El reto para el PAC

Jacobo Schifter

Jacobo Schifter

Georg Simmel, sociólogo alemán, escribía durante los años de 1900 que las revoluciones sociales y políticas nunca se daban en períodos de crisis. Florescano en su estudio sobre los levantamientos indígenas el siglo XVIII encontró lo mismo. Estos no se amotinaban en tiempos de malas cosechas sino que en los de las buenas. Theda Skopchol en su estudio sobre las revoluciones francesa, china y rusa también encuentra que estas naciones no eran las que estaban peor en su continente y que fueron precedidas por períodos de expansión. Sartre estudia los movimientos fascistas en Francia y en Alemania y también concluye que el auge de ambos se dio en los años 20 y que aunque crecieron con la Gran Depresión, su gestación no se produjo en situaciones de contracción. En América Latina, las revoluciones de México y Cuba fueron en países mucho más ricos que los vecinos y se dieron después de períodos de alto crecimiento. La de Nicaragua se suscitó después de años de estabilidad financiera y auge en las exportaciones. En otras palabras, no es la pobreza el origen de las revoluciones y los movimientos de protesta. Si así fuera, Venezuela estaría ya en plena guerra civil.

En Costa Rica, estamos en un período de gran protesta que podría terminar en una revolución política. Sin embargo, existe una gran confusión. Tenemos la visión de que en estas elecciones estamos ante una lucha de la Costa Rica moderna, progresista y educada y en pro de los derechos humanos en contra de otra conservadora, mojigata, fanática y anti moderna. Una lucha entre la clase media sofisticada del Gran Área Metropolitana versus la pobre y rural de Guanacaste, Puntarenas y Limón. El PAC como representante de la primera ofrece un equipo técnico, una sabiduría política y una lucha contra la pobreza como estandarte. El PRN, se centra en la defensa de la familia tradicional y su lucha contra la “ideología del género” y el matrimonio gay.

Pero esto no es lo que realmente estamos enfrentando.

En primer lugar, las tres provincias claves y los barrios urbanos que votaron por el PRN no son los pobres de Costa Rica. Son más que todo lo que conocemos como la clase media baja. En segundo lugar, en estos lugares es donde menos ha existido la familia tradicional. Desde el siglo 19 estas provincias se han caracterizado por ser las que menos matrimonios católicos tienen y cuyas parejas viven juntadas. La mayoría de sus familias son jefeadas por mujeres y por padres ausentes. La edad promedio de embarazo es los 14 años. El abuso sexual es generalizado y en este participan desde los padres, padrastros, maestros hasta los líderes políticos de la comunidad.

No solo no existe el matrimonio tradicional en ellas sino que también encuentro que existe menos homofobia que en la misma Gran Area Metropolitana. Las iglesias podrán fomentar el odio hacia los homosexuales pero la gente está acostumbrada a convivir con ellos y a tenerlos en sus familias. Nunca hemos tenido en la “progresista” San José una figura como la de la difunta Ana Yancy, un travestido que era adorado en Puntarenas y cuyo funeral fue uno de los más grandes y emotivos del Puerto. Y si no hay menos discriminación contra los gays, también se da lo mismo con las trabajadoras del sexo. Si en San José están en una zona de gueto como lo es Paso La Vaca, en el Pacífico trabajan en medio de la zona comercial en convivencia pacífica con el pueblo. Así que estas provincias no son ni mojigatas ni atrasadas.

Si el matrimonio gay no es más que todo una excusa, ¿qué es lo que está pasando entonces con el auge desde la nada del partido Evangélico? Pues que las revoluciones se dan cuando ante un período de crecimiento y modernidad (que hemos experimentado en Costa Rica desde 1990) y la gente resiente cuando un grupo se aprovecha desmesuradamente. La sensación que existen quienes se hacen más ricos a expensas de los demás, con estafas, chorizos y pensiones es lo que tiene a la gente furiosa. Y los pobres de nuestro país están demasiado abrumados para interesarse en política y para ir a votar por Fabricio.

Carlos tiene que darse cuenta que para no perder las elecciones tiene que decirle a los que no se benefician del Estado y de la corruptela, cómo va parar los privilegios de la clase media y alta que es la que vota por el PAC. Si sigue con sus promesas de más de lo mismo, perderá las elecciones.

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Un comentario

  1. Ing Carlos EChandi M

    Pues no te creas que solo la clase mogigata, antimoderna, etc etc y demas adjetivos esta con Fabricio y por favor saca el discurso el tema de los derechos humanos ya se aclaro que salirse de CIDH no va
    Habemos muchos que NO votaremos por el PAC por un tema de CORRUPCION, Antivalores, promesas no cumplidas, acuerdos con Sindicatos, gasto publico y mas etc

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