Gobernaba Costa Rica el General don Bernardo Soto. En su despacho presidencial se encontraban, aparte del señor Presidente de la República, el doctor don Carlos Duran Cartín, que había sido electo Presidente, y un alto militar de filiación esquivelista.
Al entregarle el mando de la fuerza pública al doctor Duran, don Bernardo, dirigiéndose al alto militar esquivelista, le dice:
—»Coronel: reconozca al nuevo Presidente de la República».
Entonces, el militar, irrespetando la presencia de ambos señores, en un gesto de malestar y de cólera, se arrancó sus presillas y las tiró al suelo, diciendo:
— ‘NO LO RECONOZCO!!!»…