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Ocean Castillo Loría
Conocimos a don Rufino, a mediados de la década de los noventas, si mal no recuerdo, en el marco de uno de los ciclos de capacitación del Partido Liberación Nacional, era un momento de crítica dentro del partido, ya que se presentaban tensiones entre el modelo clásico de la socialdemocracia y lo que luego se llamaría la socialdemocracia flexible.
Se discutía la conveniencia o inconveniencia del llamado “Pacto Figueres – Calderón” y las medidas que en él se establecían, don Rufino, y otro gran luchador social (El también ya fallecido) Dr. Julio Jurado del Barco defendían el tema de la nacionalización bancaria y la importancia de proteger el IFAM (Instituto de Fomento y Asesoría Municipal), recuerdo que no solo en esas reuniones en el Balcón Verde, sino también en otro espacio (El grupo “Soberanía”) tanto Pacheco como del Barco defendían con vehemencia sus ideas.
De esa época es también el esfuerzo de don Rufino por rescatar el pensamiento y figura de Daniel Oduber, de ahí una serie de cuadernos denominados: “Volver a Liberación” que nuestro homenajeado prologaba.
También en ese periodo se presentó una aguda crisis en la que se ponía en juego la existencia del Instituto de Formación Política, no recuerdo que alguien defendiera con más vehemencia al Instituto que Don Rufino, en más de una reunión, le escuché con su verbo pujante debatir la importancia de esta estructura. En un encuentro posterior, recuerdo como nos decía a los presentes, cómo no entendía como cierto sector de la dirigencia del partido, despreciara la formación política.
Para la campaña política de 1997 – 1998, tuvimos la enorme fortuna de ser compañero de luchas de Don Rufino Gil Pacheco, nos reuníamos todas las semanas para el ejercicio de la reflexión política, allí se podía aquilatar en toda su hondura la coherencia ideológica que siempre le caracterizó.
Una vez más, para la campaña electoral 2001 – 2002, volvimos a tener el privilegio de compartir con don Rufino, en lo que fue prácticamente la continuidad de aquél grupo de reflexión política iniciado en la campaña de 1998, de esa etapa recuerdo tres reuniones claves: una, en la que nuestro compañero Gil, reflexionara sobre la vida política de Liberación Nacional en los tiempos de José Figures y Daniel Oduber, de donde concluía que estos líderes eran coherentes y se podía confiar en ellos.
La segunda reunión que quiero subrayar, fue una en la que en una “sobremesa” tanto don Rufino como otro gran dirigente, Don Francisco “Paco” Urbina (RIP), hablaron sobre los antecedentes familiares del hoy ex presidente de la República, Dr. Abel Pacheco de la Espriella.
Un tercer encuentro, fue muy interesante, ya para ese momento se sabía que su hija Rosalía, estaba apoyando al entonces candidato socialcristiano Abel Pacheco, en ese momento, Don Rufino expresó que había motivado a su hija a luchar por sus ideales, con lo que mostraba gran tolerancia ante las diferencias de pensamiento.
Años más tarde, tuve la grata sorpresa de leer uno o dos artículos de Don Rufino sobre un tema en el que no sabía que fuera de su interés: es lo que podríamos denominar la espiritualidad cristiana, uno de ellos sobre el valor de la vida y obra de Jesús de Nazaret, me dejó gratamente impresionado.
Tiempo después, volví a conversar con Don Rufino, pues nos encontrábamos en el Perimercados, de José María Zeledón, Curridabat, allí conversábamos de política, debo decir que don Rufino tenía una visión pesimista de la situación que estamos atravesando como país, temo que él nos ha dejado llevándose esa desazón por el rumbo que estamos transitando…
Termino pidiendo a Dios que le brinde el descanso eterno a don Rufino, y que brille para él la luz perpetua.
Así sea…
