Progresemos
Carlos Manuel Echeverria Esquivel
Cuando salga publicado este artículo, estaremos a pocos días, casi horas, de cumplir con el derecho y deber, generalmente van de la mano, de emitir el voto secreto y así participar en la elección de quienes cuyas decisiones afectaran nuestro quehacer inmediato, a mediano y largo plazo. Es el momento de pensar muy bien ese voto y no dejarse llevar por estrategias mercadotecnistas cuya publicidad no está sustentada necesariamente en un “buen producto”: quienes proponen su nombre para ser electos y sus equipos de trabajo.He escrito tres artículos recomendando no votar por tres opciones que considero peligrosas. Se pueden “guglear” escribiendo su nombre y al lado el de este servidor. Los nombres son: Su voto decide la suerte del país, donde recomiendo no votar por José María Villalta; Fabricio no y Rodrigo Chaves no. Me hizo falta uno más, Eli no, pero lo dejé para el final de la campaña y ahora pienso que no es necesario dedicarle un artículo completo, por las razones que a continuación apunto.
Un candidato que participa en su desfile final sacando medio cuerpo por el “quema cocos” de un lujoso y de modelo reciente Mercedez Benz, está adoptando una actitud que posiblemente será bien recibida por un pequeño grupo de partidarios posiblemente jóvenes privilegiados que están convencidos de que en una sociedad moderna podemos prescindir del aparato estatal qué, dicho sea de paso, es el fin último de los liberales a ultranza, como es Eli. En ese sentido, actúa igual que el Frente Amplio de Villalta Flores-Estrada, cuyo objetivo dialéctico es el de destruir nuestra sociedad, para crear una nueva de raíz, supuestamente de corte socialista, con ellos en el nivel superior. Sabemos por la experiencia, que esas sociedades no traen bienestar ni crean oportunidades especialmente para los jóvenes, ávidos y con razón, de cimentar su futuro y lograr sus sueños. Al Frente Amplio, cuyo candidato Villalta se planteaba como de centro izquierda, se le cayó la piel de oveja que le cubre la de lobo, con las absurdas declaraciones de sus señoras candidatas a vicepresidente y diputada por Guanacaste, demonizando el turismo de alto nivel y “dinamitando” el aeropuerto Oduber. Fue tan patético que parece fue al propio. Jóvenes…tomen nota.
En Eli veo a una persona estudiosa e inteligente, algo no raro en su núcleo antropológico socio-cultural inserto en la sociedad costarricense y que ha generado ciudadanos de gran valía y contribuciones extra ordinarias. Pero es un fanático liberal manchesteriano, que si pudiera como Villalta pero en el plano opuesto, destruiría el modelo de Estado costarricense con todo y su aparato estatal, al cual somos afectos la mayoría de los costarricenses. Muchos de nosotros no estamos contentos con nuestro Estado y su aparato estatal, que no logra domar la persistente pobreza, que entraba el desarrollo empresarial, la producción y la competitividad; que dificulta el implementar estrategias de desarrollo socio-económico y político sostenibles y sustentables, que está lleno de desequilibrios, prebendas, gollerías y malos manejos; cuyo Poder Judicial no realiza su obligación pronta y cumplida, ineficiente e ineficaz y que nos sale carísimo por la enraizada corrupción que hoy vemos no solo afecta al gobierno central, así como los errores conceptuales de quienes toman decisiones que caros nos salen también. Pero eso no es motivo para “tirar por la ventana al bebe, con el agua y la bañera”. Eli al congreso podría ser, para que suba el nivel, junto con otros de diversa ideología, gente “que piensa”. Pero en la Presidencia no. Jóvenes en su mayoría y otros que están con Eli: no desperdicien su voto para presidente votando por él. Mi recomendación: “quebrar el voto”.
En cuanto a arrogancia, Rodrigo Chaves la “saca del estadio”. Evidentemente abrazó la cultura corporativa del Banco Mundial, que se basa en una actitud de superioridad que sin decirlo, insinúa que todos somos un montón de ineptos y que todo lo hemos hecho mal en Costa Rica. Jamás podría establecer los puentes con los diferentes sectores que el país necesita para vencer sus desafíos y aprovechar oportunidades de progreso sostenido y sostenible. Tiene ideas interesantes, pienso podría ser un buen asesor. Como ministro demostró torpeza y propensión a meterse en problemas. ¿A quién se le ocurre, como él lo dijo, despedir a “veintipico” jefes del Ministerio de Hacienda en una sola tarde? Total falta de tacto y propensión al conflicto. Nos pondría a pelear a todos. El tacto, la prudencia y la forma son cualidades inherentes al máximo cargo en el Estado costarricense.
Fabricio, un peligro, en primer lugar por su actitud de que el Creador está con él, como si fuera escogido, como si aquel le hubiera hablado, como si los demás fuéramos descarriados impenitentes. Muy peligrosa la actitud teocrática de este excelente orador capaz de convencer a muchos de los ciudadanos menos “colmilludos”. En el poder y sin equipo con experiencia y formación propicia, ambas cualidades tienen que ir de la mano en cargos superiores, es capaz de meternos en un proceso para imponer la visión de su religión, lo que provocaría, especialmente en un país como Costa Rica un sisma total, por el irrespeto a derechos humanos hoy legalmente fundamentados. Cuando uno analiza por quién votar, hay que ver la fórmula triple como un todo. La candidata a vicepresidente, una mujer fuertes convicciones y es un hecho de magnífica familia, es una persona que pareciera los únicos temas públicos que le interesan en la vida son propios de su respetable pero no imponible credo religioso. Me pregunto: ¿Qué pasa si Fabricio fallece y ella asume? ¿Qué experiencia, que conocimiento y con que actitud asumiría el majestuoso cargo de la Presidencia de la República?
Fabricio habla de proyectos como si estuviera en una repartición de panes y peces, como si el desarrollo fuera cosa fácil. Su proyecto emblemático es el canal seco, que dice vale la bicoca de 16 mil millones de US$ (el PIB del país anda por los 65 mil millones de US$), cifra que no tiene base pues el proyecto no ha ido más allá del nivel de prefactibilidad. De hecho, entiendo quienes se lo han “vendido” quieren que se les financie la factibilidad, lo que posiblemente sean varios cientos de miles de dólares, sino millones. Hay una gran competencia de proyectos similares; el Canal de Panamá no está desapareciendo, el proceso legal y de expropiación para crear una zona de paso en Costa Rica es complejo y demorado. Calculo que si las condiciones son favorables, no sabemos, pasaran varios años antes de empezar a construir ese canal. ¡De tal manera, que es deshonesto desde mi punto de vista, el plantear ese proyecto como parte de la solución del problema de desempleo, que es una situación de YA! Sus ideas macro económicas han sido mal recibidas por los expertos.
Hay dudas además sobre las prácticas financieras de la agrupación Nueva República. Se ha comentado que en la campaña anterior se manejó una estructura paralela de recursos financieros cuya proveniencia no está clara; estamos esperando manifestación del TSE al respecto de cómo se está manejando la campaña actual. En estos días finalmente la Fiscalía General de la República le está entrando en serio a la ya vieja pero no superada acusación contra el diputado estrella de Nueva República y jefe de campaña por enriquecimiento ilícito. Da para pensar cual sería la actitud cuando manejen plata en grande en el gobierno y más cuando la excusa de acciones incorrectas puede ser que medió un mensaje divino. Muy peligroso.
Costarricenses, analicen muy bien su voto. Piensen en la majestad del cargo, algo de lo que muchos neófitos entre los 26 que han lanzado candidaturas como si fuera tirarse en bungee, dan muestras de no tener idea. Piensen en los equipos, así como en la tradición partidaria con todo y los problemas del pasado.
Nosotros somos una sociedad tolerante: no necesitamos fanáticos autoritarios que nos quieran imponer sus ideas. El liderazgo heroico es algo desfasado. La época moderna exige más bien en el líder las cualidades de un guía participativo más que un general. La superación de los desafíos vitales que tiene el país requieren de una gran capacidad de quien ejerza la Presidencia de la República a partir del 8 de mayo del 2022, para establecer puentes sociales y posicionar a Costa Rica con solidez a nivel internacional. No necesitamos candidaturas especializadas en responder en debates cosas sin sentido práctico. Necesitamos en la presidencia personas que se tomen su tiempo para analizar, que no nos precipiten ni a tragedias ni a desgracias.
La gobernabilidad está en juego; no nos ha resultado el picadillo que es nuestro congreso y la cantidad de partidos sin orientación clara, que como ciudadanos podemos alimentar o no; la decisión es nuestra.
– Exprofesor de Ciencias Política.