Xenofobia, derechos humanos y migración

Vía costarricense

Johnny Soto Zúñiga

Johnny Soto Zúñig

Ante la crisis social en que vive el hermano pueblo de Nicaragua; donde llevan más de tres meses de protestas públicas, exigiendo al Gobierno asesino de Ortega, mayores oportunidades sociales y económicas, respeto y garantías a los derechos humanos fundamentales y elecciones anticipadas para renovar como se debe los cargos de elección popular de manera realmente democrática. Una vez más Costa Rica le toca la parte crítica de la migración de nicaragüenses hacia nuestro país; prácticamente huyendo de ese país; y tratando de buscar oportunidades de empleo y una vida digna. Durante varias décadas se ha tenido que lidiar con este problema migratorio (en la década de los 70 cuando está en pleno apogeo la Guerra Civil contra la dictadura de los Somoza; luego en la década de los 80s con la contrarrevolución ante los sandinistas que habían logrado derrocar la dictadura de Anastasio Somoza Debayle.

Prácticamente desde la década de los 70s del siglo pasado la migración de nicaragüenses hacia nuestro país ha sido constante y se dice que actualmente viven o existe un flujo de alrededor de 500 mil nicaragüenses en el país. La mayoría viene a laborar y colaborar con la economía costarricense; pero también algunos vienen a delinquir y cometer delitos atroces en consuno con los delincuentes ticos (se dice que el 15% de los detenidos del total del 100%; los procesados o sentenciados son extranjeros; en su mayoría nicaragüenses). La presión económica para el país es fuerte y el Gobierno de la República debe tomar las medidas urgentes y de emergencia para paliar esta crisis migratoria. También exigir y solicitar la ayuda internacional a los Organismos Internacionales como la ACNUR de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos (OEA) y demás países del continente y de otras latitudes.

El sábado 18 de agosto del 2018, un grupo de costarricenses a través de las redes sociales convocaron a una marcha para retomar el parque de la Merced en la Capital San José; con el fin de protestar contra los nicaragüenses que en su mayoría llegan a pasear a dicho parque; con el fin de intercambiar amistad y conversar entre sus coterráneos. Los costarricenses prácticamente no van a dicho parque; en vista de que en su mayoría son ciudadanos del vecino país del norte. Además algunos nicas han hecho manifestaciones y acciones contrarias al país como quemar una bandera costarricense entre otras ofensas que molestó a muchos ticos y lo hicieron viral por las redes sociales. Si bien se creía que la marcha de retomar el parque iba a ser pacífica; se convirtió en una persecución y atropello contra los nicas que se encontraban en el parque o alrededores de San José.

Por supuesto que ante una situación crítica de éstas; no se puede generalizar; y golpear e insultar a todos los ciudadanos migrantes de dicho país; tratando de endilgarles los delitos causados por algunos de sus coterráneos. Lo preocupante; es que nuestro país siempre hemos sido respetuosos del Derecho de Asilo, de abrirles los brazos a los refugiados perseguidos políticos o no, o en fin los que vienen a trabajar y no a causar daños a los costarricenses etc. Una marcha de estas no puede convocarse con ira, odio y repulsión contra otros seres humanos; porque degenera en “Xenofobia” que significa el “Temor o desconfianza de los extranjeros, así como de las políticas y objetivos de otros estados. La xenofobia se relaciona con las emociones de masas del etnocentrismo o nacionalismo, porque todas comprenden una relación entre un “grupo interno” y los extraños, que establece una distinción favorable a los primeros. La xenofobia incluye las percepciones de otros pueblos no como individuos sino como estereotipos de algo temido u odiado.
Significado. Puede manifestarse en actitudes de superioridad hacia los extraños, aunque ordinariamente es un disfraz de los sentimientos de sospecha o resentimiento. Se observa especialmente entre gente que ha sufrido explotaciones reales o imaginarias por los pueblos de otros países.” (Diccionario de Relaciones Internacionales. Jack C. Plano y Roy Olton. Pág. 183). Por ningún motivo podemos permitir la violación y atropello a los Derechos Humanos Fundamentales contra ninguna persona, independiente de las creencias religiosas, políticas, sociales, raza o perteneciente a las minorías del algún tipo social. Nunca el odio puede privilegiarse porque degenera violencia y hasta asesinatos y la vida humana es inviolable (Según nuestra Constitución Política y conforme a los valores y principios fundamentales entre los seres humanos)

Todos los seres humanos somos creación a imagen y semejanza de Dios El Eterno; y nadie es superior a nadie. Despertar intereses dizque “nacionalistas”, propias de corrientes trasnochadas; producto de influencias externas; no es parte de idiosincrasia costarricense. Ver a algunos ticos con esvásticas nazis tatuadas en su cuerpo; al peor estilo de los seguidores del Partido Nazi en Alemania en el siglo pasado; donde uno de los principales odios era la discriminación racial (recordemos la persecución a los judíos y otras minorías que fueron masacrados en la 2da Guerra Mundial) donde los nazis hacían predominar su raza aria superior a otras razas que consideraban inferiores. Ya el líder asesino Adolf Hitler escribía en su icónico libro Mein Kampf (Mi Lucha): “Ningún niño o niña deberá dejar la escuela sin que se le haya llevado al completo conocimiento de la necesidad y la naturaleza de la pureza de la sangre.”

Acaso creemos en Costa Rica, que nuestra sangre es superior; alegando “nacionalismos” infundados; cuando incluso somos producto en muchos casos de migrantes europeos y mezclas de todo tipo; de los cuales la sangre centroamericana está combinada con muchos costarricenses etc. Además el Gobierno de la República debe echar mano de regular los temas de asilo y refugiados. Desde la Convención de La Habana de 1928, ratificada por nuestro país adopta los siguientes principios:” a) Se prohíbe el asilo para delincuentes comunes y por tanto se autoriza para delincuentes políticos (Art.1, inciso 1º), b) Sólo los delincuentes comunes pueden ser objeto de entrega a las autoridades territoriales, c) El asilo debe ser respetado por el Estado Territorial (art.2). Este no señala fundamento jurídico al asilo. Por tanto, ya se considere el asilo como institución jurídica, o como costumbre, o como tolerancia humanitaria, debe ser respetado. El país de refugio concede el asilo según sus propias costumbres, convenciones y leyes.” (El Sistema Interamericano. Marco G. Monroy Cabra)

Por otro lado tenemos el concepto de: “Un refugiado (según define al artículo 1A de la Convención de 28 de julio de 1951 relativa al estatuto de los refugiados de las Naciones Unidas) es una persona que se encuentra fuera del país de donde es originario, o bien donde reside habitualmente, debido a un temor fundamentado de persecución por razones de etnia, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social u opiniones políticas, y que no puede o no quiere reclamar la protección de su país para poder volver.”

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR o UNHCR) fue establecido el 14 de diciembre de 1950 y tiene su sede a Ginebra, con la misión de proteger y apoyar a los refugiados, a petición de un gobierno o de las Naciones Unidas y ayudar a su regreso o reassentament. Todos los refugiados del mundo están bajo el mandato del ACNUR, excepto los árabes palestinos que huyeron del nuevo Estado judío entre 1947 y 1948 (veáis más adelante). Sin embargo, los palestinos que huyeron de los territorios palestinos después de 1948 (por ejemplo, durante la Guerra de los Seis Días de 1967) están bajo la jurisdicción del ACNUR.

El ACNUR proporciona protección y asistencia no sólo a los refugiados, sino también a otras categorías de personas desplazadas o necesitadas. Estos incluyen los solicitantes de asilo, los refugiados que han vuelto a casa pero que todavía necesita ayuda en la reconstrucción de sus vidas, las comunidades civiles locales directamente afectadas por los movimientos de los refugiados, los apátridas y los llamados desplazados internos (IDP). Los desplazados internos son los civiles que se han visto obligados a huir de casa suya, pero que no han llegado a un país vecino y, por lo tanto, a diferencia de los refugiados, no están protegidos por el derecho internacional y los puede resultar difícil de recibir cualquier forma de asistencia. A medida que la naturaleza de la guerra ha cambiado en las últimas décadas, con más y más conflictos internos en vez de guerras entre Estados, el número de desplazados ha aumentado de manera significativa a una estimación de 5 millones de personas en todo el mundo.” (Ver Wikipedia)

Finalmente, lo que procede de inmediato es que el Gobierno de la República, tome las medidas regulatorias pertinentes y de emergencia; para tratar de paliar esta crisis migratoria y exigir a los Organismos Internacionales toda la ayuda necesaria; a fin de no causar problemas sociales y económicos a lo interno del país. Costa Rica es uno de los países que más sufre estas altas tasas de migración; en su mayoría provenientes de los hermanos país de Nicaragua; pero también estamos recibiendo colombianos y venezolanos esto por los distintos problemas existentes en dichos países. Los costarricenses; están en su derecho de preocuparse de este problema y que no salgamos perjudicados por estas crisis internacionales y tendremos siempre a Nicaragua como vecino del norte; esto no escoge; se nace así entre Estados vecinos y hermanos.

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