Fernando Berrocal
Del diálogo multisectorial del Gobierno no salió un auténtico e inmediato Plan de Emergencia, pero sí salieron múltiples recomendaciones de un mínimo Programa de Gobierno para implementar hasta mayo del 2022.Las propuestas son buenas, pero insuficientes. Están muy lejos de lo urgente y necesario y de las reformas estructurales y legales que urge nuestra Costa Rica.
Sí es más de lo que teníamos antes, porque esta Administración no tenía ningún Programa de Gobierno y llevamos más de dos años sin rumbo, sin norte, al garete, al pairo, sin una línea firme de acción e implementación de las reformas estructurales y en el actual y agotado modelo de desarrollo nacional.
Es apenas un leve comienzo, muy lejos de los cambios y reformas que se necesitan frente a la magnitud de la crisis y las estadísticas que se le han presentado al país desde el mismo Banco Central, el Ministerio de Hacienda y, sobre todo, del realista y reciente Informe 2020 sobre el Estado de la Nación.
Si sumamos todo lo propuesto, puede ser que se llegue, en dos años, a una reducción del 3,16% del déficit fiscal y así, en el contexto del resto de las medidas consensuadas, como Programa de Gobierno, eso alcance para una negociación con el Fondo Monetario Internacional. A eso es a lo que vamos.
Ese ha sido el gran y único objetivo del Gobierno y de algunos diputados conservadores: negociar y obtener del FMI unos US$1250 millones, de los cuales ya se nos han adelantado US$500 millones para medio cerrar el 2020.
Por eso es que don Elian exige que le aprueben US$850 millones adicionales, antes del 18 de diciembre, provenientes del Banco Mundial, el BID y el BCIE. Con todo ese dinero (deuda externa) el gobierno del presidente Alvarado se va feliz y caminando hasta el 8 de mayo del 2022 y así, paz y gloria para el PAC y sus aliados políticos en la Asamblea Legislativa y en la prensa conservadora.
A mí no me meten cuento. Viví como ministro de la Presidencia la crisis de los años 80 junto al presidente Luis Alberto Monge y sé de qué estamos hablando. Fui con Carlos Manuel Castillo a recibir el Banco Central y no había un solo dólar de divisas. Sé lo duro que fue decidirse por un Programa de Ajuste Estructural (PAE) y apoyar la reactivación del sector privado productivo. Sé lo que fue iniciar un nuevo modelo de desarrollo exportador para Costa Rica.
Este gobierno y sus aliados decidieron endeudar más en dólares al país, no hacer nada ni tocar la deuda interinstitucional interna que es en donde radica la esencia del problema, sacar al Banco Central de todo compromiso y ajustar un poquito, bajo amenaza legislativa, el gasto público y se acabó. Eso es todo.
Nos están vendiendo un cuento de hadas. Las brujas feas y malignas siguen vivas. Todo quedó para después. Para el que asuma en mayo del 2022.