Recopilación Carlos Revilla
El 5 de enero es el quinto día del año. Quedan 361 días para finalizar el año. Hay un único lugar donde ayer y hoy se encuentran y se reconocen y se abrazan. Ese lugar es mañana.
Eduardo Galeano (1940-2015) Escritor y periodista uruguayo.
DÍA DE LA CREMA BATIDA O NATA MONTADA
Esta nata montada puede ser un ingrediente del riquísimo roscón de reyes que se consume por estas fechas.
LA GACETA
1850 – Aparece La Gaceta del Gobierno de Costa Rica, segundo periódico oficial, dirigido por Adolfo Marie.
ANSELMO LLORENTE Y LA FUENTE
1852 – Monseñor Anselmo Llorente y Lafuente, oriundo de Cartago, toma posesión de la diócesis de Costa Rica, y se convierte en el primer obispo del país.
VÍCTOR GUARDIA
1912 – Muere en San José don Víctor Guardia, político y militar, destacado en la Campaña Nacional.
ADENAUER
1876 – En Colonia, Alemania, nace Konrad Adenauer, estadista alemán, primer canciller de la República Federal de Alemania y uno de los llamados «padres de Europa».
PANAMÁ
1909 – Colombia reconoce la separación e independencia de Panamá.
FORD MOTOR
1914 – En los Estados Unidos, la Ford Motor Company anuncia el horario de ocho horas laborales y el salario mínimo de 5 dólares diarios a cada trabajador.
GOLDEN GATE
1933 – En San Francisco (California) empieza la construcción del Puente Golden Gate.
ESPERANDO A GODOT
1953 – En París se estrena Esperando a Godot (obra del teatro del absurdo de Samuel Beckett).
ECUMENISMO
1964 – En Jerusalén, el papa Pablo VI se encuentra con el patriarca ortodoxo griego Atenágoras I. Se trata del primer encuentro de católicos y ortodoxos desde 1439.
PRIMAVERA DE PRAGA
1968 – En Checoslovaquia llega al poder Alexander Dubček, dando comienzo a la Primavera de Praga.
MAX BORN
1970 – Murió Max Born, físico alemán, premio nobel de física en 1954. Había nacido en 1882.
CAMBOYA
1976 – Los jemeres rojos renombran la nación como Kampuchea Democrática.
ERIS
2005 – En el Monte Palomar (Estados Unidos), los astrónomos Michael E. Brown, Chad Trujillo, y David Lincoln Rabinowitz descubren el planeta enano Eris, el más lejano del sistema solar.
En el siglo XIX, los artesanos que fabricaban sombreros tenían fama de excitables e irracionales, además de temblar de parálisis y confundir las palabras. Este comportamiento dio lugar a la conocida expresión «loco como un sombrerero». El trastorno, llamado temblores del sombrerero, estaba causado por el envenenamiento crónico por mercurio de la solución utilizada para tratar el fieltro. Al atacar el sistema nervioso central, la toxina provocaba síntomas de comportamiento.
Días malos en la historia
5 DE ENERO DE 1895
Despojado de toda dignidad: El caso Dreyfus
Fue sólo un episodio de la prolongada saga de justicia errónea y antisemitismo virulento que se conoció como el Asunto Dreyfus. Pero para un hombre de honor, fue quizás el más angustioso.En la mañana del 5 de enero de 1895, Alfred Dreyfus, capitán de artillería de ascendencia judía adscrito al Estado Mayor francés, tras haber sido sometido en secreto a un consejo de guerra y condenado por traición basándose en pruebas fabricadas, fue obligado a someterse a un insoportable ritual de degradación antes de ser enviado a cumplir cadena perpetua en la temible colonia penal de la Isla del Diablo.
A las 9 de la mañana, Dreyfus fue conducido al centro del patio de la École Militaire, donde, ante representantes de todas las fuerzas armadas francesas y tribunas llenas de distinguidos invitados, comenzó su autodenominada «horrible tortura». «Sufrí agónicamente, pero me mantuve erguido con todas mis fuerzas», recuerda. «Para sostenerme invoqué el recuerdo de mi mujer y mis hijos».
La sentencia de degradación fue leída en voz alta, tras lo cual Dreyfus gritó de repente a sus camaradas: «¡Soldados! … Soy inocente, juro que soy inocente. Sigo siendo digno de servir en este ejército. ¡Viva Francia! Viva el ejército!»
A pesar de sus protestas, los guardias despojaron a Dreyfus de sus botones, trenzas y charreteras hasta que su uniforme quedó desnudo de decoración. Luego, como humillación final en lo que un testigo describió como «un espectáculo más excitante que la guillotina», rompieron su sable en dos. La ceremonia terminó con un desfile, un paseo de la vergüenza. «Me vi obligado a dar toda la vuelta a la plaza», relató Dreyfus. «Oí los aullidos de la multitud engañada, sentí el estremecimiento que sabía que debía estar recorriendo a aquella gente, ya que creían que ante ellos había un traidor convicto a Francia; y luché por transmitir a sus corazones otro estremecimiento: la creencia en mi inocencia».
Tras pasar cinco años pudriéndose en la Isla del Diablo, y muchos más luchando por rehabilitar su buen nombre, Dreyfus fue finalmente exonerado oficialmente en el asunto que llegó a dividir fuertemente a Francia. Pero el ejército francés que lo había incriminado nunca se reconcilió del todo con su propia deshonra, y en 1985 rechazó una estatua de Dreyfus -con su espada rota- que iba a colocarse en el patio de la École Militaire, donde el tan difamado soldado había sido tan cruelmente deshonrado. Pintarrajeado con el lema «Judío sucio» en 2002, el monumento conmemorativo se yergue ahora abandonado en una oscura isla de tráfico parisina.
Tomado del libro «Bad Days in History»