¿Tiene el sector energético nacional dirección, rectoría y liderazgo? (I)

Roberto Dobles
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Roberto Dobles

La respuesta a esta pregunta es que en el análisis de los hechos y de los datos no se observa ni dirección, ni rectoría, ni visión, ni liderazgo efectivos en la realidad del sector energía del país.

Esto es serio porque el sector energético es un sector clave de la economía nacional que incide fuertemente en el bienestar económico y social de cualquier país. Como bien lo señala el Informe del Estado de la Nación 2020, existen “tres recursos naturales estratégicos para el desarrollo humano: energía, agua y suelo agrícola”.

A nivel gubernamental, y de conformidad con el marco jurídico nacional, la función de dirección, rectoría, visión de futuro y liderazgo del sector energía le corresponde en Costa Rica al Ministro de Ambiente y Energía (MINAE).

1. Situación mundial: Ministerios de Energía fuertes y Ministerios de Ambiente fuertes

En el mundo, con el fin de darle dirección, gobernanza, rectoría, visión de futuro y liderazgo a los sectores de energía y ambiente, prácticamente los países tienen las funciones de los Ministerios de Energía separadas de los Ministerios de Ambiente para asegurar un correcto y eficaz impacto y un desarrollo efectivo en ambos campos.

El desarrollo energético en el mundo se ve y se dirige a nivel superior como un sector productivo clave estratégico (al igual que otros sectores productivos del país) y el ambiente se ve como elemento transversal clave del desarrollo nacional.

Los países exitosos tienen un sólido sector energético con visión de futuro que potencia el desarrollo económico y social.

Estos países tienen también un efectivo manejo de los temas ambientales a través de un Ministerio de Ambiente con visión y eficacia.

En los países que se ubican en las posiciones más altas en materia energética y ambiental (Environmental Performance Index, EPI) en el mundo, tales como Dinamarca, Reino Unido, Noruega, Alemania, Japón, Australia, Nueva Zelanda y Canadá, los Ministerios de Ambiente y de Energía están separados.

En los países más importantes de la región, como Brasil, Chile, Argentina, Colombia, Perú y México, tienen igualmente los Ministerios de Energía y de Ambiente separados.

Lo mismo ocurre con las grandes potencias económicas mundiales, como los EE.UU., China, Japón, Alemania, India, Brasil, Italia, Canadá, Rusia, Corea del Sur, Australia, España y México.

Las competencias ministeriales se asocian en general con otros sectores productivos afines.

2. Situación nacional: un Ministerio de Energía débil y un Ministerio de Ambiente fuerte

A pesar de que en Costa Rica el Ministerio de Energía empezó bajo el concepto mundialmente adoptado de que el sector energía es un sector productivo estratégico clave y que debe ser dirigido y liderado a nivel gubernamental como tal, años después se optó por una organización ministerial diferente a la adoptada internacionalmente al fusionarlo, a nivel ministerial, con las competencias ambientales del Gobierno y así se creó el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE).

Lo que se observa en la realidad del país es una fuerte dirección y rectoría en materia ambiental (lo cual está muy bien) y una débil dirección y rectoría en materia energética (lo cual está muy mal).

Con los años, este Ministerio se ha venido debilitando fuertemente en materia energética, al punto de que actualmente no se observa que se ejerza dirección, liderazgo, gobernanza y rectoría relevante en este campo.

Lo que se observa en la realidad demuestra que en el sector energía nacional no existe una dirección, un liderazgo y una rectoría efectiva que guíe este importante sector hacia una transición energética eficiente y eficaz y nuevos niveles de competitividad y de desarrollo futuro.

Esta situación de falta de liderazgo y de prioridad del MINAE en el sector energía ha provocado que los resultados de la rectoría y dirección en materia energética asignada al Ministro del MINAE por el marco jurídico vigente no se observe en el mundo real y que los resultados de esta falta de rectoría y de dirección en el sector energético sean raquíticos o nulos.

En gran medida, las grandes debilidades del MINAE en el sector energía se notan en la falta de evolución que ha venido teniendo el sector energía y en sus altos costos.

No solamente el país no evoluciona energéticamente, sino que también se están dando importantes retrocesos. Por ejemplo, la evolución negativa que está teniendo el sector hacia una creciente y preocupante petrolización y carbonización en detrimento de las fuentes nacionales de energía.

Este es uno de los muchos ejemplos de una evolución negativa que va en sentido contrario a lo requerido por el país, como se analizará en la siguiente columna.

Lo anterior a pesar del discurso político y los planes energéticos (de papel) que rutinariamente se generan y que no han tenido ningún impacto relevante en revertir la realidad nacional.

En muchos casos, más bien se ha estado impactando negativamente la evolución del sector, tanto por omisión como por acción (como la obstaculización de las nuevas fuentes de energía que los adelantos tecnológicos están potenciando en el mundo).

El efecto de esta obstaculización conduce al reforzamiento del paradigma tradicional y de la matriz energética obsolescente que actualmente tiene el país proveniente de otras épocas y de otras tecnologías energéticas, entre otros aspectos.

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