En las playas de Puntarenas, frente al mar, se encuentra incidentalmente con su amigo íntimo, el exquisito poeta nacional María Zeledón Brenes (Billo), otro gran patriota, y mientras contempla a las muchachas que se bañan, le dice:
—»Todas esas muchachas, Billo, son verdaderas factorías metalúrgicas. Tienen una salud de hierro, la piel bronceada, los músculos de acero, el cabello platino. A través de sus risas argentinas, se pueden descubrir algunos dientes de oro».
Y el poeta Zeledón Brenes, que no quiere quedarse atrás de su colega Fernández Güell, termina:
—»Y no es sólo eso, Rogelio, sino que cuando se acuestan, DUERMEN CON UN SUEÑO DE PLOMO».
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Dibujante: Noé Solano V.
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