El Club Alemán pasó a ser la Humboldt Schule.

    5. En cuanto a la quiebra de sus empresas, me escribió un amigo que conoció a don André Challe, y contó que no quiso acogerse a un programa especial para evitar la bancarrota, más bien liquidó todos sus bienes y pagó a todos los acreedores, por lo que quedó sin deberle plata a nadie. Contó también que cuando murió trabajaba como traductor oficial del francés e inglés, y tengo entendido que además fue profesor de historia en un colegio.

    Por lo demás, muchas gracias por leerme, y compartir sus datos sobre el tema, que son muy importantes para mi.

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