Nordeney (Alemania)/Kiev, 19 abr (dpa) – El canciller alemán, Olaf Scholz, subrayó hoy que las conversaciones que mantuvo con autoridades chinas sobre la guerra en Ucrania durante su reciente viaje fueron un «impulso muy importante» en busca de una solución pacífica para el conflicto.
Scholz enfatizó que está de acuerdo con los líderes chinos en la necesidad de celebrar conferencias de paz en Suiza para debatir sobre la guerra.
Los esfuerzos diplomáticos son «algo indispensable en este laborioso proceso, y agradezco que Alemania, y yo personalmente, también hayamos podido hacer una contribución», declaró Scholz durante un congreso de su Partido Socialdemócrata celebrado en la isla de Nordeney, en el mar del Norte.
Scholz agregó que los esfuerzos diplomáticos son «todavía una planta que necesita mucho riego… pero es algo que existe y que se está nutriendo».
Suiza planea una cumbre de paz para los días 15 y 16 de junio, a la que pretende invitar a un centenar de países, incluida Ucrania. No se espera que Rusia asista, pero podrían unirse países que mantienen lazos amistosos con el Gobierno ruso, como China, Brasil y Sudáfrica.
Durante su visita a Pekín el martes, Scholz acordó con el presidente chino, Xi Jinping, coordinar «intensa y positivamente» la próxima cumbre de paz y otras posibles conferencias.
Por su parte, el vicecanciller alemán, Robert Habeck, prometió hoy el apoyo continuo de Alemania a Ucrania en su lucha para defenderse de la agresión rusa.
«Estoy aquí para dejar claro una vez más a nuestros interlocutores en Ucrania y también al pueblo ucraniano que el apoyo de Alemania, como ya he dicho, será fiable y duradero», declaró Habeck durante su viaje a Ucrania.
«Esto es algo que también esperan, porque la situación militar en el frente exige que sigamos apoyando a Ucrania con más munición y también con nuevos sistemas de armamento justo ahora, en un momento en que la presión vuelve a aumentar», añadió el vicecanciller.
Habeck se reunió el día anterior con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien agradeció públicamente a Alemania su ayuda. El fin de semana, el Gobierno alemán anunció que suministrará al país atacado por Rusia otro sistema de defensa antiaérea Patriot.
Al margen de una cumbre de la Unión Europea, Scholz había hecho campaña a favor de la entrega de otros seis Patriots procedentes de otros miembros de la alianza militar OTAN. Ucrania está sufriendo gravemente los ataques rusos con drones, misiles y bombas planeadoras.
Habeck señaló que las conversaciones en Ucrania son un desafío, apuntando que, si bien el país está sometido a una enorme presión, no hay desesperanza. El vicecanciller afirmó que, durante las conversaciones, todos los interlocutores afirmaron «saber por qué están luchando».
El vicecanciller germano explicó que las peticiones concretas del gobierno ucraniano atañen a los sectores militar y energético. «Rusia ha vuelto a atacar con gran fuerza las infraestructuras energéticas del país y, como la violencia fue tan brutal, también logró tener efecto en ciertos casos».
Habeck, que también es ministro de Economía y Protección Climática, informó asimismo que Alemania suministra a Ucrania generadores y también estudia la posibilidad de entregar turbinas de gas y piezas de centrales eléctricas. Comentó que las autoridades en Kiev se interesan por el papel de las energías renovables, que podrían cumplir una función relevante para la seguridad.
«Así que una gran central eléctrica es un objetivo, pero tanto 1.000 tejados con paneles solares como 30 turbinas eólicas son más difíciles de atacar».
Según continuó el ministro alemán, Ucrania también está preocupada por la reconstrucción y las perspectivas económicas, así como por el camino hacia el mercado interior europeo.
En respuesta a una pregunta sobre la falta de nuevas ayudas estadounidenses a Ucrania, Habeck afirmó que Alemania, como potencia económica más fuerte de Europa, tiene «una nueva tarea» y abogó por aumentar la producción de material de defensa.
«Necesitamos una mayor producción. Eso significa que también tendríamos más bienes que podemos vender. Y si Ucrania ya no los necesita, podremos aprovecharlos nosotros», concluyó Habeck.