Oscar Arias Sánchez
No hay respuestas fáciles a las preguntas que tenemos en nuestros corazones esta mañana: ¿Cómo detenemos el terrorismo? ¿Cómo podemos impedir que ocurra otro ataque? ¿Cómo sabremos cuándo estaremos seguros otra vez? ¿Cómo lograremos justicia para el horrible crimen que se ha cometido en Bruselas?
Creo que en todas partes del mundo la mayoría de los gobernantes están luchando por encontrar una respuesta que ponga freno al mal que es el terrorismo, pero sin repetir el mismo mal, sin matar aún más inocentes. De cualquier modo que se resuelva este dilema, el mayor peligro que veo es que las personas empiecen a aceptar la violencia en sus corazones, lo que solo las perjudica a ellas y envenena la atmósfera que las circunda. Si bien yo creo que se debe responder a actos tales como los ejecutados por los terroristas en Bruselas, creo también que es vital no dejarse dominar por una sed de venganza. Los peligros de este tipo de pensamiento fueron señalados hace muchos años por el Dr. Martin Luther King, cuando escribió lo siguiente:
«La debilidad fundamental de la violencia es que constituye una espiral descendente, que engendra precisamente lo que busca destruir. En lugar de reducir el mal, lo multiplica. Por medio de la violencia se puede matar al mentiroso pero no se puede matar la mentira ni establecer la verdad. Por medio de la violencia se mata al que odia, pero no se mata al odio. De hecho, la violencia solamente aumenta el odio… Pagar violencia con violencia multiplica la violencia, agregando una oscuridad más profunda a una noche ya desprovista de estrellas. La oscuridad no puede echar fuera a la oscuridad; solo la luz puede hacerlo. El odio no puede acabar con el odio; solo el amor lo puede hacer.»
La humanidad vive hoy un tiempo de oscuridad y es importante que luchemos juntos por hallar la luz. Hagamos una misión personal y encendamos una luz. Cualquier medida positiva que tomemos traerá más luz y desvanece parte de la oscuridad. El mundo necesita toda la iluminación que pueda obtener y nosotros somos las chispas que alumbrarán nuestra vía hacia un futuro mejor para todos.