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Colonia (Alemania), 25 feb (dpa) – La ciudad alemana de Colonia se prepara para el desfile de carrozas del «Rosenmontag», el punto culminante del carnaval, que este año se celebra el 3 de marzo con Donald Trump y Elon Musk entre sus principales protagonistas.
En una de las carrozas que saldrán el lunes antes del Miércoles de Ceniza, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, conduce a la Libertad y la Justicia con una correa, en tanto que en otra un gigante Elon Musk y una diminuta candidata a canciller de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), Alice Weidel, se sientan juntos en un balancín.
También hay espacio para el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que intenta inculcar al ruso Vladímir Putin el mensaje de «Haz el amor, no la guerra» dándole con un mazo en la cabeza. En cambio, personalidades como el canciller saliente, Olaf Scholz, y su probable sucesor, Friedrich Merz, no aparecen por ninguna parte.
«Pero aún no hemos mostrado todas las carrozas, y todavía estamos diseñándolas», declaró a dpa el presidente de la organización del carnaval, Christoph Kuckelkorn. Por lo que todavía podrían aparecer de algún modo los resultados de las elecciones generales del pasado domingo.
El hecho de que la campaña electoral coincidiera esta vez con la temporada de carnaval supuso un gran reto: «La sociedad estaba enormemente politizada y el carnaval mostró claramente sus colores e hizo campaña a favor de una sociedad abierta y tolerante», dijo Kuckelkorn.
Una de las carrozas ya ha generado polémica, porque aborda el tema de los abusos sexuales en la Iglesia católica, lo que desató duras críticas de parte de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merz y la archidiócesis de Colonia. La carroza muestra un confesionario desde el que un sacerdote hace señas a un monaguillo para que se acerque. En el confesionario se lee: «Jesús te ama».
En una carta al Comité del Carnaval de Colonia, varios políticos de la CDU calificaron la representación de «hiriente» y «de mal gusto» y señalaron que la mayoría de los habitantes de Colonia siguen perteneciendo a una iglesia cristiana.
La diócesis también protestó, y en su página web se lee: «No, no tiene gracia, y no todo está permitido en carnaval». En concreto, censura que se asocie al propio Jesús con los abusos.
El director del desfile, Marc Michelske, calificó de «desconcertante» que los políticos intenten influir en la libertad del carnaval, cuyo sentido es precisamente meter el dedo en la llaga, satirizar y hacer reflexionar. «No es la representación del abuso lo que es de mal gusto y vergonzoso, sino el abuso en sí y cómo se trata», dijo.
Por su parte, Kuckelkorn dijo que había recibido reacciones positivas a la carroza por parte de personas afectadas por los abusos.
