Parroquia Inmaculada Concepción de Quircot

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Carlos Revilla Maroto

Carlos Revilla

El pasado fin de semana, después de mucho tiempo de estar pensándolo, fui a conocer la Parroquia Inmaculada Concepción en Quircot de Cartago. Esta es una iglesia muy especial, pues es una de las pocas que todavía quedan en el país de estilo colonial. Para hacer el trayecto desde San José más bonito e interesante, decidí irme por Rancho Redondo a salir a Llano Grande de Cartago, y de ahí bajar hacia Quircot, pueblo donde está la parroquia.

Después del trepón pasando por el Alto de Guadalupe, Ipis y Vista del Mar; la primera parada obligatoria es en el mirador de Rancho Redondo, que se conoce como el “mirador de las antenas”, porque en las cercanías hay muchas de ellas. Incluso por mucho tiempo ahí estuvo la principal antena de Teletica Canal 7, ahora en el Irazú. Si el lugar está despejado, se pueden observar espectaculares vistas de todo el valle central. Los atardeceres en este lugar también son muy especiales. Además se encuentra aquí, la que se conoce como “La Cruz de Rancho Redondo”.

De Rancho Redondo a Llano Grande el viaje es muy bonito y bucólico, por una carretera en excelentes condiciones. En el trayecto se pueden ver varias lecherías e invernaderos, que son las dos principales actividades económicas de la región. En Llano grande se puede admirar tanto la iglesia «nueva» como la «vieja«, que están una detrás de la otra. Tengo entendido que esto es así, porque tuvieron que construir la nueva ante el deterioro de la que había, pero no pudieron botarla, porque la declararon patrimonio histórico. También en el pueblo se puede visitar el «Monumento al Sufragio«, del que incluso escribí un artículo titulado “El muñeco de Llano Grande”.

De Llano Grande bajamos hacia Quircot y Taras, donde ya se está muy cerca de Cartago; por eso este camino por Rancho Redondo también es una buena ruta alterna para ir a Cartago.

 
Quircot es una población situada dos kilómetros al noroeste de la ciudad de Cartago, perteneciente al distrito de San Nicolás, en el cantón central de la provincia. Es uno de los pueblos más antiguos del país. En 1569, cuando sus habitantes, pertenecientes a la etnia huetar, fueron repartidos como encomienda a los españoles por el gobernador Perafán de Rivera y Gómez, reinaba en él un monarca indígena llamado Pixtoro. Los frailes franciscanos establecieron allí una reducción alrededor de 1575, cuya patrona fue la Inmaculada Concepción. Hasta 1826 su población fue exclusivamente indígena, pero debido a su vecindad con la ciudad de Cartago perdieron rápidamente su identidad y costumbres. Durante la colonia el pueblo contó con su propio cabildo o municipalidad, que fue suprimido en 1836, después de la independencia, por el gobierno de Braulio Carrillo. Como otras comunidades indígenas del Valle Central, la población perdió además sus tierras comunales, que fueron confiscadas y vendidas en subasta pública.

El Templo de Quircot es una construcción que data, según algunas fuentes, de 1570 cuando los franciscanos evangelizadores de la región, construyeron una humilde ermita y ese mismo año trajeron de Gutemala la Imagen de nuestra señora de la Inmaculada Concepción. Esta edificación fue sumamente importante para mantener por un lado la fidelidad religiosa de sus habitantes así como un control social. Según cuenta la historia, fue eregida parroquia en año 1680, junto a Tucurrique, Cot y Tobosi. En 1840 las iglesias de Cot, Quircot y Tobosi fueron unidas a Cartago, esto quiere decir que perdieron su rango de parroquias.


 
No se conoce con exactitud la fecha de construcción de la iglesia, que se cree fue en la segunda mitad del siglo XIX. La edificación es representativa de la arquitectura religiosa franciscana de Costa Rica. Contiene, entre otros, una colección de imágenes, muebles y otros objetos que datan de los siglos XVI y XVII y en ella se venera la imagen de la Inmaculada Concepción. La edificación reúne varios elementos típicos de la arquitectura colonial: paredes de bajareque y calicanto, artesonado de madera, techo de tejas y piso de losetas de barro y la única en el país, que tiene el altar de arcilla original.

En el año de 1977, ante un aviso del estado lamentable en que se encontraba, dado por el historiador Carlos Meléndez, el ministerio de Cultura decidió restaurarla. Fue incorporada al Patrimonio Histórico Arquitectónico de Costa Rica, según Decreto Ejecutivo No. 30787-C, publicado en La Gaceta No. 205 del 24 de octubre del 2002. El de Quircot es uno de los cinco templos históricos que el Centro de Patrimonio ha intervenido no solo para mejorar su aspecto, sino también para rehabilitarlos y ponerlos en funcionamiento.

La Parroquia de Quircot, junto a la Iglesia de Orosi, son templos antiquísimos y de las pocas edificaciones de influencia arquitectónica colonial que sobreviven en Costa Rica y específicamente en el Valle Central. Ambos aún continúan utilizándose, prestando un gran servicio a sus comunidades y se mantienen hoy en día como el más claro reflejo del pasado colonial de Costa Rica. El templo es lindísimo y sobrecogedor, con un altar hecho de arcilla dedicado a la Virgen María.

Vale la pena el ir a visitarlo, llevarán siempre su recuerdo. Al finalizar pueden devolverse a San José por la ruta de Quircot-Dulce Nombre de Tres Ríos (con señalización cerca del sitio), que también es muy bonita, con vistas espectaculares del sector de Ochomogo.

 

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Un comentario

  1. Muy bien logrado felicitaciones

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