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Por Benno Schwinghammer y Michael Fischer (dpa)
Nueva York, 21 sep (dpa) – Los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas deben adoptar en la Cumbre del Futuro que se celebra este domingo y lunes en Nueva York un plan de reforma global de la ONU cuyo texto fue negociado bajo el liderazgo de Alemania y Namibia.
Junto al secretario general de la ONU, el portugués António Guterres, estará presente el canciller alemán Olaf Scholz para dar a luz el denominado Pacto por el Futuro.
Basta con echar un vistazo a las crisis mundiales para darse cuenta de lo necesarios que son los impulsos reformistas.
El estancado Consejo de Seguridad de la ONU está fracasando ante las guerras actuales; la meta climática de 1,5 grados parece imposible; los objetivos globales de desarrollo de la ONU se están retrasando; y la amenaza nuclear es tan normal como el rearme mundial.
Guterres inició en 2021 un proceso de reforma para detener el declive de la ONU. Y dos países muy diferentes, Alemania y Namibia, asumieron el liderazgo de las negociaciones con todos los Estados miembros.
Sin embargo, se considera decepcionante el acuerdo negociado desde principios de año. «La Cumbre del Futuro podría parecerse a la cumbre del pasado», bromeó un diplomático. Otro afirmó que el Pacto para el Futuro no es un texto visionario como la Carta de las Naciones Unidas, pero esta última también surgió de una guerra mundial.
El borrador de 30 páginas, que podría debatirse hasta el último minuto, consta de muchas posiciones conocidas de acuerdos anteriores y algunas declaraciones de intenciones nuevas, a menudo vagamente redactadas. Sin embargo, también hay algunos rayos de esperanza.
Según el texto, se impulsarán los intentos de reforma del Consejo de Seguridad de la ONU, aunque no se especifica ningún calendario. El Consejo de 15 miembros -el órgano más poderoso de Naciones Unidas- debe ampliarse. También se debatirá sobre el derecho de veto, incluyendo «la limitación de su alcance y aplicación».
Círculos diplomáticos subrayan que esta sería la primera vez que los jefes de Estado y de Gobierno se comprometen a posibles cambios en el derecho de veto, que actualmente solo tienen los cinco miembros permanentes: Rusia, China, Francia, Reino Unido y Estados Unidos, y que es la principal razón del bloqueo del Consejo de Seguridad. Sin embargo, esto no significa que nada vaya a cambiar realmente.
Los países menos desarrollados deberían estar más representados en los dos organismos financieros globales, el Fondo Monetario Internacional, controlado por Occidente, y al Banco Mundial. El borrador también establece que el sistema financiero internacional debe reformarse para prevenir las crisis de deuda en los países más pobres y facilitarles los préstamos en caso de crisis.
El Pacto también pretende «prevenir una carrera armamentística en el espacio». En cuanto a la inteligencia artificial, el objetivo debe ser «aprovechar su potencial y gestionar los riesgos mediante una mayor cooperación internacional». Según los diplomáticos, un pacto digital podría sentar las bases de una futura regulación mundial.
El cambio climático se describe como «uno de los mayores retos de nuestro tiempo». Los firmantes se comprometen, entre otras cosas, a acelerar el cumplimiento de los acuerdos del Acuerdo Climático de París de 2015 para limitar el calentamiento global «muy por debajo de los dos grados» respecto a la época preindustrial.
En uno de los pocos pasajes que conducen a la acción directa, se pide al secretario general que examine «todas las formas de operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas».
Los negociadores alemanes llevan desde principios de año intentando alcanzar compromisos. Al parecer, Estados Unidos se resisten, sobre todo en la cuestión del sistema financiero, mientras que el grupo de países en desarrollo G77 presiona a los países económicamente más fuertes para que hagan las mayores concesiones posibles.
Rusia es considerada casi unánimemente como la más obstruccionista: los negociadores de Moscú fueron, con mucho, los que más objeciones pusieron y mantuvieron posiciones hasta el final.
Una última propuesta de compromiso debería conducir a un compromiso definitivo. Fuentes diplomáticas no consideran descartable que Rusia mantenga en vilo a Scholz y a la ONU hasta que se alcance el acuerdo.
El apoyo de la mayoría de los Estados miembros es «bastante masivo», según círculos gubernamentales alemanes. «Esperamos que ejerzan suficiente presión para lograr un resultado antes del domingo», agregaron. Desde la perspectiva alemana, el pacto sería «una señal visible contra la erosión del orden internacional». Se espera que Rusia también cumpla finalmente con su responsabilidad ante la ONU.
Lo que es probable que permanezca es la sensación de que la ONU es casi imposible de reformar. Guterres puso el listón muy alto cuando pidió un documento histórico.
El hecho de que las potencias con derecho a veto probablemente solo estén representadas por sus ministros de Relaciones Exteriores demuestra que no ha sido así. Los organizadores esperaban la presencia de la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, para dar mayor lustre al debate. Pero su nominación como candidata presidencial la ha alejado de exponerse a la electoralmente poco redituable tribuna de la ONU.
Algunos Estados miembros de la ONU también tenían la impresión de que los negociadores alemanes y namibios fueron poco ambiciosos y pudieron presentar un primer borrador más enérgico, afirmó Richard Gowan, experto de la ONU del grupo de reflexión Crisis Group. Pero también salió en defensa de los negociadores: en general, tenían una «tarea casi imposible» en el actual clima político.
Según Achim Steiner, el alemán de mayor rango dentro del enorme aparato de la ONU y responsable del Programa de Desarrollo (PNUD), el compromiso mínimo refleja «lo profundamente divididos y escépticos que se han vuelto los países».
Pero, opinó, precisamente por eso el Pacto para el Futuro llega justo ahora: «En momentos de grandes dificultades, las visiones de cómo salir de los problemas son aún más importantes, aunque no funcionen de inmediato o no den resultados inmediatos».
