Martin Williams
La victoria electoral de Keir Starmer ha otorgado a los laboristas un firme control del poder, pero un análisis más detallado de los resultados muestra a un partido que se enfrenta a una dura oposición de la izquierda. Muchos candidatos que se presentaban con programas contra la austeridad y a favor de Palestina han obtenido resultados impresionantes, que podrían desencadenar un movimiento político más amplio.
En la mayor parte de Gran Bretaña, el apoyo al Partido Laborista no ha aumentado. Sólo el sistema electoral británico mayoritario (First Past the Post) ha hecho posible una victoria tan aplastante.
A falta de dos escaños por decidirse, los laboristas han obtenido 9,6 millones de votos, alrededor del 33,7% de todos los votos emitidos. Esto es mucho menos que los 12,8 millones de votos (40%) que el partido consiguió en 2017, cuando Jeremy Corbyn era líder.
Desde las últimas elecciones de 2019, los laboristas han aumentado su porcentaje global de votos en menos de dos puntos. John Curtice, experto demoscópico afirma que esto se produjo «enteramente como resultado de un aumento de 17 puntos en el apoyo en Escocia», después del derrumbe del apoyo al SNP.
La victoria de Starmer, explica Curtice, no se debió tanto a un aumento del apoyo al partido, sino «en gran medida a un espectacular descenso de 20 puntos en el apoyo a los conservadores».
No cabe duda de que los aliados del líder laborista utilizarán el resultado para demostrar que el partido sólo puede ganar elecciones desde el centro del campo, y seguirán expulsando a cualquier oposición de la izquierda.
Pero la votación de ayer también representa un cambio importante en el apoyo a los candidatos de izquierdas.
En las últimas elecciones, no obtuvo escaño ni un solo candidato independiente. Esta vez, los independientes han conseguido una impresionante cuota de votos y han infligido una serie de importantes golpes a los laboristas, imponiéndose en cinco circunscripciones de Inglaterra. Muchos de esos candidatos se habían presentado con programas en favor de Palestina, poniendo de relieve el apoyo de Starmer a las atrocidades israelíes en Gaza.
El independiente Shockat Adam derrotó a Jon Ashworth, ministro laborista en la sombra, en Leicester Sur, que se suponía era un escaño seguro; Ashworth había ganado por más de 22.000 votos en 2019. Tras anunciarse el resultado, Adam declaró : «Vaya esto por la gente de Gaza».
En otro lugar, el consultor informático Iqbal Mohamed logró una aplastante victoria contra los laboristas en la circunscripción de Dewsbury y Batley y, en West Yorkshire, en la que resultó vencedor por casi 7.000 votos.
Un abogado llamado Adnan Hussein, que se presentaba como candidato independiente en Blackburn, consiguió una ajustada victoria sobre los laboristas, en lo que la BBC describió como una ¨victoria sorprendente”.
Y otro candidato independiente pro palestino, Ayoub Khan, venció a los laboristas en la circunscripción de Birmingham Perry Barr.
Por su parte, Corbyn -que también se presentó como independiente tras ser expulsado del partido- logró su escaño en Islington North por más de 7.200 votos. Y eso a pesar de que los laboristas se volcaron en la circunscripción, con visitas de grandes figuras del partido, como el ex asesor jefe de Tony Blair, Peter Mandelson, y el ex líder adjunto Tom Watson.
Corbyn, por supuesto, se benefició del hecho de ser muy conocido y de haber servido a la circunscripción durante más de 40 años. Pero la magnitud de su victoria no estaba garantizada. Poco antes de las elecciones, los medios de comunicación calificaban la circunscripción de «disputada».
Otros independientes quedaron en segundo o tercer lugar. Entre ellos, Liane Mohamed, de 23 años, que estuvo a punto de desbancar de su escaño en Ilford North a Wes Streeting, secretario de Sanidad laborista en la sombra. Perdió por sólo 528 votos.
En Chingford y Woodford Green, el Partido Laborista se marcó un espectacular gol en propia meta al deshacerse de su popular candidata local, Faiza Shaheen, en un descarte de última hora que dividió el voto de izquierdas y permitió al ex líder conservador Iain Duncan Smith conservar el escaño con 17.000 votos. Shaheen -con quien Starmer había hecho campaña anteriormente y a la que había descrito como «una candidata fantástica»- se presentó como independiente y obtuvo casi 12.500 votos, sólo 79 menos que los laboristas.
Incluso en Holborn y St Pancras, el escaño de Starmer en el centro de Londres, surgió de la nada un candidato independiente para asestar un golpe considerable. El líder laborista perdió casi 18.000 votos (más del 17%) con respecto a las últimas elecciones, al pasar de 36.641 a 18.884. Su rival, el activista anti-apartheid Andrew Feinstein, quedó segundo con 7.312.
Todas estas victorias deberían preocupar a los laboristas. Aunque sea clara su victoria, el partido se enfrenta a una importante amenaza electoral y política por parte de sus oponentes de izquierdas y pro palestinos. Si quiere asegurarse otra victoria en las próximas elecciones, debe reflexionar muy detenidamente sobre su postura en temas como Gaza, el NHS y la crisis del coste de la vida.
Hay razones por las que los candidatos independientes suelen tener dificultades para ganar escaños en las elecciones generales. Reciben poco espacio en los medios de comunicación y carecen de las grandes donaciones económicas de las que dependen los partidos más grandes.
El sistema mayoritario también ha beneficiado mucho a los laboristas en estas elecciones, en comparación con los Verdes y otros partidos. Esto reavivará las peticiones de representación proporcional.
Pero a pesar de estos obstáculos sistémicos, en esta ocasión salieron triunfantes muchos candidatos independientes. Su mensaje ha tenido resonancia entre el público. ¿Qué habría pasado si hubieran trabajado juntos en un programa de izquierdas de lucha contra las injusticias, tanto en el Reino Unido como en otros países? Los resultados podrían ser hoy muy diferentes en muchos ámbitos
Si hubo alguna vez un buen momento para que se plantearan la creación de un nuevo partido, es ahora. El Reform UK de Nigel Farage ha demostrado que un nuevo partido puede irrumpir en escena y ganar escaños en el Parlamento. Dado el éxito de muchos candidatos independientes de izquierdas, y la purga de izquierdistas del Partido Laborista, ¿podría aprender algo la izquierda de esto a tiempo para las próximas elecciones?
Martin Williams es responsable de investigaciones sobre el Reino Unido en openDemocracy y autor de «Parliament Ltd»
openDemocracy, 5 de julio de 2024