¿Se jodió o se murió Liberación Nacional?

Monólogos con Pelé *

Lina Barrantes

Lina Barrantes Castegnaro

Hace unos años Liberación Nacional tuvo una muerte prematura. La evidencia de su muerte, fueron las tres derrotas consecutivas que había sufrido. Esas no fueron las causas. Algo así como cuando alguien muerte de cáncer de pulmón: el cáncer es casi siempre la consecuencia, siendo el cigarro la causa.

Liberación Nacional nació, creció y se fortaleció, a la sombra de lideres vigorosos. Fue siempre más parecido a un movimiento caudillista que a otra cosa. En sus origenes, el aire se lo dió don Pepe Figueres. Así creció y así se fortaleció. El impulso que le dieron don Pepe y Daniel Oduber fue tan grande, como para que eso le diera vida por 30 años, y le permitiera llevar a la presidencia a don Chico Orlich y a don Luis Alberto, ambos con un perfil de liderazgo mucho más bajo que don Pepe y Oduber. Don Pepe y Daniel definieron el desarrollo de Costa Rica. Su huella es y será imborrable en nuestro país.

Don Pepe ganó una Revolución y tres elecciones. Fue presidente tres veces. La última elección que ganó fue la que llevó a la Presidencia de la República a José María Figueres su hijo, quien para ese entonces no tenía la experiencia, ni madurez. Tenía ese instinto y ese talento que tiene un Figueres, que lo llevó a salvar durante los últimos dos años, un gobierno que no iba para ninguna parte, y que nos permite hoy, verlo con respeto y admiración.

En ese curso de vida de Liberación Nacional, aparece en 1986 un candidato que para llegar a serlo, decide romper justamente con Oduber y con Figueres. Oscar Arias, gana esa elección, contra muchos pronósticos, para un segundo período seguido de su partido. Inolvidable aquello de “sin muletas ni padrinos”, con lo cual rompe con los padres de Liberación. Durante su gobierno, contrario a lo que suele suceder con el desgaste del poder, Oscar Arias va siendo cada vez mas popular. Cada vez recoge mas simpatías, y se convierte entre 1990 y 2004 en un político con índices de popularidad cercanos al 80%.

Para esa época, la Sala Constitucional reconoce un error de la Asamblea Legislativa, y declara que el sistema costarricense esta basado en lo que se llaman normas petreas que no pueden ser variadas por el legislador, sino únicamente por un constituyente. Una de estas es la que autorizaba la reelección presidencial. Nos devuelve así al sistema establecido por el constituyente y vuelve a permitir la reelección no continua de los expresidentes. Arias deja de ser un eunuco político y se convierte en un presidenciable. Vuelve a ser candidato por ese partido que estaba en ese momento muerto, que había perdido tres elecciones (Corrales, Araya primera ronda y Araya Segunda ronda). En el momento en el que Oscar Arias decide aceptar la nominación de su partido, crea un espejismo en Liberación Nacional: crea el espejismo de que Liberación Nacional está vivo. He oído a mucha gente decir que Oscar Arias le dio respiración boca a boca a Liberación Nacional. El fortísimo liderazgo de Oscar Arias —que hoy, en 2014 es considerado por una mayoría de los costarricenses el mejor presidente de los últimos 30 años— le dio a Liberación Nacional, la ilusión de la vida, cuando en realidad ya estaba muerto.

Oscar Arias, al igual que don Pepe, ganó tres elecciones, en dos de ellas el llegó a la Presidencia de la República, en la tercera, llevó a Laura Chinchilla a esa posición, prolongando esa impresión equivocada, de que el Partido Liberación Nacional vivía. Sin embargo no es así. Liberación Nacional murió hace 17 años, es su fantasma el que acompañado por Arias, consiguió llevarlo al poder de nuevo.

La causa de la muerte de Liberación Nacional, es múltiple. Digo al principio que su muerte fue prematura, por que creo que lo que entendemos hasta hoy como partido político está condenado y en proceso de muerte. No sé que le irá a sustituir, pero estoy segura que la forma de organización ciudadana, bajo la estructura de un Partido Político, es algo que de aquí a unos poquísimos años, no existirá, sin embargo el PLN, al que tanto le debe Costa Rica, murió hace ya varios años, y lo que ha pasado en estos días lo demuestra. Un grupo político que renuncia a aspirar a su razón de ser: llegar el poder, no es otra cosa mas que un grupo político muerto.

Permítame don Carlos Revilla disentir entonces de su columna “¿Cuándo se jodió el PLN?” de hace unos meses, no fue que se jodió, fue que se murió Liberación Nacional, y eso, lo lamento, no solo en lo personal, sino en lo institucional democrático. No creo que su muerte sea favorable para el país.

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* Pele fue mi perro, un beagle. Durante 10 años, escuchó pacientemente las reflexiones que de vez en cuando decidí poner en blanco y negro. Por su complicidad, decidí poner este nombre a la columna.

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Un comentario

  1. Si fueran dos elecciones diferentes, Rolando no hubiera llegado a la segunda. El que pierde una elección se va para su casa, y el otro asume. El hecho de que haya segunda ronda implica que la elección NO ha concluido. Saludos,

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