Desde mi perspectiva
José Francisco Bolaños Arquín
Venezuela país que cuenta con una de las mayores reservas petroleras en el mundo, su riqueza se calcula en unas 300.000 millones de barriles, principalmente de crudo pesado y semipesado.
Sin embargo, su producción enfrenta una angustiante caída, en la actualidad extraen 2.3 millones de barriles diarios, unos 20.000 menos al día desde el 2016 y de acuerdo con la OPEP es la más baja en los últimos 30 años. Esta situación se debe principalmente a la falta de capital para cumplir con el desarrollo normal de la empresa e invertir en infraestructura; además de las sanciones que les ha impuesto los Estados Unidos. Ante esta realidad, las exportaciones se han visto afectadas y por supuesto los ingresos fiscales que representan el 65,5% del total.
Las ventas del petróleo venezolano se distribuye de la siguiente manera: para consumo interno, al día se dedican 800.000 barriles, para los países que suscribieron el Acuerdo de Petrocaribe, 200.000 barriles y 1.3 millones de barriles a los países con los que tienen una relación comercial. Gran parte de las exportaciones se envían a China y con esto hacen frente a parte de su deuda externa que gira alrededor de los $40.000 millones de dólares, para un total de la deuda de unos $150.000 millones de dólares.
Un país donde cada galón de gasolina tiene un valor de cinco centavos de dólar (más cara una botella de agua) y por supuesto con ese precio, no cubre los costos de operación, afectando a la empresa estatal Petróleos de Venezuela, en unos $25.000 millones de dólares por año. Esta situación afecta aún más el enorme y creciente déficit fiscal calculado para este 2017 en un 23%. La inflación del año pasado fue del 550% y para este 2017 rondará alrededor del 650%, con una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) estimada en un 12%.
De acuerdo con el Banco Mundial, Venezuela es uno de los países con las mayores trabas para hacer negocios, limitando la Inversión Extranjera Directa (IED) y local, necesaria para incrementar la producción, generar empleo y riqueza.
Ante esta situación, la crisis económica, política y social por la que atraviesan, los mantiene al borde del colapso, un país cada vez más pobre, donde los ciudadanos hacen largas filas para comprar alimentos, medicinas y hasta gasolina.
Administrador de Negocios