¿Qué es el sionismo cristiano?

Los evangélicos e Israel en Brasil y Guatemala

El alineamiento ideológico de algunos sectores evangélicos con el moderno Estado de Israel cobró relieve en las últimas décadas en países donde se verifica no solo una mayor presencia de evangélicos en el conjunto de la población, sino además un fuerte incremento de su influencia política. El denominado «sionismo cristiano» es un fenómeno complejo fomentado por redes transnacionales, por la agenda geopolítica de Estados Unidos para Oriente Medio y por la llamada «diplomacia de la fe», que sucesivos gobiernos israelíes vienen implementando en América Latina.

Maria das Dores Campos Machado
Brenda Carranza

¿Qué es el sionismo cristiano?

La difusión de ideas sionistas entre protestantes ingleses se inició con anterioridad a la creación de la Organización Sionista Mundial y estuvo relacionada con el desarrollo del pensamiento dispensacionalista, que vinculaba la segunda venida de Jesucristo al regreso de los judíos a Palestina. A finales del siglo xix, esa perspectiva teológica se propagó por el continente americano y halló en Estados Unidos un terreno fértil para su difusión. Las misiones religiosas en países de América Central y del Sur, así como la circulación de libros proféticos acerca del fin de los tiempos, estimularon entre los protestantes locales el interés y la preocupación por el destino de los judíos esparcidos por el mundo.

La fundación del Estado de Israel en 1948 dio lugar a las primeras iniciativas misioneras estadounidenses en Tierra Santa y, en un primer momento, el proselitismo de aquellos cristianos generó controversias entre los políticos judíos. Desde los años 50, sin embargo, los gobiernos israelíes sostuvieron políticas diplomáticas para asegurarse el apoyo de las iglesias protestantes estadounidenses más liberales1. Esas políticas se robustecieron, entrada ya la década de 1960, con viajes de líderes judíos a las comunidades evangélicas, viajes que también apuntaban a ejercer presión e influencia sobre la política exterior de eeuu. En ese mismo sendero, el fortalecimiento de la derecha en Israel en las décadas siguientes redundó en un acercamiento estrecho de los pastores sionistas al Partido Republicano y a la organización ultraconservadora Moral Majority [Mayoría Moral]. Este proceso de desarrollo del sionismo cristiano parecería haber entrado en su punto más alto de alineamiento político con Israel durante el primer mandato de Donald Trump (2017-2021), al tiempo que los gobiernos israelíes de derecha de estos últimos años encontraron en el sionismo cristiano una gran oportunidad para ampliar el apoyo internacional al Estado de Israel.

La política exterior del Estado de Israel en América Latina estuvo inicialmente más orientada a países como Guatemala, Honduras, El Salvador y Costa Rica, que representaban un mercado importante para su industria bélica. Posteriormente, y para esos mismos países de América Central, Israel pasó a ofrecer programas de desarrollo agrícola. Sin embargo, solo Guatemala sostuvo una postura de alineamiento político sin fisuras con Israel. Durante la década de 1960, el agravamiento del conflicto en Oriente Medio llevó a que varios países latinoamericanos adoptasen una posición equidistante en las asambleas de la Organización de las Naciones Unidas (onu), o incluso una defensa clara de los derechos de los palestinos; ese fue el caso de Brasil, que cuenta con una importante comunidad árabe2.

La expansión demográfica y el fortalecimiento político de los evangélicos3, así como el acercamiento entre los líderes pentecostales latinoamericanos y la derecha religiosa estadounidense, llevaron por su parte a los gobiernos israelíes a ampliar su interés por esos nuevos actores con la expectativa de modificar la visión de estas sociedades respecto de Oriente Medio. Se adoptaron desde entonces diversas iniciativas de soft power para atraer a los cristianos latinoamericanos, que han sido poco estudiadas por las ciencias sociales de nuestra región4.

Por otra parte, en 1980 se estableció en Israel la Embajada Cristiana Internacional en Jerusalén (ICEJ, por sus siglas en inglés), con el objetivo de «representar a los cristianos de todo el mundo que apoyan a Israel y se solidarizan con la profunda conexión que existe entre el pueblo judío y Jerusalén». Además de organizar eventos y fiestas con la participación de cristianos en peregrinación a Tierra Santa, la icej cuenta con representación en varios países de Occidente, con el objetivo de potenciar la articulación política entre Israel y los grupos evangélicos locales. El actual representante de icej para América Latina es el brasileño Renê Terra Nova, que en los primeros años del siglo xxi renunció a su liderazgo pastoral en la Iglesia bautista, adhirió a las ideas del movimiento Nueva Reforma Apostólica (nar, por sus siglas en inglés) y fundó el Ministerio Internacional Restauración. Terra Nova organizó distintas peregrinaciones a Jerusalén, fue condecorado por el gobierno israelí y recibió más de una vez en su iglesia al embajador de Israel en Brasil.

Los relatos y las acciones de los cristianos sionistas en América Latina pueden presentar variaciones dependiendo del país, la región geográfica y el contexto histórico. En definitiva, las condiciones para el desarrollo de movimientos sionistas cristianos varían no solo en función de las características internas de cada movimiento o del vínculo que tienen con los centros internacionales de irradiación del sionismo en Europa y eeuu, sino también en razón de las distintas relaciones oficiales que cada país mantiene con Israel, las cuales varían ostensiblemente según el país o el gobierno. Guatemala y Brasil se destacan en este escenario debido al enorme crecimiento demográfico de los evangélicos (que ascienden a 45% y 31% de la población, respectivamente5) y al impacto de ese sector en la vida política, con parlamentarios evangélicos en los respectivos Congresos que han intervenido en defensa del Estado de Israel y del reconocimiento de Jerusalén como capital6. Sobre la base de una investigación realizada en ambos países entre 2021 y 20247, nos dedicaremos en las próximas páginas a analizar las relaciones de los evangélicos con la comunidad judía y con la representación diplomática de Israel en Guatemala y en Brasil.

Brasil, evangelismo y política sionista

Como en el resto de América Latina, el crecimiento del evangelismo en Brasil se debe en gran medida a la labor de los pentecostales que, durante buena parte del siglo xx, adoptaron y difundieron teologías dispensacionalistas8. En la década de 1980, sin embargo, el dispensacionalismo comenzó a ceder espacio ante otras vertientes igualmente oriundas de eeuu, como la teología del dominio y la de la guerra espiritual9. La primera de estas dos vertientes, que tuvo una amplia difusión entre las comunidades cristianas brasileñas a partir de los años 2000, aboga por la necesidad de que los cristianos amplíen su participación y adopten un rol dominante en los distintos espacios de la vida social –la religión, la familia, el ámbito educativo, el gobierno, el mercado y las artes–, todo ello con el objetivo de construir el Reino de Dios en la tierra. Tanto las ideas del dispensacionalismo como las de la teología del dominio fomentan iniciativas de distinta naturaleza respecto del Estado de Israel y los judíos, que pueden ir desde el filosemitismo y la judaización de las iglesias hasta un activismo político pro-Israel en el accionar de los líderes evangélicos en la sociedad civil.

En nuestra investigación se detectaron libros de pastores brasileños con ideas sionistas ya en la primera mitad del siglo xx, al tiempo que se observó un crecimiento de obras con contenidos afines a partir de mediados de la década de 1970 y en el marco de las discusiones internacionales que vinculaban el sionismo con el racismo10. La investigación demostró que la percepción del actual Estado de Israel difundida en esas publicaciones estaba y sigue estando asociada al Israel imaginario y bíblico del Antiguo Testamento. Se corroboró, asimismo, la importancia del turismo religioso a Tierra Santa en la difusión de discursos pro-Israel en iglesias y medios de comunicación cristianos, así como en la adopción de costumbres y símbolos judíos entre los pentecostales11. De cualquier modo, no observamos mucha interacción entre la comunidad judía brasileña y los grupos pentecostales sino hasta aproximadamente mediados de la década de 2010.

Cabe resaltar que la expansión acelerada de los pentecostales en los últimos 30 años llevó a que creciera la representación en el Congreso de los evangélicos que asumen teologías políticas en conflicto con la tradicional posición de equidistancia seguida por la diplomacia brasileña respecto de Oriente Medio. En la conformación actual de las cámaras, 17,5% de los diputados federales y 16% de los senadores se declaran evangélicos, y la mayoría de ellos fueron elegidos con apoyo de iglesias pentecostales alineadas con la derecha religiosa estadounidense y con la teología del dominio. Se trata de legisladores que mantienen un diálogo aceitado con la Embajada de Israel y que suelen realizar visitas oficiales a Tierra Santa invitados por el gobierno israelí y participar con parlamentarios de otros países de América Latina en cursos y eventos organizados por redes transnacionales como la Fundación Aliados de Israel (iaf, por sus siglas en inglés).

La iaf fue creada en 2007 por el entonces ministro de Turismo de Israel, Benny Elon, fallecido en 2017 y vinculado al sionismo religioso de extrema derecha, para subsidiar a políticos cristianos que se identificasen con el país. En los eventos organizados por esa institución se debaten temas como el Holocausto, la necesidad del traslado de los cuerpos diplomáticos de Tel Aviv a Jerusalén, las campañas de organizaciones propalestinas como Boicot, Desinversión y Sanciones (bds)12 y distintas expresiones de antisemitismo en el mundo. Un análisis de los discursos de parlamentarios evangélicos revela que algunos temas de interés para las elites israelíes se incorporaron en la agenda de los diputados y senadores brasileños luego de una serie de encuentros promovidos por la iaf y visitas oficiales a Tel Aviv.

Nuestra investigación también observó que a partir de 2014 se dio un fuerte crecimiento en la participación de evangélicos dentro del llamado Grupo Parlamentario Brasil-Israel, creado en la década de 1960 para facilitar la cooperación entre ambos Estados. Se hizo evidente la existencia, al inicio de cada ciclo legislativo, de una política de reclutamiento de congresistas evangélicos para integrarse a ese grupo y defender los intereses israelíes13. Tal reclutamiento queda a cargo de pastores fuertemente vinculados a la embajada y al gobierno de Israel. Verificamos asimismo la existencia de disputas entre los políticos de diferentes sectores para coordinar al grupo en busca de que sus respectivas iglesias logren ampliar los intercambios con los diplomáticos israelíes y los viajes y visitas.

Los intereses en juego son ideológicos y políticos (identificación con la derecha partidaria, el conservadurismo y el autoritarismo), económicos (agencias de viaje y pastores lucran con las peregrinaciones e Israel se beneficia con el ingreso de divisas por turismo y por acuerdos comerciales) y son, también, religiosos (alimentados por la creencia en que el acercamiento a Israel acabará generando prosperidad y favoreciendo la instauración del Reino de Dios).

La diplomacia israelí provee a los parlamentarios de libros y periódicos, y también los homenajea y los invita a cócteles y ceremonias en su embajada. Lo que es más importante, los representantes del Estado de Israel no solo hacen visitas al Congreso Nacional, sino que con bastante frecuencia visitan las iglesias pentecostales que los parlamentarios representan, y otorgan y obtienen respaldo político con esa presencia. Las invitaciones a viajar a Israel juegan un papel destacado. Y, después de esos viajes oficiales, cobra un peso significativo para esos políticos brasileños la posibilidad de convertirse en mediadores de acuerdos comerciales entre empresas israelíes y gobiernos estaduales.

El primer mandato de Donald Trump y la elección de Jair Bolsonaro crearon un escenario fértil para el auge del activismo político de cristianos en favor de Israel. Desde el comienzo, Trump abrió de par en par las puertas de la Casa Blanca a los religiosos conservadores que lo habían apoyado, fortaleció políticamente a los cristianos sionistas estadounidenses y estrechó los lazos con la derecha israelí. Durante el primer año de su gobierno, reconoció a Jerusalén como la capital de Israel y, en mayo de 2018, concretó el traslado del puesto diplomático a Tierra Santa. Posteriormente Trump otorgó reconocimiento formal a la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán (2019) e intercedió en el acuerdo de paz entre distintos Estados de la Liga Árabe (Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Sudán y Marruecos) y el gobierno de Benjamin Netanyahu (2020). En suma, la gestión del republicano se mostró sumamente comprometida con la defensa de los intereses de la extrema derecha israelí.

Los argumentos teológicos en los que se apoya el traslado de la embajada se vinculan al cumplimiento de las profecías bíblicas acerca del papel que le corresponde a Jerusalén en el final de los tiempos14. La creación del Estado de Israel se toma como una prueba de la profecía y el traslado de la embajada norteamericana es una deriva natural. En este sentido, Trump estaría cumpliendo con una obligación moral de los cristianos para con los judíos, y en el imaginario bíblico sería una suerte de «nuevo Ciro», en alusión al rey persa que conquistó Babilonia y liberó a los judíos de su cautiverio. Los evangélicos brasileños que apoyaron a Bolsonaro en las elecciones de 2018 usaron, en efecto, ese mismo imaginario discursivo durante la campaña electoral. En aquel contexto, distintos sectores de la comunidad judía que se identificaban con la extrema derecha de Netanyahu se acercaron a los líderes pentecostales y banderas de Israel se alzaron en diversas manifestaciones evangélicas de apoyo a Bolsonaro.

Durante el primer gobierno de Trump, hemos verificado un aumento en la circulación de sionistas cristianos estadounidenses en América Central y del Sur. Redes transnacionales evangélicas conservadoras comenzaron a actuar en varios países, Brasil incluido. La organización Capitol Ministries, fundada en 1996 con el objetivo de promover la visión evangélica y los estudios bíblicos entre los políticos y funcionarios públicos estadounidenses, abrió en 2017 oficinas en México, Honduras, Costa Rica, Guatemala y Paraguay, y un año más tarde lo hizo en territorio brasileño. En paralelo, se creó entonces la Coalición Latina para Israel (lci, por sus siglas en inglés) y su presidente, Mario Bramnick, realizó viajes a distintos países latinoamericanos, entre ellos Brasil. Pastores estadounidenses grabaron declaraciones en apoyo de la candidatura de Bolsonaro y participaron en eventos como el realizado por la Iglesia bautista en Belo Horizonte en conmemoración de los 70 años de la creación del Estado de Israel. Esa iglesia promueve la teología del dominio y pone sus medios de comunicación al servicio de los intereses de la derecha israelí.

Las presiones ejercidas por sectores evangélicos en la sociedad civil y en el Congreso Nacional para que la Embajada de Brasil se trasladase de Tel Aviv a Jerusalén, visibles ya en la primera mitad de la década de 2010, se volvieron mucho más insistentes y enérgicas luego de que eeuu, Guatemala y Honduras llevaran a cabo ese traslado. Un importante segmento dentro de la base de apoyo a Bolsonaro, los pentecostales y los neocalvinistas identificados con la teología del dominio, lograron insertarse con fuerza dentro de la maquinaria estatal entre 2019 y 2022 y contribuyeron de manera significativa a la alineación ideológica del gobierno de Bolsonaro con Trump y Netanyahu. Reinaba la expectativa, en esos sectores evangélicos, de que tras su visita a Israel, Bolsonaro anunciase el traslado efectivo de la embajada brasileña a Jerusalén. Pero esa ambición entraba en conflicto con los intereses comerciales de un sector económico fuerte, el ganadero, que temía posibles represalias de los gobiernos árabes que afectasen sus exportaciones de carne.

Guatemala-Israel: una amistad incondicional

Al igual que en Brasil, el sionismo cristiano en Guatemala tiene como correlato una fuerte presencia evangélica en la sociedad y en la política nacional, y está respaldado por acuerdos con el Estado de Israel mediados por redes internacionales y por el accionar de los representantes diplomáticos en el país. Existe, sin embargo, una particularidad relevante: las fuertes alianzas establecidas con la comunidad judía local y el imaginario de un «amor natural por Israel» entre los guatemaltecos, una construcción simbólica que es resultado de la sólida articulación entre los evangélicos, la Embajada de Israel y la comunidad judía.

Desde fines del siglo xix, Guatemala mantiene relaciones estrechas con eeuu, especialmente con la derecha religiosa, sea evangélica, católica o judía. Ese vínculo redundó en la elección de tres presidentes guatemaltecos evangélicos, a la vez que propició el apoyo de eeuu a regímenes autoritarios, como ocurrió con el golpe de 195415. Durante el conflicto armado entre los años 1960 y 1996, los republicanos estadounidenses apoyaron a los militares guatemaltecos, mientras que Israel les proporcionó armamento y logística16. Los beneficios de esta alianza se traducen en un intercambio constante que garantiza respaldo financiero, político e ideológico a la derecha religiosa local, con momentos particularmente significativos como la reconstrucción nacional después del terremoto de 197617. El pentecostalismo, y sobre todo el neopentecostalismo, emergieron con fuerza en ese contexto, impulsando la participación política, formación de fieles y movilizaciones religiosas en tiempos electorales. A partir de la década de 1980, el crecimiento evangélico se intensificó, impulsado por la teología del dominio y por el fuerte accionar de los medios de comunicación religiosos con su discurso de amor incondicional a Israel18.

Además de acuerdos para provisión de armas y logística, Israel viene desplegando desde 1962 en Guatemala el programa de cooperación internacional de la agencia Mashav, volcado a la formación de profesionales en áreas como agronegocios, seguridad pública y gobernabilidad. Más de 6.000 guatemaltecos se capacitaron en instituciones israelíes, cosa que robustece el imaginario de Israel como «nación hermana». El éxito de ese programa se vincula con el papel de la Asociación Shalom de ex-becarios, que amplía el peso del soft power israelí tanto en comunidades carenciadas como en los más altos escalafones del Estado. Se trata de una red de becarios que ocupan puestos estratégicos en la esfera pública y facilitan así acciones pro-Israel en el ámbito oficial. Mashav y Shalom, por lo demás, actúan en eventos y actividades destinadas a proyectar una imagen positiva de la comunidad judía local, por ejemplo a través de acciones humanitarias llevadas a cabo en conjunto con iglesias evangélicas. Se destaca la Coalición Humanitaria, creada por el rabino Yosef Garmon, que opera en territorios vulnerables en Guatemala y otros países hispanoamericanos, fortaleciendo vínculos religiosos, institucionales y afectivos con el Estado de Israel19.

La proximidad entre la comunidad judía guatemalteca y el creciente sector evangélico alcanzó mayor visibilidad a fines de la década de 1990, cuando los líderes judíos locales y la Embajada de Israel se lanzaron a promover una imagen moderna y secular de Israel que resultase atractiva para los cristianos. A partir de la primera década del siglo xxi, distintas iglesias y ministerios locales adhirieron al sionismo cristiano, lo que impulsó su expansión. Paralelamente, la matriz de la teología del dominio, representada por apóstoles y profetas de la Nueva Reforma Apostólica, se consolidó como el eje del activismo político evangélico, interpretado como un deber religioso20 y se desgranó, posteriormente, en un apoyo explícito al Estado de Israel.

El rol de los evangélicos en el Congreso guatemalteco fue el factor decisivo en la consolidación de una agenda pro-Israel en el país. Desde 2015, bajo el influjo de los pastores parlamentarios, la currícula escolar pasó a incluir el estudio del Holocausto por decreto del Ministerio de Educación. En 2017, diputados evangélicos sancionaron la creación de un Día de la Amistad Guatemala-Israel, que se amplió en 2021 a una Semana de la Amistad celebrada anualmente en todas las escuelas públicas y privadas, con presencia oficial de autoridades locales, de la Embajada de Israel y representantes de la comunidad judía21. El Congreso también autorizó diversas visitas de delegaciones parlamentarias a Israel, algunas de ellas organizadas por el gobierno israelí a través del Poder Ejecutivo o de la Knéset (Parlamento). En el ámbito de las resoluciones institucionales, Guatemala declaró a Hezbolá como organización terrorista en 2020 y reconoció oficialmente, en 2021, el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto, adoptando la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (ihra, por sus siglas en inglés)22.

Por su parte, algunas acciones centrales de los parlamentarios evangélicos incluyen la creación, en 2018, de la Liga de Amistad Guatemala-Israel, integrada por 67 diputados de 15 partidos, cerca de un tercio de la Cámara. Esa Liga busca fortalecer la cooperación bilateral entre los parlamentos, al tiempo que refleja la significativa presencia evangélica en el Congreso guatemalteco y en los sectores sociales que componen la elite del país23.

La articulación institucional promovida por la Liga de Amistad generó el desprendimiento de otras instancias afines, como la Asociación Civil de Justicia Guatemala-Israel Tsedeq. La actividad de la Liga se concentra especialmente en el campo simbólico y conmemorativo, aproximando a los evangélicos con la comunidad judía. En 2022, con motivo de la celebración de los 75 años del inicio de las relaciones bilaterales, se publicaron los «Documentos de Amistad. Historia de la amistad entre Guatemala e Israel narrada por los documentos que la hicieron posible», como resultado de un trabajo conjunto entre la Comunidad Judía de Guatemala, los ministerios de Relaciones Exteriores y Educación, la Embajada de Israel y la Fundación Interamericana (iaf). Consolidada como un referente para el accionar pro-Israel en América Latina, la Liga pasó a ser modelo para otros frentes parlamentarios reunidos en los Foros Centroamericanos por Israel, al tiempo que se presenta como el bastión contra el antisemitismo en la región. Entre sus actividades, se cuentan la cooperación y la implementación de propuestas hechas por organismos evangélicos internacionales, como el Instituto de Líderes Cristianos (lci, por sus siglas en inglés), también activo en Brasil.

Fuera de Guatemala, la Liga promovió la creación del Primer Foro Centroamericano por Israel, con apoyo del Movimiento de Combate al Antisemitismo (cam, por sus siglas en inglés) y del Centro para el Impacto Judío (cji). El evento, realizado en julio de 2021 y repetido al año siguiente en Panamá24, se centró en el análisis y la difusión de políticas para combatir el antisemitismo y para fortalecer la causa en favor de Israel25. En septiembre de 2022, el ii Foro Anual Centroamericano por Israel reunió a congresistas de más de 14 países y defendió la prohibición nuclear a Irán, así como el apoyo a los Acuerdos de Abraham26. El accionar de la Liga confirma el fuerte lazo entre Israel y el activismo evangélico en Guatemala.

En forma paralela a las iniciativas parlamentarias, la Alianza Evangélica de Guatemala, que representa a más de 40.000 iglesias, cumplió un papel decisivo en el traslado de la embajada guatemalteca a Jerusalén en 2018. La medida fue el resultado de la articulación entre sionistas cristianos, la Embajada de Israel en el país, las organizaciones de la comunidad judía, la cámara de comercio local y otros sectores de la sociedad civil, que presionaron al presidente Jimmy Morales (2016-2020) en favor de esa medida. Como estrategia simbólica de apoyo, se incentivó a las iglesias y a los ciudadanos a exhibir banderas de Israel en espacios públicos27. Aunque Morales había asumido ese compromiso durante su campaña, la movilización fue determinante para que Guatemala se convirtiese en el segundo país, detrás de eeuu, en efectivizar el traslado de su embajada. La decisión tuvo que lidiar con la resistencia de sectores exportadores que temían represalias económicas de los países árabes, destinatarios de 2,4% de las exportaciones guatemaltecas, por un monto cercano a los 230 millones de dólares en productos como cardamomo, azúcar, café y frutas28. Pese a esto, Morales justificó el traslado como expresión de una amistad histórica entre ambos países, que, llevada ya a una suerte de mito, sugiere una «amistad natural» entre Guatemala e Israel. En reconocimiento, Morales recibió el premio otorgado por el Museo de Amigos de Sion de Jerusalén, honor que también obtuvo Jair Bolsonaro en 201929.

Tras el cambio de sede para la embajada, el activismo cristiano pro-Israel cobró mayor visibilidad pública. Desde 2018, la Marcha por Israel, promovida por la icej, se convirtió en la principal manifestación nacional de apoyo al Estado israelí. El evento reúne caravanas de iglesias, multitudes de estudiantes transportados por vehículos públicos, representantes judíos (lo que incluye artistas y músicos que ejecutan el shofar) y autoridades del gobierno. Realizada en la capital y paralelamente en diversos municipios, la marcha promueve la imagen de un Israel moderno, próspero y victorioso, al tiempo que vehiculiza el soft power israelí en el territorio concreto y en el imaginario político-religioso de la sociedad guatemalteca.

Las acciones simbólicas a lo largo y ancho del territorio guatemalteco son una expresión rotunda del modo en que se profundizó el alineamiento con el Estado de Israel. A la presencia constante de banderas en iglesias y edificios se suman las acciones de nominación de espacios urbanos: calles, avenidas, plazas, parques que se rebautizaron como «Jerusalén, Capital de Israel» en al menos 36 de los 340 municipios del país. Esa reconfiguración simbólica del espacio público fue producto de la articulación entre parlamentarios evangélicos, personal de la Embajada de Israel y líderes de la comunidad judía, en equipo con funcionarios municipales. Con ella se promueve a Israel como símbolo positivo, cotidiano y espiritual, lo que opera una verdadera colonización del imaginario nacional que naturaliza una amistad incondicional entre ambas naciones.

La alianza entre actores evangélicos, comunidad judía y diplomacia israelí funciona como una tríada estratégica de acción constante en la consolidación de un discurso pro-Israel. Ya sea por medio de la nominación de espacios públicos, por las marchas en favor de Israel, por la actuación de la Liga de Amistad o por el traslado de la embajada, el alineamiento institucional fortalece al sionismo cristiano. Esa tríada, articulada con redes internacionales, sustenta la idea de una «amistad incondicional» entre Guatemala e Israel que genera efectos simbólicos, políticos y territoriales de largo alcance.

A modo de conclusión

La reconfiguración política de América Latina desde fines de la década de 2010 –con el ascenso de la derecha en varios países– sentó las condiciones para una ofensiva diplomática del gobierno de Netanyahu en la región. El avance de la diplomacia religiosa israelí encontró en Brasil y en Guatemala un terreno fértil para desplegarse en razón de la articulación de los intereses –políticos y económicos– de los sectores evangélicos con los intereses geopolíticos de Israel. Desde la Presidencia o el Congreso de esos países, sectores cristianos hicieron suyos los reclamos de las elites israelíes y los integraron en sus agendas. En Guatemala, por ejemplo, con inversiones relativamente modestas, el gobierno de Israel reforzó el imaginario nacional de «nación hermana» y logró que el gobierno guatemalteco trasladase su embajada a Jerusalén en 2018.

Identificamos algunos ejes comunes en el auge del sionismo cristiano en Guatemala y Brasil. El primero es de naturaleza teológica: la creencia, derivada de una hermenéutica bíblica popular entre grupos pentecostales, de que quien bendice a Israel recibe las bendiciones divinas. Así las cosas, apoyar de manera irrestricta al Estado de Israel –incluso en sus acciones expansionistas– pasa a ser visto como parte de un compromiso espiritual. La difusión de la teología del dominio entre los evangélicos de esos países, aun cuando las creencias dispensacionalistas no hayan desaparecido del todo, es claramente identificable como un factor que reconfigura el discurso de la prosperidad y sustenta el activismo pro-Israel entre cristianos guatemaltecos y brasileños. Aun cuando existen voces evangélicas críticas, el discurso dominante insiste en que ser cristiano es, por definición, ser sionista. Tal perspectiva se expresa simbólicamente en banderas de Israel desplegadas en los púlpitos de las iglesias, en la apropiación territorial y la renominación de lugares en Guatemala, y en la creciente participación de evangélicos en el turismo religioso a Israel, especialmente de Brasil.

Un segundo punto en común tiene que ver con la percepción, entre los sionistas cristianos de ambos países, de Israel como modelo de nación moderna, tecnológica y resiliente: una democracia exitosa que superó adversidades y se volvió la nación de referencia en innovación, seguridad y gobernabilidad. Tal imagen hace de Israel un «mentor estratégico» y de sus aliados cristianos, «discípulos bendecidos», en especial en Guatemala. La retórica evangélica que justifica el apoyo a Israel puede combinar distintos argumentos: de naturaleza profética, vinculados a promesas de prosperidad presente, imágenes de Israel como modelo de desarrollo o la defensa de los cristianos árabes30. Los viajes de legisladores y pastores a Israel refuerzan esta narrativa. En Brasil, sobre todo entre parlamentarios evangélicos, es más fuerte el énfasis puesto en los argumentos seculares, los vinculados al progreso material, aunque no dejan de estar presentes las justificaciones proféticas.

Puede observarse en ambos países una tendencia de colonización simbólica de territorios e imaginarios, como en el caso de la creación de un parque temático que narra la historia de las 13 tribus de Israel en el Templo Salomón de la Iglesia Universal del Reino de Dios en San Pablo, o la exhibición de banderas de Israel en iglesias evangélicas y la renominación de espacios públicos con referencias a Tierra Santa.

Identificar los apoyos institucionales e internacionales que sustentan estas acciones es esencial para comprender en qué medida los casos de Brasil y Guatemala constituyen modelos replicables o bien son experiencias atípicas de éxito estratégico.

Distinguimos los vínculos de los sionistas cristianos con las redes transnacionales y con órganos oficiales israelíes y agencias de turismo religioso. Tales lazos ayudan a explicar la difusión de un imaginario pro-Israel anclado en la promesa bíblica de bendición para quien apoya al pueblo elegido. Es en esas intersecciones entre la fe, la política y la diplomacia donde se estructura el sionismo cristiano latinoamericano, una fuerza transnacional que moldea identidades, discursos y alianzas en nombre de Israel.

Observamos también distintas estrategias de soft power del gobierno israelí, así como una intensa actividad de sus embajadas en ambos países diseñada para afianzar la articulación con los líderes evangélicos, con el propósito de ampliar el apoyo político de los sectores cristianos e impactar en los posicionamientos respecto de Oriente Medio. Tanto en Brasil como en Guatemala, tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, creció la actuación de las respectivas embajadas de Israel y el envío de material bibliográfico, periódicos y documentos a los legisladores para apoyar los discursos y las iniciativas sionistas cristianas en los Congresos de ambos países. Los parlamentarios evangélicos brasileños presionaron sin éxito en busca de cambios en las relaciones exteriores de su país con Palestina y se opusieron públicamente a la declaración realizada por Luiz Inácio Lula da Silva en Etiopía de que Israel estaría llevando a cabo un genocidio en Gaza31. En este sentido, la posición del actual gobierno brasileño se acerca a las sostenidas por los Ejecutivos de otros países (Chile, Colombia) críticos de la política de ocupación y limpieza étnica emprendida sobre Gaza, y se distancia del gobierno guatemalteco (aun cuando desde 2024 encabeza este gobierno un partido progresista).

La reelección de Trump en 2024 y la visión geopolítica del actual gobierno estadounidense, completamente alineada con la política de ampliación territorial de Netanyahu, tienden a incrementar el peso del sionismo cristiano en la región y exigen nuevas investigaciones comparativas del fenómeno en América Latina.

Nota: traducción del portugués de Cristian De Nápoli.

1. Daniel Hummel: Irmãos da aliança. Evangélicos, judeus e as relações EUA-Israel, University of Pennsylvania Press, Filadelfia, 2019 y «O novo sionismo cristão» en First Things, 1/6/2017.

2. Ver Edy Kaufman, Yoram Shapira y Joel Barromi: Israel-Latin American Relations, Routledge Taylor & Francis, Londres, 1979.

3. José Luis Pérez Guadalupe y Sebastian Grundberger (eds.): Evangélicos y poder en América Latina, Instituto de Estudios Social Cristianos (IESC) / Konrad-Adenauer-Stiftung, Lima, 2019.

4. M.D. Campos Machado, Cecília Loreto Mariz y B. Carranza: «Articulações político-religiosas entre Brasil-eua: direita e sionismo cristão» en Ciencias Sociales y Religión / Ciências Sociais e Religião vol. 23, 2021; M.D. Campos Machado, C.L. Mariz y B. Carranza: «Genealogia do sionismo evangélico no Brasil» en Religião & Sociedade vol. 2 No 2, 5-6/2022; M.D. Campos Machado y C.L. Mariz: «O sionismo cristão no Brasil do século XXI e os interesses no jogo» en Ciencias Sociales y Religión / Ciências Sociais e Religião vol. 25 No 0, 2023.

5. Claudia Dary propone ese porcentaje para Guatemala a partir de los datos recabados por Latinobarómetro. Ver C. Dary: «Aproximación al sionismo cristiano en Guatemala» en Ciencias Sociales y Religión / Ciências Sociais e Religião vol. 25, 2023. Para el caso de Brasil, v. «Datafolha: 50% dos brasileiros são católicos, 31%, evangélicos e 10% não têm religião» en O Globo, 13/1/2020.

6. En 1980, el Estado de Israel declaró a la ciudad como su capital y los palestinos designaron a Jerusalén del Este como sede de su Estado. Un gran número de embajadas están en Tel Aviv debido a que la mayoría de los Estados defienden el plan de partición de la ONU de 1947, que establece el control internacional sobre la ciudad, por lo cual no pertenecería ni a Israel ni a Palestina, aunque en los hechos es controlada por Israel.

7. El equipo del proyecto «Avance del sionismo cristiano en el Sur global» está integrado por las autoras del presente artículo y los investigadores Paul Freston, Joanildo Burity y Cecília Mariz.

8. El dispensacionalismo afirma que Dios se ha relacionado con la humanidad sobre la base de distintas dispensaciones a lo largo de la historia. Los dispensacionalistas sostienen que la Iglesia de Cristo no ha reemplazado a Israel en el programa de Dios y que las promesas a Israel en el Antiguo Testamento siguen vigentes y serán finalmente cumplidas en el periodo del milenio del que se habla en Apocalipsis 20.

9. La teología del dominio afirma que el cristianismo bíblico gobernará todas las áreas de la sociedad, personales y corporativas. El deber de los cristianos es entonces crear un reino mundial siguiendo el modelo de la ley de Moisés. La guerra espiritual se basa en la creencia en espíritus malignos, o demonios, que intervendrían en los asuntos humanos de diversas maneras y deben ser combatidos.

10. Ver M.D. Campos Machado, C.L. Mariz y B. Carranza: «A genealogia do sionismo evangélico no Brasil», cit.

11. Magno Paganelli: Sionismo evangélico, Arte Editorial, San Pablo, 2020; André Daniel Reinke: Paixão por Israel. Judaização, sionismo cristão e outras ambiguidades evangélicas, Thomas Nelson Brasil, s./l., 2025.

12. Campaña global para incrementar la presión económica y política sobre Israel incorporando estrategias utilizadas contra la Sudáfrica del apartheid.

13. M.D. Campos Machado: «Evangélicos e o ativismo pró-Israel no Congresso Nacional», ponencia presentada en el coloquio Israel como Modelo Cultural: Imaginários e Usos na Nova Extrema-Direita», PUC-Rio, 28-29/3/2023.

14. Guillermo Flores Borda: «A construção de uma ‘nação cristã’ na América Latina» en José Luis Pérez Guadalupe y B. Carranza (eds.): Novo ativismo político no Brasil: os evangélicos do século XXI, Konrad-Adenauer-Stiftung, Río de Janeiro, 2020.

15. Waldir José Rampinelli: «O primeiro grande êxito da cia na América Latina» en Ponto e Vírgula No 1, 2007.

16. Comisión para el Esclarecimiento Histórico: Guatemala: memoria del silencio, Oficina de Servicios para Proyectos de las Naciones Unidas (UNOPS), Ciudad de Guatemala, 1999.

17. Lauren Frances Turek: «Evangélicos americanos na Guatemala» en Oxford Research Encyclopedia of Latin American History, 11/2022.

18. Manuela Cantón Delgado: «Religiones globales, estrategias locales: usos políticos de las conversiones en Guatemala» en Estudios sobre las Culturas Contemporáneas vol. 10 No 19, 2004; C. Dary: «Aproximación al sionismo cristiano en Guatemala», cit.; Virginia Garrard‐Burnett: «Una panorámica del protestantismo histórico en Guatemala» en Rostros del protestantismo en Guatemala, Instituto Esdras, Ciudad de Guatemala, 2009; Henri Gooren: «El pentecostalismo en Guatemala: aportes y debilidades», Centro de Formación e Investigación Esdras, Ciudad de Guatemala, 2009.

19. «Conoce al Rabino que propició el cambio a Jerusalén de la Embajada de Guatemala» en Enlace Judío, 20/5/2019.

20. Ver C. Dary: «El factor religioso en las elecciones de Guatemala» en Sociopolítica Religiosa No 165, 8/2023; Dennis Smith: «Los teleapóstoles guatemaltecos: apuntes históricos y propuestas para la investigación», ponencia presentada en XXVI Congreso Internacional de Latin American Studies Association, San Juan, 2006.

21. Jorge García Granados: Así nació Israel, Comunidad Judía de Guatemala / Embajada de Israel en Guatemala / Gobierno de Guatemala, Ministerio de Educación, Ciudad de Guatemala, 2021, disponible en www.guatemala-israel.com/asi-nacio-israel; Julio Morales: «Guatemala e Israel celebran la semana de la amistad a fin de reforzar lazos de cooperación» en Agencia Guatemalteca de Noticias, 11/5/2021.

22. V. «Definición del antisemitismo de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto» en https://holocaustremembrance.com/resources/definicion-del-antisemitismo.

23. Documentos de amistad. Historia de la amistad entre Guatemala e Israel, narrada por documentos que la hicieron posible, Allies Fundation / Liga de la Amistad Parlamentaria Guatemala-Israel / Comunidad Judía de Guatemala, Ciudad de Guatemala, 2022.

24. «II Foro Centroamérica e Israel» en Enlace Judío, 13/9/2022.

25. Documentos de Amistad, cit.

26. «II Foro Centroamérica e Israel», cit.

27. «Evangélicos exhortan a ondear banderas de Israel en iglesias» en Prensa Libre, 27/12/2017.

28. Urías Gamarro y Javier Lainfiesta: «Embajada en Jerusalén: lo que exporta Guatemala a los países árabes» en Prensa Libre, 27/12/2017.

29. Guilherme Waltenberg: «Em Israel, Bolsonaro recebe prêmio ‘Amigo de Sion’ do museu sionista» en Metrópoles, 2/4/2019.

30. Paul Freston: «Conclusión» en conferencia «Política e religião no Brasil e nas Américas: Igrejas evangélicas e suas relações com o judaísmo, o sionismo, Israel e as comunidades judaicas», Universidad de Haifa, Instituto Brasil-Israel y Centro Interdisciplinar de Estudos Judaicos (Universidad Federal de Río de Janeiro – NIEJ), Haifa, 13-15/1/2020.

31. «Lula compara resposta de Israel em Gaza à ação de Hitler contra judeus; Netanyahu convoca embaixador do Brasil para reunião, e Conib repudia fala do petista» en g1, 18/2/2024.

Nueva Sociedad 317 / Marzo – Abril 2025

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