Conversaban una vez ambos en el escritorio del primero. Don Ascensión, todo comedimento y atención, se encontraba sentado. Don Máximo paseando, nervioso, exaltado. Don Ascensión, como se sabe, era hombre de mucho orden. Cada vez que don Máximo llegaba al escritorio cogía la regla, la blandía y la dejaba luego en cualquier sitio. Don Ascensión le escuchaba con atención y volvía a poner el objeto en su lugar, sin hacer por ello observación alguna, hasta ue don Máximo, amostazado, y regla en mano, se cuadró ante don Ascensión y le dijo:
—»Don Ascensión, ya me está usted cargando con la reglita».
A lo que el señor Esquivel le respondió:
—»NO, DON MAXIMO, EL QUE LA CARGA ES USTED»…-
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Dibujante: Noé Solano V.
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